¿Qué es?
Es una infección de transmisión sexual (ITS) causada por tres subtipos diferentes de la bacteria Chlamydia trachomatis, L1, L2 y L3. También se le conoce como LGV, linfogranuloma inguinal o linfopatía venérea.
¿Cómo se trasmite?
Se contrae a través del contacto sexual. El principal factor de riesgo lo constituye el hecho de tener varios compañeros sexuales y relaciones desprotegidas.
¿Cuáles son los síntomas?
Los síntomas de LGV pueden comenzar desde unos cuantos días hasta un mes después de resultar infectado. El linfogranuloma venéreo es más común en Centroamérica y Suramérica que en América del Norte.
La enfermedad comienza como una úlcera indolora en los órganos genitales masculinos o en el tracto genital femenino. A medida que bacteria se disemina, los ganglios linfáticos en el área se inflaman y se tornan sensibles. La piel alrededor del área a menudo es roja. Los ganglios linfáticos inflamados (bubones) se rompen y drenan a través de la piel.
El sistema linfático filtra líquido proveniente de los alrededores de las células. Éste es parte importante del sistema inmunológico. Cuando las personas se refieren a glándulas inflamadas en el cuello, por lo general, están hablando de los ganglios linfáticos inflamados. Las áreas más comunes en donde los ganglios linfáticos pueden palparse con facilidad, especialmente cuando se agrandan, son: la ingle, las axilas, por encima de la clavícula (área supraclavicular), en el cuello (área cervical) y en la parte posterior de la cabeza, por encima de la línea del cabello (área occipital).
En personas que practican relaciones sexuales anales, la enfermedad puede afectar los ganglios linfáticos alrededor del recto (perirrectal). La infección con frecuencia está asociada con deposiciones con sangre, defecación dolorosa (tenesmo), diarrea y dolor abdominal bajo. Las mujeres pueden desarrollar fístulas (conexiones) entre la vagina y el recto.
En general, los síntomas más comunes son:
- Úlcera pequeña e indolora en los órganos genitales
- Hinchazón y enrojecimiento de la piel en el área inguinal
- Ganglios linfáticos inguinales inflamados en uno o ambos lados
- Drenaje de los ganglios linfáticos inguinales
- Flujo de pus o sangre por el recto (sangre en las heces)
- Dolor con las deposiciones (tenesmo)
- En ocasiones puede ser asintomático en la mujer. Pero también puede causarle salpingitis crónica y cervicitis.
En el hombre, es la causa principal de uretritis no gonocócica.
¿Cuáles son las pruebas para diagnosticar el linfogranuloma venéreo?
Los exámenes pueden abarcar:
- Biopsia del ganglio
- Inmunofluorescencia indirecta para clamidia
- Serología para LGV
La historia médica y el examen físico pueden mostrar:
- Antecedentes de contacto sexual con un individuo que tiene linfogranuloma venéreo
- Una úlcera en los genitales de la persona afectada
- Fístula perianal con drenaje
- Inflamación de los ganglios linfáticos inguinales (linfadenopatía inguinal)
- Drenaje de los ganglios linfáticos inguinales
¿Cómo se trata el linfogranuloma venéreo?
El linfogranuloma venéreo puede curarse mediante una terapia antibiótica adecuada y entre los medicamentos más comúnmente formulados se encuentran la tetraciclina, la doxiciclina y la eritromicina. Con tratamiento, el pronóstico es bueno. Cuando no se trata, o no se sigue adecuadamente, pueden ocurrir complicaciones como:
- Cicatrización y estrechez del recto
- Inflamación e hinchazón de los genitales
- Fístula rectovaginal (una abertura entre el recto y la vagina)
- Meningoencefalitis (inflamación cerebral), la cual es poco frecuente
Se debe buscar asistencia médica si se ha estado en contacto con alguien que pueda tener una enfermedad de transmisión sexual, incluyendo LGV, o si se desarrollan síntomas de esta enfermedad.
¿Cómo puedo protegerme?
La abstinencia es la única manera absoluta de prevenir una enfermedad de transmisión sexual, pero las prácticas de sexo seguro pueden reducir el riesgo. El uso apropiado de condones, ya sean masculinos o femeninos, reduce notablemente la probabilidad de contraer una enfermedad de transmisión sexual. El condón debe estar en su lugar desde el inicio de la relación sexual hasta el final de la misma.