Medidas preventivas

Hábitos:

Está demostrado que algunos “malos” hábitos sociales e higiénicos están relacionados con el comienzo de episodios diarreicos.

El más común es el no lavarse las manos en cuanto se llega al hogar o antes de comer. Es increíble todo lo que se evita con esta simple acción.

Otro hábito común es comer fuera de horarios y distintos tipos de alimentos a cualquier hora. Nuestro cuerpo se adapta al horario social que le enseñemos, pero eso no significa que esté preparado para comer todo tipo de alimentos en todo momento. Afortunadamente, cuando esto ocurre y provoca una diarrea, se interpreta como una simple ingesta y como tal es autolimitada, pero si no se logra solucionar, puede presentar complicaciones.

El hábito de fumar, tan común en nuestros días, también es un factor negativo. En muchos pacientes el fumar es una solución para situaciones de estrés, y ambos pueden comenzar o perpetuar un cuadro diarreico por excitación del “cerebro intestinal”. Además, es bien conocido que la nicotina es perjudicial para la cicatrización de cualquier tejido dañado.

El abuso de antimicrobianos y últimamente, de probióticos, es causa demostrada de diarreas y pueden implicar severas complicaciones, todas con criterios de atención hospitalarias.

 ¿Cómo evitarla?

Lo principal para evitar una diarrea, es tener una correcta higiene social y alimentaria. Vale insistir una vez más en el lavado de las manos antes de comer y en cuanto se llegue al hogar, para evitar la contaminación por gérmenes externos.

Para evitar sus complicaciones, lo más importante es la hidratación del paciente y la atención médica oportuna, principalmente en la edad pediátrica, adultos mayores y pacientes inmunocomprometidos.

¿Estás en riesgo?