El cólera es una enfermedad infecciosa aguda, provocada por la bacteria ‘vibrio cholerae’. Se caracteriza por desarrollar, de forma muy brusca, una diarrea muy importante y vómitos ocasionales. Estas características hacen que en principio sea difícil distinguirla de otro tipo de diarrea. Lo más importante con el cólera es evitar la deshidratación de la persona, por eso ante una diarrea, en un país o zona endémica para la misma hay que acudir de inmediato al médico, ya que el tiempo es fundamental para la buena evolución de la enfermedad, que requiere cuarentena y es de declaración obligatoria nacional e internacionalmente.
La forma más habitual de contagio es por beber agua o comer alimentos contaminados por la bacteria. No es frecuente que se transmita de persona a persona. Los brotes más importantes suelen estar provocados por fuentes de agua contaminada por residuos fecales. No es inusual que aparezca el cólera en lugares que han sido zonas de desastre por la contaminación de las aguas o desechos que han sido vertidos en las mismas.
El Vibrio cholerae forma parte de la flora normal de aguas saladas, desembocadura de los ríos, bahías con salinidad moderada y estuarios, donde se asocia a menudo con algas, plancton, conchas, caparazones, crustáceos, moluscos y otros seres vivos. Suele aparecer en zonas de Asia, Oriente Medio, África y América Latina. En estas áreas, los brotes de la enfermedad se dan durante los meses de calor y la mayor incidencia es entre los niños. En otras zonas, las epidemias pueden ocurrir en cualquier época del año y la enfermedad puede afectar a cualquier edad.
También habita en aguas de interior. Prolifera en verano cuando la temperatura del agua supera los 20 grados centígrados.