Las causas principales de esta enfermedad son las infecciones virales (más frecuentes), bacterianas y fúngicas (por hongos). Otras de las causas que se plantean son las relacionadas con los mecanismos inflamatorios y del sistema inmunológico del paciente, existiendo también factores predisponentes que influyen en esta, tales como:
• Variaciones climáticas: las estaciones más frías y el aumento de la humedad predisponen a padecer sinusitis.
• Tabaco: Tanto ser fumador activo como estar expuesto a su humo es un factor predisponente en esta patología.
• Exposiciones ambientales o laborales a la contaminación.
• Variaciones anatómicas individuales (desviaciones septales y del tabique nasal, la presencia de pólipos nasales.
• Alergias: está demostrada la incidencia de sinusitis crónica, junto con el asma.
• Enfermedades asociadas: alteraciones del aclaramiento mucociliar (los cilios o vellos que se sitúan en el interior de las aberturas paranasales no logran sacar el moco debido a alguna afección), fibrosis quística, vasculitis.
• Tener un sistema inmunológico débil, el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) o a tratamientos como la quimioterapia.
• Hipertrofia de adenoides.
• Exposición a fuerzas de gravedad y la presión: volar, bucear, montañismo, etcétera.
¿Cuáles son sus síntomas?
Dentro de los síntomas que a menudo aparecen:
• Secreción espesa, amarilla o verdosa por la nariz o por la parte posterior de la garganta (drenaje posnasal)
• Obstrucción o congestión nasal, que dificulta la respiración por la nariz
• Dolor, sensibilidad, hinchazón y presión alrededor de los ojos, mejillas, nariz o frente que empeora al inclinarse hacia adelante.
Estos son otros signos y síntomas son:
• Presión en el oído
• Dolor de cabeza (cefalea)
• Dolor en los dientes
• Sentido del olfato alterado (cacosmia)
• Toser
• Mal aliento (halitosis)
• Fatiga
• Fiebre