Tratamiento

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Patologías del codo y rehabilitación

El codo es la articulación pivote del miembro superior; situado entre el hombro y la muñeca, posiciona la mano en el espacio, actúa como pivote de la palanca del antebrazo y constituye una articulación de sostén en los pacientes minusválidos de los miembros inferiores. Las diversas patologías del codo (traumáticas, inflamatorias, degenerativas y/o nerviosas) pueden causar una limitación invalidante de su movilidad, a menudo mal compensada por la cintura escapular y/o la muñeca y la mano. La rehabilitación de la articulación del codo debe ser ante todo preventiva para evitar la rigidez que constituye la principal complicación de estas patologías. El programa kinesiterapéutico debe tener en cuenta la etiología de la patología articular y al mismo tiempo integrar los movimientos del codo en el conjunto de la cadena articular del miembro superior.

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Rehabilitación del hombro no operado

La rehabilitación del hombro no operado es un tratamiento específico y eficaz de muchas patologías que requiere un buen conocimiento de la fisiología y de la patología de esta articulación.
El tratamiento rehabilitador debe basarse en un diagnóstico preciso con el objetivo de obtener la remisión o la desaparición de los síntomas.
La motivación del paciente es muy importante para desarrollar un programa que con frecuencia es largo y asociado a una autorrehabilitación indispensable.
La progresión y el resultado final se aprecian mediante puntuaciones codificadas y reconocidas que permiten la evaluación objetiva de los resultados.

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Rehabilitación de la rigidez postraumática de los dedos

La rigidez postraumática de los dedos es frecuente y costosa en términos humanos y económicos. Curiosamente, la causa más común sería aún iatrógena por falta de tratamiento o aplicación de tratamientos incorrectos. Eso ocurre a pesar de que se conocen cada vez mejor los mecanismos fisiopatológicos del trastorno, y que la precisión del diagnóstico permite enfocar bien el problema y ajustar el tratamiento. Éste progresa en forma constante, destacándose los pequeños dispositivos ortésicos y la inclusión del movimiento activo, intencional , en ergoterapia. Los autores analizan todos esos elementos y hacen hincapié en las características que dependen de la localización anatómica de las lesiones y del origen traumático o quirúrgico

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Reimplantación de los dedos y de la mano

Actualmente, la reimplantación de la mano y de los dedos cuenta con técnicas microquirúrgicas que permiten obtener resultados inimaginables hace tan sólo 30 años. El tipo de intervención depende del número y la localización de los segmentos amputados, y de su mecanismo, teniendo en cuenta que el pronóstico de avulsión es el más temible. La conservación del pulgar resulta esencial, así como la de las amputaciones transmetacarpianas. La rehabilitación comienza precozmente combatiendo el edema y la amiotrofia desde el punto de vista articular, muscular, cutáneo y sensitivo, y con la ayuda de ortesis. La reintegración se considera de inmediato y requiere la movilización de las personas implicadas.
Los resultados (basados en el porcentaje de supervivientes, el factor de satisfacción del paciente, la calidad de la recuperación sensitiva, la intolerancia al frío y la reanudación de la actividad laboral) son muy satisfactorios, con un récord para las reimplantaciones del pulgar y las reimplantaciones distales.
Sin embargo, dichos resultados dependen de la colaboración entre el equipo quirúrgico y el equipo de rehabilitación.

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Fracturas de pierna, tobillo y pie

La elección de un tratamiento adaptado a cada una de estas fracturas considera varios factores:
— tipo de fractura;
— presencia o ausencia de otros traumatismos;
— edad del paciente.
El principio del tratamiento es simple:
— reducir la deformación inicial a un grado aceptable;
— prevenir la recidiva de esta deformación durante la consolidación;
— lograr que el paciente recupere las mismas capacidades
funcionales que tenía antes de la fractura.
La rehabilitación comienza inmediatamente después del tratamiento y debe seguir dos principios:
— no perjudicar la consolidación;
—conservar o encontrar articulaciones sobre y subyacentes funcionales con el fin de restituir la autonomía anterior al traumatizado.
Cualquiera sea la técnica de reparación utilizada, ortopédica o quirúrgica, el período entre el accidente y la restitución funcional frecuentemente es largo, superior a tres meses, y es mal soportado en la sociedad contemporánea. Las complicaciones no son raras, retrasando de manera desesperante la reintegración a la actividad profesional.
Es difícil a veces hacer comprender que, a pesar de una rehabilitación bien conducida antes de la consolidación, será necesario, para tener un resultado satisfactorio, continuar
la rehabilitación, incluso una readaptación, durante varias semanas.

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Rehabilitación en los esguinces de rodilla

Los métodos e indicaciones terapéuticos en el tratamiento de los esguinces de la rodilla han evolucionado considerablemente desde hace algunos años. Una mejor selección de los pacientes y el perfeccionamiento de las técnicas quirúrgicas han permitido mejorar, de manera notable, la calidad de los resultados obtenidos. Los enfermos deben realizar una rehabilitación bien dirigida. El valor del resultado final dependerá, en igual medida, de la rehabilitación y del tratamiento inicial.

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Esguinces de tobillo

Diagnosticar un esguince externo de tobillo es un problema cotidiano. En primer término se debe hacer el diagnóstico diferencial para luego evaluar la gravedad. Sea cual seael diagnóstico de gravedad, se recomienda el tratamiento funcional, cuya duración será variable.
Este tratamiento está basado en métodos de rehabilitación progresiva: colocación de ortesis de estabilización, lucha contra el dolor, lucha contra los trastornos tróficos, trabajo de flexibilidad articular, trabajo muscular y reprogramación neuromuscular desde el comienzo y suficientemente prolongada.

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Tratamiento y rehabilitación de las lesiones de los nervios periféricos

El tratamiento rehabilitador de un paciente con una lesión nerviosa periférica es un trabajo largo y difícil. Es preciso repetir periódicamente las evaluaciones del diagnóstico kinesiterapéutico ya que se trata de un proceso evolutivo. A partir de los datos fisiológicos que se recuerdan en este artículo, el kinesiterapeuta adapta sus técnicas de rehabilitación al paciente, a sus posibilidades de recuperación y a sus necesidades funcionales y profesionales. Debe enseñarle a protegerse y a potenciar al máximo sus capacidades, ya que las secuelas son frecuentes y requieren a veces el aprendizaje de compensaciones.

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Evaluación y tratamiento de las enfermedades neuromusculares

El tratamiento de las enfermedades neuromusculares se basa en el diagnóstico establecido sobre bases sólidas y en la evaluación del pronóstico realizada a título individual, dada la extrema variabilidad de la presentación clínica y la evolutividad de estas enfermedades. La complejidad de las consecuencias ortopédicas, cardíacas o respiratorias requiere un enfoque pluridisciplinario en el cual la medicina física desempeña un papel importante.