Tratamiento

El principal tratamiento ante los cuadros diarreicos es evitar su evolución, ya sea tomando medidas higiénicas, respetando las dietas establecidas y mantener una correcta hidratación del paciente.

Entre las medidas higiénicas la más conocida e importante es el lavado de las manos, evitar compartir los utensilios personales de los pacientes y la descontaminación de los servicios sanitarios luego de la defecación si se tratase de causas infecciosas.

En cuanto a la dieta, hay medidas que son válidas para todo cuadro diarreico, sea cual sea su causa. Se trata de evitar alimentos que pueden incrementarlo, destacándose los productos lácteos, los alimentos ricos en grasas, salsas y dulces.

Suspender otros tipos de alimentos sin la orientación de un especialista puede ocasionar serios trastornos nutricionales que empeorarían el estado del paciente y su evolución. Existe la tradición de comenzar a preparar todos los alimentos hervidos en cuanto comienza una dieta, evitando todo tipo de grasas. Es necesario conocer que las vitaminas A, D, E y K son liposolubles, y necesitan de alguna grasa en la dieta para ser incorporadas al cuerpo durante la absorción.

Otra costumbre popular es la administración de vitaminas por vía parenteral en cuadros diarreicos de más de 7 días. Si el paciente no presenta un síndrome de malabsorción intestinal, no tiene impedimento para absorber las vitaminas, minerales y resto de nutrientes por vía digestiva fisiológicamente. Una sobredosificación de vitaminas por el empleo de estas vías puede presentar complicaciones adicionales.

Una vez atendido el paciente por personal médico, luego de ser comprobada su hidratación, este y solo él, puede indicarle la dieta correcta y algunos medicamentos si fuesen necesarios, como los antidiarreicos (loperamida, etc.) y antimicrobianos.

Complicaciones