En otros artículos he hablado sobre la singularidad tecnológica (la de Vinge, no confundirla con la de Kurzweil que tiene otras pretensiones) y de las superinteligencias que esta contempla.
Hoy quiero enfocar el problema desde una visión más realista, por lo que comenzaremos con la pregunta: ¿Surgirá una inteligencia superior a la humana?
Teníamos cuatro posibles superinteligencias (algunos le llaman inteligencias suprahumanas).
- Superinteligencia artificial
- Superinteligencia hibrida
- Superinteligencia colectiva
- Superinteligencia biológica
Comencemos por la artificial. ¿Estará el hombre dispuesto a construir una inteligencia no humana que lo supere? “Si no trabajamos en las tecnologías inteligentes alguien lo hará”. O sea que las necesidades del mercado y la competencia que esta genera, nos llevara inevitablemente a el desarrollo de inteligencias artificiales (IAs) superior a la humana. Y no hemos mencionado la carrera armamentista, que tampoco se detendrá.
La única preocupación de que estas ideas no se lleven a cabo, con la prontitud requerida, serian las acciones que puedan desplegar los llamados “luditas” o “bioluditas”. Que son aquellos que proponen la prohibición de aquellas tecnologías que puedan significar un riesgo para la humanidad. Sin dudas una IA superior a la humana es un peligro para los humanos, si aceptamos que vivimos en una sociedad basada en la competencia y en la lucha por el poder.
Otros afirman que las ventajas son tantas que vale la pena correr los riesgos, pero algunos piensan que nos adentraremos en una aventura cuyas consecuencias son impredecibles.
Una de las ventajas, que traeria el surgimiento de una superinteligencia artificial, seria la copia de la mente (recargar la mente en una computadora). De la que Hans Moravec es un defensor. Y destaca las siguientes:
- Aumentar la velocidad de calculo
- Extender la vida
- Vivir en un espacio reducido; en una computadora
- Viajar a la velocidad de la luz
- Incrementar los conocimientos; podrían aumentar su memoria, agregar nuevos sentidos, etc.
- Aprender y comunicarse directamente; comunicación directa mente a mente.
Aquí hay cierta confusión. ¿De qué estamos hablando? De un artefacto que se conecta al cerebro y es capaz de extraerle la mente al individuo o de reproducir la mente desarrollando sus programas (programar todos los estados mentales), por supuesto estos programas se irán introduciendo directamente en una computadora, lo que han estado haciendo durante años los investigadores de la IA, sin mucho éxito (al menos, no han cumplido con las expectativas). En este segundo caso estamos hablando de una copia de la mente (codificada en forma de algoritmos) que se ejecutaría en una computadora. En mi opinión no estamos hablando de la mente humana, en todo caso de un sistema inteligente que simula aspectos de la mente. El primer caso sigue, aun, perteneciendo a la ciencia ficción.
A la euforia de Moravec, su une una predicción, algo preocupante, de Nick Bostrom: La superinteligencia (SI) será quizás el último invento que la raza humana necesita hacer, ya que esta (luego) se ocupará de la civilización en todos sus aspectos. Como se cuestionara Bill Joy, el futuro no nos necesita.
Entre las críticas al surgimiento de una inteligencia artificial, está la de Roger Penrose quien establece diferencias entre el funcionamiento de un ordenador, que es capaz solamente de un razonamiento algorítmico basado en secuencias lógicas, y el funcionamiento del cerebro humano, que es capaz de estar abierto a la improvisación y a lo inesperado, a lo caótico, es decir, a lo creativo.
Los investigadores de IA, siguen creyendo que, aunque pueda tomar décadas para aclarar todos los detalles, no hay nada adicional subyacente en el pensamiento: es solo tratamiento de la información. Y siguen aferrados a la metáfora de que el cerebro es equivalente al hardware de una computadora, por lo que es totalmente factible transferir la mente de un soporte (el cerebro) a otro (la maquina).
En cambio, los expertos en computación tradicional no pueden creer que las computadoras relativamente simples, en las que se ejecutan sus programas, se almacenan sus bases de datos, sus gráficos; que requiere de un sistema operativo y opera sobre algoritmos numéricos; puedan ser también el sustrato donde se puedan ejecutar los complejos procesos de la mente humana.
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