Posibilidades de la kinesiterapia en las cicatrices
Entre las herramientas terapéuticas con las que se cuenta para tratar las anomalías cicatriciales, la kinesiterapia parece ocupar un lugar preponderante, sobre todo gracias a la utilización conjunta de dos técnicas complementarias: el drenaje linfático manual (D.L.M.), para una acción locorregional, y las técnicas manuales, para el tratamiento local.
A estos métodos de base se añaden otras técnicas, entre las cuales algunas han demostrado su eficacia desde hace ya mucho tiempo, como por ejemplo, la hidroterapia
con duchas filiformes y, más recientemente, la vacuoterapia, que algunos autores consideran especialmente digna de interés. A menudo utilizados tras una cirugía plástica y reparadora, los tratamientos kinesiterapéuticos mejoran las secuelas postoperatorias al reducir los edemas, al evitar la formación de adherencias subcutáneas y al acelerar la involución normal de la cicatriz. Esperamos que las precisiones que se proporcionan en este artículo permitirán definir los esquemas terapéuticos que mejor se adaptan a la evolución de ciertas cicatrices.
Cabe subrayar que la precocidad, la regularidad y la prolongación en el tiempo de los cuidados kinesiterapéuticos, así como su asociación eventual con otros tratamientos médicos o quirúrgicos, nos parecen indispensables para lograr obtener una cicatriz de buena calidad.
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