Tratamiento/Prevención

El tratamiento del cáncer de mama puede ser sumamente eficaz, con probabilidades de supervivencia del 90% o más altas, en particular cuando la enfermedad se detecta de forma temprana. Habitualmente consiste en cirugía y radioterapia para frenar el avance de la enfermedad en el pecho, los ganglios linfáticos y las áreas circundantes (control locorregional) y terapia sistémica (medicamentos contra el cáncer administrados por vía oral o intravenosa) para tratar y/o reducir el riesgo de diseminación del cáncer (metástasis). Entre los medicamentos contra el cáncer se incluyen la terapia endocrina (hormonal), la quimioterapia y en algunos casos la terapia biológica dirigida (anticuerpos).

Anteriormente, todos los casos de cáncer de mama se trataban quirúrgicamente con la mastectomía (extirpación completa del seno). Cuando los tumores cancerosos son de gran tamaño sigue siendo necesario practicar la mastectomía. Actualmente, la mayoría de los cánceres de mama pueden tratarse con una intervención menor denominada «lumpectomía» o mastectomía parcial, mediante la cual solo se extirpa el tumor. En esos casos, generalmente se aplica radioterapia a la mama para reducir al mínimo las posibilidades de recurrencia del cáncer.

Los ganglios linfáticos se extirpan cuando se lleva a cabo la cirugía de cánceres invasivos. En el pasado, la extirpación completa del lecho de los ganglios linfáticos axilares (disección axilar completa) se consideraba necesaria para prevenir la diseminación del cáncer. Actualmente se prefiere llevar a cabo una intervención menor, llamada «biopsia centinela de los ganglios linfáticos», porque tiene menos complicaciones. En esa intervención se usa colorante y/o marcador radiactivo para detectar los primeros ganglios linfáticos a los que podría propagarse el cáncer desde la mama.

Los tratamientos farmacológicos o quimioterapia del cáncer de mama, que pueden administrarse antes («neoadyuvantes») o después («adyuvantes») de la cirugía, se basan en la subtipificación biológica de los cánceres. El cáncer que expresa el receptor de estrógeno (RE)  y/o el receptor de progesterona (RP) es probable que responda a las terapias endocrinas (hormonales) como el tamoxifeno o los inhibidores de la aromatasa. Esos medicamentos se administran por vía oral durante 5 a 10 años, y reducen en cerca de la mitad la posibilidad de recurrencia de los cánceres con «receptores hormonales positivos». Las terapias endocrinas pueden causar síntomas de la menopausia, pero en general se toleran bien.

Los tumores cancerosos que no expresan el RE o RP son «receptores hormonales negativos» y deben tratarse con quimioterapia salvo que sean muy pequeños. En la actualidad, las pautas de quimioterapia disponibles son muy eficaces para reducir las posibilidades de diseminación o recurrencia del cáncer y suelen administrarse como tratamiento ambulatorio. En general, si no hay complicaciones, la quimioterapia para el cáncer de mama no requiere ingreso hospitalario.

El cáncer de mama puede sobreexpresar de forma independiente una molécula llamada oncogén HER2/neu. Este tipo de cáncer «HER2 positivo» se presta al tratamiento con agentes biológicos dirigidos como el trastuzumab. Esos agentes son muy eficaces pero también muy costosos, porque consisten en anticuerpos y no en productos químicos. Cuando se administran terapias biológicas dirigidas, estas se combinan con quimioterapia para que resulten eficaces en la eliminación de las células cancerosas.

La radioterapia también desempeña un papel importante en el tratamiento del cáncer de mama. En los primeros estadios del cáncer de mama, la radioterapia puede evitar que una mujer tenga que someterse a una mastectomía. En los estadios posteriores de la enfermedad, la radioterapia puede reducir el riesgo de recurrencia incluso cuando se haya realizado una mastectomía. En el estadio avanzado del cáncer de mama, en algunas circunstancias la radioterapia puede reducir la posibilidad de fallecer como consecuencia de la enfermedad.

La eficacia de las terapias contra el cáncer de mama depende del cumplimiento del ciclo de tratamiento completo. El tratamiento parcial es menos probable que culmine con un resultado positivo.

Desafíos

La supervivencia al cáncer de mama durante al menos cinco años después del diagnóstico oscila entre más del 90% en los países de ingresos elevados y el 66% y el 40% en la India y Sudáfrica, respectivamente. En los primeros países, la detección y el tratamiento tempranos han logrado buenos resultados, y deberían ponerse en práctica en países con escasos recursos donde ya cuentan con algunas de las herramientas normalizadas. La gran mayoría de los medicamentos utilizados contra el cáncer ya figuran en la Lista Modelo de Medicamentos Esenciales de la OMS.  Por consiguiente, si se aplica lo que ya sabemos que da resultado se podrán obtener importantes mejoras en el tratamiento del cáncer de mama a nivel mundial.