Aunque la mayoría de los casos son asintomáticos o presentan síntomas leves, el dengue puede manifestarse como una enfermedad grave que afecta a lactantes, niños pequeños y adultos, aunque raras veces resulta letal.
En general, los niños pequeños y las personas que tienen su primera infección con dengue presentan formas más leves de la enfermedad que los niños mayores y los adultos.
Los síntomas se presentan al cabo de un periodo de incubación de 4 a 10 días después de la picadura de un mosquito infectado y duran por lo común entre 2 y 7 días.
La Organización Mundial de la Salud clasifica el dengue en dos categorías principales: dengue (con o sin signos de alarma) y dengue grave. La clasificación secundaria de dengue con o sin signos de alarma está concebida para ayudar a los profesionales de la salud a seleccionar pacientes para su ingreso hospitalario, a fin de someterlos a observación estrecha, y reducir al mínimo el riesgo de que evolucionen hacia la forma más grave de dengue.
Se sospecha que una persona tiene dengue cuando presenta una fiebre elevada (40 °C/104 °F) acompañada de dos de los siguientes síntomas durante la fase febril (2 a 7 días):
– dolor de cabeza muy intenso
– dolor detrás de los globos oculares
– dolores musculares y articulares
– náuseas
– vómitos
– agrandamiento de ganglios linfáticos
– sarpullido
En general, los niños pequeños y las personas que se infectan por primera vez presentan formas más leves de la enfermedad que los niños mayores y los adultos. Los síntomas leves del dengue pueden confundirse con otras enfermedades que causan fiebre, molestias, dolores y sarpullido.