Contaminación ambiental local de los quirófanos y medioambiental un problema ante el cual no podemos permanecer indolentes.
La anestesia general más ampliamente utilizada en Cuba es inhalatoria, total o parcialmente, las repercusiones sobre el personal quirúrgico que labora diariamente en los quirófanos ha sido motivo de preocupación que ya se extiende por décadas.
Muchas de las soluciones empleadas hoy en día para disminuir el peligro potencial de los gases anestésicos sobre el personal quirúrgico expulsan el desecho de gases hacia la atmósfera exterior, estudios sobre la contaminación atmosférica han determinado que esta solución mejora el ambiente del quirófano pero coopera con la creación del efecto invernadero y el consecuente sobrecalentamiento ambiental.
En contraste con la introducción de nuevos agentes inhalatorios presentes en la práctica desde el descubrimiento mismo de la anestesia general, a partir del final de la primera mitad del siglo pasado se introdujeron los primeros agentes anestésicos endovenosos, los barbitúricos, de ellos el Thiopental sobrevive en la práctica, estos agentes que revolucionaron la anestesia en su tiempo no han demostrado su utilidad en el mantenimiento de la anestesia general, por razón de su distribución, acumulación y metabolismo.
Modernamente se han hallado nuevos y no tan nuevos ya agentes anestésicos endovenosos capaces de inducir, mantener y despertar el paciente de forma totalmente conveniente acorde a las necesidades de cualquier proceso quirúrgico independientemente de su magnitud y duración.
La anestesia endovenosa total es una realidad de nuestra época.
Nuestra realidad es otra, históricamente nuestras máquinas de anestesia vienen equipadas con vaporizadores para diferentes anestésicos volátiles, el que predomina es el vetusto halotano, en algunas unidades contamos con isofluorano, el sevofluorano nunca ha podido ser adquirido , un similar brasileño probado hace unos años no se caracterizó por su estabilidad terapéutica.
Gas anestésico óxido nitroso
El armementarium de anestésicos endovenosos con el que contamos extensivamente son:
Thiopental, fentanyl, benzodiacepinas: Diazepam y midazolam los más disponibles, la ketamina, que debido a las regulaciones por ser esta una droga utilizada ilegalmente para la diversión han hecho los trámites de control tan complicados que se ha convertido en un dolor de cabeza su utilización rutinaria, cuestión que atenta de forma importante contra la conducción segura de muchos pacientes de riesgo, esto no solo constituye una preocupación para Cuba sino para muchas otras naciones.
Los otros agentes endovenosos existen en diversas unidades pero no todos están presentes para su utilización extensiva.
Por otro lado la vieja concepción de que al tener una máquina de anestesia con fluxómetros y vaporizadores es lo que anestesia necesita habría que rectificarla, pues hoy en día los dispositivos de inyección continua que para anestesiología pueden resumirse en jeringuillas perfusoras simples o múltiples con o sin mando digital, que en el mundo ya nadie cuestiona, son casi un objeto excepcional en los quirófanos comunes y cuando existen muchas veces no se dispone de un suministro estable de los accesorios, léase jeringuillas, ramas, llaves de tres pasos, sencillas y múltiples, catéteres múltiples, suministros estos que son obligadamente de un solo uso por estar en posible contacto con la sangre de los pacientes y ser potenciales transmisores de enfermedades.
El aire comprimido es un componente esencial, ¿existen muchas unidades que no disponen del mismo?
Hay quirófanos en los que se han dotado de cilindros de aire comprimidos con fluxómetros adaptados algunos de oxígeno otros de nitrógeno ¿Son estas adaptaciones confiables en cuanto a precisión de flujo?
Ante esta problemática preguntamos.
¿Es realmente para nosotros un problema de salud la contaminación ambiental en los quirófanos?
A partir de la década de los 90 muchas cosas que se consideraban importantes para la disciplina quirúrgica se relajaron ante la necesidad de sobrevivir, pocas unidades están equipadas con aires acondicionados centrales de recambio para lo que existen normas internacionales.
Nuestra realidad no la podemos cambiar de un día para otro, pero si identificamos esto como un problema importante, ¿Que podemos hacer para primero disminuir la densidad de gases de nuestras unidades quirúrgicas muchas de las cuales aunque no sabemos la magnitud exacta del problema no solo existe la emisión de los gases de desecho dentro del quirófano con equipos domésticos o “splits” de aire acondicionado?
Que podemos hacer con los recursos que tenemos para disminuir la utilización de agentes contaminantes y de esa forma incorporarnos a la lucha por el medio ambiente.
¿Nuestro personal especializado y auxiliar está científica y prácticamente preparado para ir cambiando lo que deba ser cambiado?
Cuáles son los criterios prevalecientes que deben ser cambiados, por su obsolescencia o por su perpetuación pos década de los 90.
No somos una potencia económica que pueda cambiar las condiciones objetivas de la noche a la mañana pero eso no justifica que observemos indolentes lo que ya no proceda y no luchemos ordenada, enérgica y constantemente para al paso mejor que podamos resolverlos.
¿Es la contaminación anestésica de los quirófanos y del ambiente externo un problema que merite nuestra atención?
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