Las glándulas mamarias están constituidas por un número que varía entre 15 y 20 glándulas túbulo-alveolares compuestas y tejidos conjuntivo y adiposo, sin diferencia entre ambos sexos hasta la llegada de la pubertad. En ese momento, por la influencia de las hormonas -estrógenos- empiezan a desarrollarse en la mujer y cambian su estructura y funciones, de acuerdo al ciclo sexual. El desarrollo se completa alrededor de los 20 años.
En la menopausia hay una atrofia del parénquima y del estroma de la glándulas.
Cada glándula posee un conducto lactífero, que antes de llegar al pezón se dilata y forma los senos lactíferos.
El cáncer de mama es un tipo de cáncer que se forma en las células de las mamas, tanto en los conductos como en los alveólos, donde se produce la leche en el período de lactancia.
El cáncer de mama se puede producir tanto en hombres como en mujeres; sin embargo, es mucho más común en las mujeres.
Los avances en el diagnóstico y el tratamiento han aumentado las tasas de supervivencia, y el número de muertes ha disminuido en gran medida por los factores como la detección precoz, la educación de la población femenina en la realización del autoexamen de mama, el enfoque personalizado de los tratamientos y un mejor conocimiento de la enfermedad.
La mayoría de las mujeres experimentan cambios en los senos en algún momento de su vida. La edad, los niveles hormonales y las medicinas que toman pueden causar bultos, masas y secreciones (fluidos o líquidos que no son leche materna).
Si nota un bulto, dolor, secreción o irritación en la piel de uno o de los dos senos, consulte a su médico. Tanto los problemas graves como los no graves tienen síntomas similares. Aunque muchas mujeres le tienen miedo al cáncer, la mayoría de los problemas en los senos NO son cáncer.
Algunos cambios comunes en los senos