2010 Archives

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Papel de la rehabilitación en el tratamiento de las distonías

La distonía es «un trastorno motor de intensidad variable caracterizado por la contracción involuntaria de grupos musculares que fijan una extremidad, un segmento de extremidad o las cuatro extremidades y el eje corporal en actitudes particulares que siguen un esquema idéntico en un mismo paciente. La distonía no es un movimiento sino «una actitud fijada o relativamente fijada».
Las distonías primarias, que se pueden denominar también esenciales o idiopáticas, constituyen la gran mayoría de las distonías. El pronóstico de estas patologías ha cambiado con las inyecciones de toxina botulínica. La kinesiterapia, en asociación con estas inyecciones, sigue siendo un elemento importante del tratamiento.
Las distonías generalizadas se inician frecuentemente en la infancia. Se trata probablemente de un grupo mórbido que incluye varias enfermedades diferentes.
La distonía es responsable de las siguientes actitudes: hiperlordosis lumbar, flexión del tronco, inclinación del tórax, extensión del cuello. Afecta a veces a la región bucolingual produciendo alteraciones de la deglución.
Los niños y adolescentes afectados por distonía muscular deformante plantean un problema terapéutico importante y requieren una atención multidisciplinaria, que supera ampliamente los límites del tratamiento farmacológico. Incluye, entre otros, kinesiterapia y control ortopédico y tiene en cuenta los aspectos psicológicos, educativos y prácticos de la vida de los jóvenes pacientes.
Distonías focales o localizadas (por ejemplo, tortícolis espasmódico): el tortícolis espasmódico es la distonía focal más frecuente en el adulto. Se caracteriza por una actitud anormal de la cabeza, intermitente o permanente, debida a una contracción involuntaria de los músculos cervicales.
El objetivo de la rehabilitación es lograr la inmovilidad de la cabeza y el equilibrio postural entre los diferentes músculos cervicales.
El aspecto esencial es la revalidación de los músculos cervicales cuya acción debería normalmente oponerse al desplazamiento o a la postura patológica de la cabeza. Cada tortícolis espasmódico posee sus particularidades (intensidad, músculos implicados, forma tónica o clónica, etc.), teniendo cada uno un programa de rehabilitación específico.
Distonías de función (por ejemplo, calambre de los escribientes): el calambre de los escribientes es una distonía segmentaria que afecta esencialmente a los músculos de la muñeca y de los dedos. Altera la escritura mientras que todas las demás actividades funcionales que implican la utilización de estos mismos músculos no se ven afectadas.
Esquemáticamente, la rehabilitación puede dividirse en tres fases sucesivas.
El período inicial consiste en educar la colocación del cuerpo en la posición de escritura y en obtener la relajación de los músculos distónicos. El período siguiente se dedica a la coordinación de los músculos implicados en la función de escritura. El período final es el tiempo de educación de la «escripción».

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Recuperación de la bipedestación y de la marcha en el paciente parapléjico

El problema que supone la recuperación de la marcha en un parapléjico que presenta lesiones a nivel dorsal es importante, especialmente desde que la rehabilitación precoz y los progresos de los tratamientos médicos, quirúrgicos y las técnicas rehabilitadoras ofrecen a los pacientes, incluso a los que sufren parálisis completas de las extremidades inferiores, una calidad de vida aceptable y, en ocasiones, muy buena. Sin embargo, este objetivo resulta difícil de alcanzar. Por ello, en los últimos años se han multiplicado las proposiciones que tienden a facilitar esta recuperación: aunque los resultados no sean satisfactorios por el momento, es previsible que en un futuro cercano existan soluciones eficaces en este campo.

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Rehabilitación en los casos de traumatismos craneales

El progreso reciente de las técnicas de reanimación ha transformado la asistencia médica inicial y ha reducido el riesgo de mortalidad, permitiendo la supervivencia de accidentados con lesiones muy graves. El desarrollo de las técnicas de diagnóstico por imágenes y la exploración neurofisiológica moderna han transformado también las condiciones de supervisión clínica.
La rehabilitación, que continúa el tratamiento, ha debido adaptarse a estos cambios y ha experimentado también una importante renovación. En todo momento, el médico debe estar informado y conocer los datos neuropatológicos y los resultados de las diversas investigaciones complementarias.
La calidad de la asistencia inicial, así como la elaboración de un proyecto terapéutico coherente y adaptado, exigen tener en cuenta este aspecto, incluso si los datos iniciales necesitan también una confrontación cuidadosa y repetida con los datos clínicos de la evolución.

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Rehabilitación de las parálisis faciales centrales y periféricas

La rehabilitación facial sólo puede comenzar después de haber explorado el habla y la masticación y de haber realizado estudios analíticos de la sensibilidad y la motricidad. Debe tener en cuenta la morfología del rostro antes de la enfermedad, a fin de determinar el lado dominante y el lado dominado. Todo ello permite obtener una mejor respuesta a la rehabilitación y prevenir eventuales secuelas.
La rehabilitación es en realidad una «auto-rehabilitación» que implica la participación del paciente en su plan de tratamiento, pero siempre bajo la dirección y los conocimientos del terapeuta y después de haber sido debidamente informado sobre su patología. Este procedimiento permite al paciente realizar esfuerzos, recuperarse y tomar conciencia de las limitaciones de la readaptación y de su recuperación, con lo que mejora su aceptación de las secuelas restantes.
Durante la consulta se debe proporcionar al paciente toda la información que necesite para sentirse seguro, y dar respuestas claras a todas sus preguntas; además, se le entregará un plan de trabajo escrito y personalizado, junto con consejos de higiene de vida que le permitan afrontar sus limitaciones y manejarlas cotidianamente.
Por otra parte, debe dársele la posibilidad de ponerse en contacto con el terapeuta ante la menor duda, vacilación o angustia relacionadas con la evolución de su enfermedad.

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Rehabilitación y readaptación del paciente con hemiplejía vascular. Revisión de la literatura.

El accidente cerebrovascular (ACV) es la tercera causa de muerte y la primera de discapacidad en los países desarrollados. Los datos de las publicaciones confirman el beneficio de la rehabilitación, sobre todo cuando se implementa de forma precoz: mejor recuperación funcional, mayor autonomía en los actos de la vida diaria, mejoría de las funciones visuales y perceptivas, prevalencia más elevada del regreso al domicilio y disminución del tiempo de estancia hospitalaria. El efecto sería menor respecto a las variables motoras, cognitivas y del habla. Sin embargo, aún no se ha demostrado la superioridad de una técnica de rehabilitación sobre otra y habrá que evaluar de manera prospectiva las nuevas técnicas. El efecto de la rehabilitación en la calidad de vida tampoco se ha establecido con exactitud. La atención en estructuras alternativas a la hospitalización completa tendría un efecto positivo, pero requiere un análisis más profundo. El grado de recuperación funcional, así como la probabilidad de retornar al domicilio de manera permanente, dependen sin duda alguna de la atención por parte de un equipo interdisciplinario coordinado y especializado, ya sea en el ámbito institucional o en el domicilio del paciente. Los beneficios en términos de mortalidad, morbilidad y dependencia pasan por una mejor prevención y por nuevas técnicas de cuidados, pero también por la reorganización del sistema de atención: creación de unidades  neurovasculares, de unidades de rehabilitación neurovascular, de equipos móviles especializados y de canales de asistencia médica específica y coordinada.

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Rehabilitación en el tratamiento de la enfermedad de Parkinson

La enfermedad de Parkinson es una patología que afecta a la motricidad del adulto.
La rehabilitación se orienta teniendo en cuenta los síntomas motores relacionados con la acinesia, la rigidez, los trastornos posturales o los trastornos cognitivos que acompañan al movimiento. No obstante, la semiología describe numerosas deficiencias asociadas; algunas son consideradas en la rehabilitación, otras no y constituyen lo que denominamos las «desgracias» del paciente.
Ante la gran variedad de síntomas, la descripción de la terapia rehabilitadora obedece a la evolución de la enfermedad. Para cada fase, se proponen determinadas estrategias de acuerdo con los déficits específicos y con las tareas cotidianas que están afectadas.

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Principios de rehabilitación del síndrome de Guillain-Barré, de las polirradiculopatías y polineuropatías

Para que resulte coherente la rehabilitación de las afecciones localizadas o difusas del sistema nervioso periférico es preciso:
— conocer el diagnóstico etiológico,
— valorar los elementos del pronóstico y de la eficacia del tratamiento etiológico.
Los grandes principios basados en el análisis de las deficiencias motoras, sensitivas o vegetativas consisten en:
— favorecer su regresión,
— compensar las discapacidades y las minusvalías,
— prevenir las complicaciones.
Para describir las distintas modalidades de intervención desde el diagnóstico hasta la readaptación se tomarán como referencia las polirradiculopatías y el síndrome de Guillain- Barré (SGB).

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Rehabilitación de los parapléjicos y tetrapléjicos adultos

La paraplejía y la tetraplejía son la consecuencia de una lesión de la médula espinal, que puede verse afectada, de forma variable, desde la charnela cervicooccipital hasta el cono medular. Las lesiones medulares se caracterizan no solamente por el déficit sensitivomotor, cuya importancia y nivel condicionan la posibilidad de la recuperación de la marcha, sino también por la presencia de trastornos vesicoesfinterianos, que necesitan una rehabilitación específica, y, sobre todo, por el riesgo permanente de complicaciones intercurrentes, especialmente cutáneas y ortopédicas, en ausencia incluso de cualquier modificación del déficit.
Todo esto demuestra la importancia tanto de la calidad de los cuidados iniciales, que han de comenzar en los primeros días siguientes a la lesión medular, como de la rehabilitación secundaria y de la atención regular de estos pacientes.

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Contribuciones de la medicina física y la readaptación al tratamiento del síndrome de Ehlers-Danlos

En 1657, el cirujano Van Meeckren redactó en latín los primeros informes acerca de esta enfermedad. Pero es al danés Ehlers y al francés Danlos a quienes correspondió el mérito de haber descrito los síndromes (el primero en 1899 y el segundo casi 9 años después) que, a partir de 1936 y por iniciativa de Parkes-Weber, llevarán sus nombres. En la clasificación de Villefranche, en 1977, se individualizaron seis formas diferentes basándose en criterios genéticos y clínicos. La forma más frecuente es autosómica dominante. Los síndromes de Ehlers-Danlos aparecen hoy como un conjunto muy dispar que combina hipermovilidad articular, hiperelasticidad cutánea, dolor, cansancio, fragilidad vascular y otras manifestaciones no tan frecuentes, pero sí graves desde el punto de vista funcional (sordera, alteraciones de la visión, problemas dentales) o del pronóstico vital (perforaciones digestivas, roturas de aneurismas). El diagnóstico se suele formular demasiado tarde por desconocimiento de las manifestaciones señaladas. Los únicos tratamientos eficaces son los de la medicina física y de readaptación (ergoterapia, fisioterapia, ortesis, agentes físicos). La cirugía funcional se debe prescribir con prudencia por la frecuencia de los fracasos por recidivas. Estas afecciones, muy invalidantes y con gran repercusión en el aspecto psíquico, necesitan apoyo psicológico y social.