La salida de HINARI de nuestro Sistema Nacional de Salud, tal y como la conocíamos, ya es un hecho. Creo que en pocas ocasiones llegamos a valorar, no solo en términos de costos económicos sino de conocimiento lo que significó tener más de 7000 recursos de información especializados en salud a nuestra disposición. Los últimos meses han sido intensos para nuestro equipo de trabajo tratando de encontrar soluciones concretas para que nuestros usuarios no sean los más afectados. A continuación algunas estrategias que emanan de la capacidad e inteligencia colectiva de nuestros especialistas (en mi opinión, unos de los grandes valores de nuestra red de personas e instituciones):
- Jerarquizar aquellas revistas que por su naturaleza editorial forman parte del modelo de Acceso Abierto a la publicación científica.
- Creación de estrategias de selección y adquisición de colecciones de publicaciones seriadas en formato electrónico esencialmente (sin decartar los impresos por supuesto), que le permitan a nuestros decisores negociar con proveedores de contenidos de forma coherente a las necesidades de nuestros usuarios meta.
- Visualizar en nuestras principales fuentes de información, disponibles en la Biblioteca Virtual en Salud de Cuba, aquellas revistas de Acceso Abierto que sean relevantes a nuestro contexto. Tal es el caso un grupo importante de estas en el Localizador de Información en Salud de Cuba.
Hoy tuvimos un contacto muy alentador con los bibliotecarios de los Centros de Subordinación Nacional donde explicamos, intercambiamos y escuchamos algunas propuestas de soluciones, estoy seguro que si se organiza bien la estrategia con nuestra red de personas- repito nuestra principal fortaleza- los resultados serán exitosos. Volveré con el tema…
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