Dr. Alberto Martínez Sardiñas

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Al terminar la carrera y enfrentarme al difícil momento de dedicar mi vida, muchos factores y un gran confusión vino a mi cabeza, existían las llamadas especialidades anémicas, era el año 1969, el éxodo de médicos a principio de la Revolución se hacía sentir.
Como dirigente estudiantil que era debería dar un ejemplo y escoger una de las llamadas especialidades anémicas, había sido alumno ayudante de Fisiología durante toda la carrera, por lo que las especialidades investigativas  de ciencias básicas me llamaban la atención, sin embargo me gustaba el hospital y los pacientes enfermos ingresados.
Mi única vivencia en Anestesia era la rotación de 15 días por la Especialidad en el Hospital Militar donde tuve la suerte que mi profesor fuera  el Maestro Ariel Soler al que entre otras cosas vi salvar la vida de una paciente con un embarazo ectópico roto casi exangüe,  labor que realizó con una precisión y una profesionalidad para mi  increíble, fue él el que llevó la voz cantante en ese caso y no el cirujano como yo pensaba que era.
Llegar al convencimiento que no me había equivocado en mi elección no se produjo el primer día, esos primeros días en el quirófano me sentía como un elefante en una vidriería, no podía hacer nada, no conocía nada, cualquier movimiento  mío en el quirófano se exponía a una llamada de atención, fueron realmente los casos complicados y las largas madrugadas de estudio insomne los que al final me hicieron comprender que me había “casado” con la única Especialidad que me haría sentirme  felizmente realizado.
Tuve la suerte que el también Maestro Fernando Polanco fuera mi profesor y guía en el Hospital Fajardo, entonces me di cuenta que había escogido  sin un real conocimiento las más efectiva, humana  entre todas las Especialidades clínicas.

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14 junio, 2014

Sahily Irene Lopez Rabassa @ 8:38 pm #

Por ejemplos como los suyos hoy en día digo que somos muchos los privilegiados de haberle conocido y haber disfrutado de sus enseñanzas, en la Anestesiología y en la vida, por lo que doy gracias a Dios haberme dado esta gran oportunidad.
Hoy mi vida entre otras cosas es un reflejo de lo aprendido y un honor tenerle como Profesor y amigo, por ello mi reverencia y mi agradecimiento el cual hago palpable siguiendo sus pasos y llevando en cada camino que piso, en cualquier lugar del mundo, el legado de profesores como Ud.
A mi querido Profe Albertico im gran abrazooooooooooooooooo

15 junio, 2014

Pavel Julio Pantoja Cárdenas. @ 4:54 pm #

Saludos a todos soy alumno ayudante de la especialidad,curso mi 5to año de carrera.El sitio está genial,felicidades al Dr.Alberto Martinez, realmente espero funcione y se hagan buenas publicaciones,anecdotas,etc…
Nada saludos a todos sin mas Pavel.

16 junio, 2014

Ramon Eloy @ 6:47 pm #

Excelente. Pienso que deba divulgarse en portales para que sea conocido.
Un cordial saludo.

Veronica Castillo Perez @ 9:04 pm #

La anestesiología se honra en tener ejemplos de profesores y colegas tan prestigiosos como usted, felicidades al Dr. Alberto Martinez por darnos esa nueva oportunidad de promover nuestra especialidad.

18 junio, 2014

mercedes turro @ 6:22 pm #

Profesor mi felicitacion por la idea y creo nos ayudara a todos a adentrarnos en un mundo que conocemos de oidas pero no por experiencias practicas , si ,nuestro amor por esta especialidad con este nuevo recurso de la informatica nos unira y mantendra informados , exitos ,mercy INN

27 junio, 2014

Osniel Mena Alvarez @ 3:23 pm #

Profesor tiene mucha razon con lo que dice ya que aqui en la provincia de Mayabeque llego para los estudiantes de segundo año una sola ayundantia , permitiendo asi que los que la querian ,se sentirian desmotivados y escogieran mgi como segunda opcion ,por lo que se debiera rescatar el respeto de esta hermosa Especialidad en la que soy un gran admirador y reconozco el gran valor espiritual y profesional que tiene.

28 junio, 2014

Melba Hechavarría Ramón @ 9:40 am #

Mis razones para dedicarme a la anestesiología.
Desde mi primer año de medicina por curiosidad quise aprender a dar anestesia pues me llamó siempre la atención el cómo alguien se podía operar sin sentir dolor. Llegué al segundo año y no perdí un minuto en alistarme en la ayudantía de anestesia a pesar de las críticas de mis propios compañeros, pues me decían que a los anestesiólogos nadie los conocía, que eso no era importante, que los anestesiólogos no eran médicos, bueno, casi nos metían miedo y les respondía que eso no era problema para mí, pues tampoco tenía interés en que me conocieran, al contrario me pareció un mundo fascinante alejada de todos y haciendo algo muy impresionante como bloquear EL DOLOR para que los pacientes se pudieran operar. Tenía muchas interrogantes, por ejemplo: como se dormían los pacientes y se recuperaban después, o como se bloqueaban con la raquídea y luego podían volver a sentir sensibilidad y recuperar fuerza motora. De hecho en mi curso (1985-1986) de 150 la matricula solo yo y una compañera amiga mía solicitamos ayudantía en esta especialidad. Me incorporaba al salón una mañana a la semana y hacía de forma voluntaria guardias de 16 y 24 horas los fines de semana. Fue en esa época que conocí a la Dra. Rasa María Abat, al Dr. Sergio Valdés N. etc. Realmente tener el dominio y control de las vías más importantes para mantener la vida de los pacientes me hacía (me hace) sentir con la autoestima muy alta. De hecho en las rotaciones de la carrera me permitía ayudar a canalizar vena, tomar conductas en el internado que mis compañeros no podía hacer y sentía que me miraban con cierta envidia sana. Al terminar la carrera solo pedí dos especialidades MGI y Anestesia y felizmente llegaron 6 matrículas, me dieron la especialidad sin mucha bronca. Es verdad que es estresante pero no me veo haciendo otra cosa que no sea anestesiología. Existen muchas razones para dedicarme a la anestesiología.
Saludos a mis queridos colegas.
Dra. Melba Hechavarría Ramón.

16 octubre, 2014

Dra Diana Garcia @ 1:45 pm #

Fue un libro de Leriche,Cirugia del dolor,con su forma descriptiva de la clinica francesa tan peculiar ,otro de anestesia conductiva …el Pitkin,me enamore de esa parte de la medicina instrumentada,era Instructor no graduado de Medicina Interna del hospital Fajardo,con una via directa garantizada para esa especialidad y con categoria docente…di el salto por decirlo de alguna manera a lo desconocido,el ya fallecido profesor de cirugia Sanchez Vicente al conocer mi deseo me tomo de la mano y no me solto por lo que en ese entonces fue para mi un laberinto de pasillos y ropa verde de salon que nunca habia visitado y llegue por primera vez ante el profesor Polanco,que me pregunto con curiosidad por que queria estudiar anestesiologia y le conteste que por que no sabia nada de ella,asi fuy conociendo a esta especialidad en la que llevo mas de 30 anos de intenso servicio como muchos de nosotros,considero que vivimos solo una etapa historica de una especialidad que aun esta por autodefinirse en muchos aspectos y no somos responsables en muchos casos y en muchas circunstancias de estigmas y situaciones que consideramos injustas,cuando e tenido que apretar los dientes solo una palabra me ayuda….resistir pese a todo,si queremos que las cosas cambien debemos cambiar nosotros y no esperar que venga de afuera la magica solucion a nuestros problemas,son muchas las dificultades ,bien que lo se por vivirlas en el dia a dia al igual que ustedes pero para no perder la perspectiva de cuando en vez hay que despersonalizarnos un poco y mirar donde otros no lo han hecho todavia y por favor traten en lo posible de nunca ceder en nuestros principios aunque nadie mire ni reciba premio,al final solo nos quedamos con nosotros mismos y nada se compara a una conciencia tranquila,un abrazo fraternal a todos
Dra Diana

14 diciembre, 2014

Neisy López Espinosa @ 1:44 pm #

Hace 22 años por azares de la vida y sin instrucción u orientación previa, decidí optar por la especialidad.
Solo necesité de algunas semanas para enamorarme perdidamente de la Anestesiología, amor que se hace mayor cada día, con mucha suerte para mi.
Es una especialidad de muy amplio alcance, desde el nivel instructivo y preparatorio hasta el nivel de actuación. Su perfil clínico-quirúrgico y sus variantes en rango de edades de atención, desde mi modesto parecer, puede permitir que se le considere, la más completa de las especialidades médicas.
Honor y reconocimiento eterno a todos mis profesores de los cuales siento orgullo infinito. Orgullo además por los pinos nuevos, que también, les pica el “bichito”, y se enamoran y entregan por completo a nuestra especialidad.
No importa el anonimato, lo importante es que cada quien se sienta partícipe y centro de la atención esmerada del paciente quirúrgico.
Muy bien por la página. FELICIDADES.

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