Se enseñan los ejercicios respiratorios y se realizan ejercicios para conservar los arcos de movilidad y potenciar los músculos de miembros superiores y miembro inferior no operado, el cirujano o el personal encargado de la rehabilitación realiza en cama ejercicios activos asistidos de flexo extensión del miembro operado.

Tan pronto como sea posible, siguiendo las indicaciones del cirujano ortopédico se instruye sobre la manera correcta de sentar al paciente en el borde de la cama y si todo marcha bien al día siguiente se anima al paciente a sentarse en una silla con ayuda y siguiendo las instrucciones brindadas anteriormente.

Con ello mejora la mecánica respiratoria y se evitan las úlceras por presión. La movilización precoz también reduce el riesgo de trombosis. Se realizan ejercicios fortalecedores para miembros superiores, tronco y miembro inferior sano. En el miembro operado se realizará ejercicios isométricos de cuádriceps y glúteos, y cuando el cirujano lo autorice, con ayuda de otra persona se sostiene de pie sobre la pierna sana apoyándose en la baranda de la cama, en el andador o en burritos, sin descargar el peso sobre el miembro operado, conservando la postura y el equilibrio.

En días sucesivos según la respuesta del paciente y con el criterio del ortopédico se permitirá la descarga progresiva del peso sobre el miembro operado.

Se mantendrá un programa de ejercicios para conservar o mejorar la capacidad funcional motora general que favorezca la independencia del paciente y permita ganar confianza al andar y será entrenado en el uso de algún medio auxiliar de marcha, sea bastón, andador o burritos según requiera cuando sea capaz de soportar el peso sobre la cadera afectada sin dolor y tenga fortaleza muscular y equilibrio.

continuar