Fracturas de pierna, tobillo y pie
La elección de un tratamiento adaptado a cada una de estas fracturas considera varios factores:
— tipo de fractura;
— presencia o ausencia de otros traumatismos;
— edad del paciente.
El principio del tratamiento es simple:
— reducir la deformación inicial a un grado aceptable;
— prevenir la recidiva de esta deformación durante la consolidación;
— lograr que el paciente recupere las mismas capacidades
funcionales que tenía antes de la fractura.
La rehabilitación comienza inmediatamente después del tratamiento y debe seguir dos principios:
— no perjudicar la consolidación;
—conservar o encontrar articulaciones sobre y subyacentes funcionales con el fin de restituir la autonomía anterior al traumatizado.
Cualquiera sea la técnica de reparación utilizada, ortopédica o quirúrgica, el período entre el accidente y la restitución funcional frecuentemente es largo, superior a tres meses, y es mal soportado en la sociedad contemporánea. Las complicaciones no son raras, retrasando de manera desesperante la reintegración a la actividad profesional.
Es difícil a veces hacer comprender que, a pesar de una rehabilitación bien conducida antes de la consolidación, será necesario, para tener un resultado satisfactorio, continuar
la rehabilitación, incluso una readaptación, durante varias semanas.