Hay al menos dos certezas que, a la altura de la semana 29 del año 2022 Domingo Molina Hernández, jefe del Programa de Arbovirosis en Ciego de Ávila, cavila: no se reportan fallecidos por dengue ni pacientes en estadios graves o críticos; sin embargo, cuando hurga en las estadísticas la alegría dura un “pestañazo”, porque en los últimos 15 días la reactividad creció en nueve puntos porcentuales, en comparación con la anterior quincena, hasta llegar a un 45,4 %.
Podría decirse que, en silencio, pero constantes, las cifras suben y el reporte de 740 casos febriles inespecíficos, que derivaron en 185 confirmados, no hace más que confirmarlo. A este ritmo, la tasa de incidencia es de un 15 por ciento, con peor comportamiento para los municipios de Majagua, Ciro Redondo, Primero de Enero, y Morón, donde, contradictoriamente, se ingresa poco.
Entonces cuando el especialista habla de disponibilidad de insumos para análisis, de trabajo en tiempo real en los laboratorios y de su descentralización, de modo tal que las pruebas IgM puedan realizarse en cualquier punto de la geografía avileña, está claro que hemos ganado en celeridad. De la toma de muestra al diagnóstico no transcurren 72 horas.
“Las dificultades para el diagnóstico se asocian al equipamiento, no a los insumos y reactivos. Por estos días, se trabaja fuerte en Majagua, con la mayor tasa de incidencia de la provincia, 60,2 por ciento, aunque las labores activectoriales han tenido altibajos por la disponibilidad de recursos”.
No obstante, como norma se mantienen el bloqueo del caso, o sea, fumigar las casas aledañas al confirmado, las radiobatidas y los estudios biológicos en grandes depósitos de agua; todo esto en dependencia de la estratificación de riesgo. Donde no haya un caso confirmado, no se realizarán acciones, razón de más para no ocultar los síntomas.
Ver más en: Periódico Invasor, Ciego de Ávila – 31 Julio 2022