¿Qué es la fibrilación auricular?
Esta arritmia (la más frecuente) se caracteriza por que, en lugar de una sola onda eléctrica para cada latido, la actividad eléctrica de la aurícula se desorganiza,generando múltiples ondas a un mismo tiempo. La aurícula pierde la capacidad de contraerse de manera uniforme. Además, a los ventrículos llegan las ondas de manera irregular, así que su contracción también se vuelve irregular.
¿Qué síntomas se notan cuando aparece la fibrilación auricular?
El síntoma más frecuente son las palpitaciones, es decir, también se puede sentir dificultad respiratoria, mareo y sensación de opresión en el pecho. Otras veces, la principal molestia es el cansancio, la sensación de malestar general o la fatiga al realizar la actividades cotidianas.
¿Qué factores de riesgo hay?
La edad, la hipertensión arterial y la insuficiencia cardiaca aumentan el riesgo de desarrollar fibrilación auricular. Ocurre igual en casos de diabetes mellitas, infarto de miocardio, cardiopatías valvulares, enfermedades tiroideas, enfermedades pericárdicas y obesidad.
¿Qué puede provocar una crisis?
Algunos desencadenantes conocidos son el alcohol, el café, el té y otros estimulantes. Además, en muchas personas es habitual que la fibrilación auricular aparezca después de las comidas (haciendo la digestión) o durante el sueño, pudiendo llegar a despertarse con palpitaciones. La aparición de fibrilación auricular durante el ejercicio físico es menos frecuente.
¿Cómo es el pulso en una crisis de fibrilación auricular?
El pulso es irregular (no rítmico). En la mayoría de los casos se vuelve más rápido; pero también puede ser lento o, incluso, mantenerse en el límite normal. También es posible que los latidos del pulso sean distintos unos de los otros. Esto se debe a que el corazón está expulsando diferentes cantidades de sangre en cada latido.
De vez en cuando noto un vuelco y después como si se parase el corazón. ¿Tiene algo que ver con la fibrilación auricular?
Lo que notas es, probablemente, una extrasístole, es decir, un latido que pierde la regularidad y se adelanta. No se trata pues de fibrilación auricular y es de características totalmente benignas. En general, no requiere tratamiento.