El Sistema Respiratorio está constituido por las vías respiratorias y los pulmones. Los pulmones a su vez, están formados por millones de estructuras huecas, que se llenan de aire, que tienen forma de saco y paredes delgadas con vasos sanguíneos, denominados alvéolos pulmonares. En ellos ocurre la entrada del oxígeno a la sangre. Cuando esos espacios y algunos pequeños conductos presentes en el puimón se inflaman, como parte de un proceso infeccioso, debido a bacterias, virus u hongos, es que hablamos de neumonía, neumonitis o pulmonía.
La Neumonía es un proceso inflamatorio agudo del pulmón que involucra las vías aéreas terminales, espacios alveolares e intersticio, en su gran mayoría es de origen infeccioso y menos frecuentemente se produce por agentes físicos o químicos.
El equilibrio ente la agresividad de las bacterias y la capacidad del sistema inmunitario del hospedero determinará sí éste es capaz o no de eliminar los microorganismos que han alcanzado el tracto respiratorio profundo. Si para conseguirlo se genera una respuesta inflamatoria significativa, el paciente desarrollará una neumonía clínicamente evidente.
La neumonía es pues, una inflamación aguda del pulmón que normalmente tiene una recuperación total; no obstante, en algunos casos se puede originar otras enfermedades como fibrosis, bronquiectasias y cuando están involucrado agentes patógenos, se puede producir necrosis con formación de abscesos.
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