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La insulina sigue fuera del alcance de muchos 100 años después de su descubrimiento

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Noviembre 2021

Salud

Los científicos que descubrieron la insulina hace 100 años se negaron a beneficiarse de su descubrimiento y vendieron la patente por un solo dólar. Desgraciadamente, ese gesto solidario ha sido suplantado por un negocio multimillonario que ha creado enormes brechas de acceso.

Un siglo después del descubrimiento de la insulina como tratamiento para la diabetes, sigue estando fuera del alcance de muchas personas que viven con esta enfermedad, según un nuevo informe de la agencia de la salud de la ONU, publicado este viernes.

El informe “Cumplir la promesa de hace100 años: hacer universal el acceso a la insulina” detalla los principales obstáculos para acceder a este medicamento vital para muchas personas; entre otros, los elevados precios, la escasa disponibilidad de insulina humana, un mercado dominado por unos pocos productores y la debilidad de los sistemas sanitarios.

El beneficio por encima de la solidaridad

La enfermedad de la diabetes se caracteriza por presentar niveles elevados de azúcar en sangre que, con el tiempo, pueden dañar gravemente muchos órganos y sistemas, como el corazón, los vasos sanguíneos, los ojos, los riñones y el sistema nervioso.

La insulina es la “piedra angular” del tratamiento de la diabetes, y la Organización Mundial de la Salud (OMS) trabaja con los países y los fabricantes para ampliar el acceso a todas las personas que la necesitan.

“Los científicos que descubrieron la insulina hace 100 años se negaron a beneficiarse de su descubrimiento y vendieron la patente por un solo dólar”, explicó su director general Tedros Adhanom Ghebreyesus..

“Desgraciadamente, ese gesto solidario ha sido suplantado por un negocio multimillonario que ha creado enormes brechas de acceso”, añadió

La insulina no llega a millones de personas

Existen dos tipos de diabetes. La de tipo 1, conocida anteriormente como diabetes juvenil, es una enfermedad crónica en la que el páncreas produce poca o ninguna insulina. Para nueve millones de personas en todo el mundo que padecen diabetes de tipo 1, tener acceso a la insulina convierte la enfermedad en algo manejable.

La forma más común de diabetes es la de tipo 2, que suelen padecer los adultos. Se produce cuando el organismo se vuelve resistente a la insulina o no la produce en cantidad suficiente.

La agencia para la salud afirma que para más de 60 millones de personas que viven con diabetes de tipo 2, la insulina es esencial para reducir el riesgo de insuficiencia renal, ceguera o amputación. Sin embargo, una de cada dos personas que necesitan este medicamento no lo reciben.

Aunque el número de enfermos de diabetes está aumentando en los países de ingresos bajos y medios, no lo ha hecho así el consumo de insulina.

Asimismo, a pesar de que tres de cada cuatro personas con diabetes de tipo 2 viven fuera de Norteamérica y Europa, estos representan menos del 40% de los ingresos por ventas de insulina.

Cerrar la brecha de la insulina

El informe ofrece medidas para mejorar el acceso a la insulina y productos afines.

Las acciones incluyen el impulso de la producción y el suministro de insulina humana, y la diversificación de la fabricación de productos biosimilares para crear competencia y reducir los precios.

La Organización Mundial de la Salud  explicó que los mercados mundiales han pasado de la insulina humana, que puede producirse a un coste relativamente bajo, a las insulinas sintéticas más caras, que pueden ser hasta tres veces más caras.

La agencia de la ONU pidió que se mejorara la asequibilidad regulando los precios y los márgenes de beneficio mediante la adquisición conjunta y una mayor transparencia de los precios, y fomentando la capacidad de fabricación local en las regiones insuficientemente atendidas.

El diálogo da resultados

Al mismo tiempo, la investigación y el desarrollo deben centrarse en las necesidades de los países de ingresos bajos y medios, mientras que el aumento del acceso a la insulina debe ir acompañado de un diagnóstico rápido junto con el acceso a dispositivos asequibles para inyectar el medicamento y controlar la glucemia.

La OMS ha colaborado con la industria farmacéutica para abordar algunos de los obstáculos que dificultan la disponibilidad de la insulina, los medicamentos y las tecnologías conexas, mediante la celebración de diálogos con las asociaciones empresariales y los fabricantes.

Esto ha dado lugar a varios compromisos por parte de la industria, que van desde la elaboración de un plan de políticas para mejorar el acceso a los biosimilares de la insulina, hasta la participación en el programa de preselección de la Organización Mundial de la Salud  para la insulina, los medidores de glucosa, las tiras reactivas y las herramientas de diagnóstico.

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INFOBAE

Infobae diario digital

Martes 16 de Noviembre de 2021

Ciencia

Probarán una nueva vacuna contra el COVID-19 que se aplica con un parche en la piel

El inoculante es desarrollado por una empresa del Reino Unido, que también estudia otra para el dengue. Qué diferencias tiene con la generación de vacunas que ya se aplican?

Ocho vacunas contra el COVID-19 que han sido autorizadas por autoridades sanitarias se aplican masivamente en el mundo. Se han aplicado 7.160 millones de dosis. En la carrera contra la pandemia, otras 10 candidatas vacunales fueron abandonadas, pero el desarrollo de otros inoculantes continúa. En este instante, se están probando 107 vacunas en ensayos clínicos en humanos, y 41 han llegado a las fases finales de las pruebas. Además, hay 75 candidatas que se están investigando activamente en animales.

En la segunda generación de vacunas, hay aún más variedad que en la primera. Esta semana una empresa con sede en Oxfordshire, Reino Unido, anunció que comenzará en breve la Fase I del ensayo clínico de una vacuna de segunda generación contra el Covid-19 que se administra a través de un parche cutáneo y que usa células T para matar células infectadas.

Esa candidata vacunal podría ofrecer una inmunidad más duradera que los inoculantes actuales. Este compuesto prepara las células T para eliminar las células infectadas del cuerpo rápidamente después de la infección. De esta manera, evita la replicación viral y la enfermedad.

Mientras que los anticuerpos producidos por las vacunas actuales contra el coronavirus se adhieren al virus y evitan que infecte las células, las células T de la candidata vacunal encuentran y destruyen las células infectadas. Vacunas como la de las empresas Pfizer/BioNTech o la de AstraZeneca también producen una respuesta de células T, pero en menor medida.

La empresa que iniciará la Fase I, Emergex, recibió luz verde de la autoridad regulatoria de medicamentos y vacunas de Suiza. Hará el ensayo en humanos en Lausana en los que participarán 26 personas que recibirán una dosis alta y baja de su vacuna experimental a partir del 3 de enero. Se esperan los resultados provisionales del ensayo para junio.

Se sabe que las vacunas de la primera generación provocan principalmente una respuesta de anticuerpos que puede disminuir con el tiempo. “Esta es la primera vez que un regulador ha aprobado una vacuna contra el COVID-19 para entrar en ensayos clínicos cuyo único propósito es generar una respuesta de células T dirigida en ausencia de una respuesta de anticuerpos”, explicó Robin Cohen, director comercial de la empresa.

Las vacunas de la primera generación provocan principalmente una respuesta de anticuerpos que disminuye con el tiempo, lo que significa que las personas necesitan inyecciones de refuerzo para mantener la protección contra el virus. En cambio, la vacuna de Emergex funciona de manera diferente, al matar las células infectadas rápidamente. Esto significa que podría ofrecer una inmunidad más duradera, posiblemente durante décadas, y también podría ser mejor para combatir las mutaciones del virus, sostuvo Cohen.

Sin embargo, habrá que esperar los resultados que demuestren los beneficios de la vacuna por el parche cutáneo. Danny Altmann, profesor de inmunología en el Imperial College de Londres, manifestó sus dudas sobre una vacuna de células T “pudiera hacer el trabajo por sí sola”. Sugirió que ese tipo de vacuna podría desempeñar un papel complementario, en un enfoque de combinación de diferentes vacunas para las distintas dosis.

La vacuna se administrará a través de un parche cutáneo que contiene microagujas que liberan la inyección en segundos. El profesor Blaise Genton, investigador principal del ensayo del Centro de Atención Primaria y Salud Pública (Unisante) de la Universidad de Lausana, Suiza, comentó: “Aunque las vacunas actuales contra el COVID-19 han logrado avances significativos en la reducción de la mortalidad y la morbilidad, aún quedan retos por resolver, especialmente con el desarrollo de nuevas variantes. Este nuevo y emocionante enfoque científico para el desarrollo de una vacuna contra el SARS-CoV-2 aborda la necesidad de generar una respuesta de células T para provocar una inmunidad a largo plazo. Estamos deseando evaluar los resultados cuando estén disponibles”.

La vacuna eventualmente se administrará a través de un parche cutáneo que contiene microagujas que liberan la inyección en segundos. Puede durar hasta tres meses a temperatura ambiente, a diferencia de otros inmunógenos que deben almacenarse en el congelador o el refrigerador.

El compuesto de Emergex no estará disponible hasta 2025 como muy pronto, el plazo habitual para el desarrollo de una vacuna. El año pasado, las vacunas contra el COVID-19 se desarrollaron en unos meses a medida que se aceleraba el proceso regulatorio, pero la emergencia ha pasado, señaló Cohen, el representante de la empresa que también en un estudio separado está probando otra vacuna de células T contra el dengue en humanos.

El 28 de octubre pasado, también se habían difundido los resultados de un estudio pre-clínico de otra vacuna contra el COVID-19 que se aplicaría a través de un parche. Un equipo de científicos de la Universidad de Queensland, en Australia, y de instituciones del Reino Unido, Francia, Japón, Eslovenia, China y Singapur informó que logró proteger a ratones contra el coronavirus al administrarles esa candidata vacunal desarrollada en Estados Unidos. Publicaron los resultados en la revista Science Advances.

Ese consorcio de investigadores de diferentes países evaluó a la candidata vacunal Hexapro de la Universidad de Texas, que es administrada mediante el parche de micromatriz de alta densidad desarrollado por la Universidad de Queensland y comercializado por la empresa Vaxxas. Demostraron que la candidata vacunal sin agujas proporcionó protección contra la enfermedad de COVID-19 con un único “clic” indoloro de un aplicador de bolsillo. El doctor David Muller, de la Facultad de Química y Biociencias Moleculares de la universidad australiana, contó que el parche de la vacuna produjo fuertes respuestas inmunitarias que se mostraron eficaces cuando los ratones fueron expuestos al coronavirus.

En la India, también hay investigadores que desarrollaron otra vacuna que no requiere el uso de agujas y fue autorizada en agosto por la autoridad sanitaria. Fue desarrollada por una empresa farmacéutica local, Zydus Cadila. Se llama ZyCoV-D, utiliza una tecnología basada en el ADN que utiliza el código genético de ciertas proteínas virales para entrenar de forma similar al sistema inmunitario. Fue la primera vacuna contra el Covid-19 de este tipo que obtuvo la autorización de una agencia sanitaria gubernamental.

https://www.infobae.com/america/ciencia-america/2021/11/16/probaran-una-nueva-vacuna-contra-el-covid-19-que-se-aplica-con-un-parche-en-la-piel/

 

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El ácido palmítico promueve la metástasis y hace más agresivas a las células tumorales

El aceite de palma es un aceite vegetal rico en grasas saturadas, fundamentalmente ácido palmítico, empleado frecuentemente en alimentación. Investigadores del Instituto de Investigación Biomédica (IRB) Barcelona publican en la revista Nature el mecanismo por el cual este ácido –y no el oleico o linoleico– favorece la expansión del cáncer.
La metástasis, que se presenta cuando las células cancerosas se desprenden del tumor primario y forman uno nuevo en otros órganos o tejidos, es la causante del 90 % de las muertes por cáncer. Un nuevo estudio publicado en la revista Nature indica cómo una dieta rica en ácido palmítico –el componente principal del aceite de palma– altera el genoma del cáncer y aumenta la probabilidad de que se extienda.
En este trabajo, células de tumores orales y melanomas procedentes de pacientes han sido expuestas a una dieta rica en dicho ácido y se ha observado que tienen mayor capacidad de hacer metástasis en ratones, incluso cuando esta dieta se suministra durante un periodo muy breve de tiempo. Esto se debe a que las modificaciones que genera el ácido graso sobre el genoma de las células metastáticas son permanentes.
Células de tumores orales y melanomas de pacientes han sido expuestas a una dieta rica en ácido palmítico y se ha observado que tienen mayor capacidad de hacer metástasis en ratones
Los autores, científicos del IRB Barcelona, liderados por Salvador Aznar-Benitah, creen que estos resultados se pueden extrapolar a las personas enfermas: “Hemos visto con datos de expresión génica de varios tipos de cáncer en cientos de pacientes que las rutas que hemos estudiado correlacionan con mal pronóstico en varios de estos tumores”, explica a SINC.
“Es pronto todavía, pero esto sugiere que los resultados son muy relevantes para pacientes de cáncer. La única forma de verificar esto es mediante ensayos clínicos y para eso sí que necesitaríamos aún bastantes años”, añade Aznar-Benitah.
Los investigadores han identificado una serie de marcadores de la exposición al ácido palmítico en las células tumorales: un cambio que hace que estas mantengan una mayor capacidad metastática, incluso meses después de estar expuestas al ácido graso y que podría estar relacionado con una mayor capacidad de estas células tumorales para inervarse.
“En 2017 publicamos un estudio sobre que el ácido palmítico se correlaciona con un mayor riesgo de metástasis, pero no conocíamos el mecanismo. En este ya detallamos el proceso, desvelamos que existe un factor de ‘memoria’ de la capacidad metastática y señalamos una vía terapéutica para revertirlo”, subraya Aznar-Benitah.
Los expertos han empezado a desarrollar terapias para interrumpir este proceso: “Lo que vamos a probar a partir de ahora nos dirá si algunos de estos hallazgos pueden tener potencial en la clínica”.
No ocurre con otros tipos de aceites
Los resultados indican que una dieta rica en aceite de palma sería perjudicial para el desarrollo del cáncer, incluso si tiene lugar en una fase muy inicial de la enfermedad en la que el tumor primario quizás no ha sido detectado aún.
Los científicos han observado que esta capacidad expansiva y colonizadora se adquiere debido al consumo de ácido palmítico (predominante en el aceite de palma), pero no ocurre así con el ácido oleico (muy abundante en el aceite de oliva) o el ácido linoleico (característico de la linaza).
Estos resultados apuntan a que la agresividad no solo tiene que ver con el metabolismo de las grasas, sino también las modificaciones epigenéticas que se producen en las células tumorales cuando ingieren ácido palmítico.
La clave para la expansión del tumor
Para que una célula tumoral pueda establecer una metástasis, primero debe desprenderse del tumor de origen, introducirse en los vasos sanguíneos o linfáticos, alcanzar otro órgano vital y sobrevivir y crecer allí. En este estudio, los autores han identificado que una dieta rica en ácido palmítico permite a las células tumorales crear una red neuronal alrededor del tumor.
Las células tumorales más metastáticas adquieren capacidad para llamar al sistema nervioso y la red neuronal que se forma alrededor del tumor genera un entorno regenerativo, que las células utilizan en su propio beneficio, para crecer y expandirse.
Uno de los elementos clave en la formación de la red neuronal que favorece la metástasis son las llamadas células Schwann, que rodean y protegen a las neuronas. Este nuevo trabajo muestra que, bloqueando a las células Schwann por distintas vías se inhibe la formación de esta red nerviosa, y la metástasis no tiene lugar.
Si bien el estudio es esperanzador porque abre nuevos caminos para la investigación y el desarrollo de terapias dirigidas a evitar específicamente la metástasis, existen limitaciones
Trabajo con limitaciones
Si bien para Salvador Aznar-Benitah el estudio es esperanzador porque abre nuevos caminos para la investigación y el desarrollo de terapias dirigidas a evitar la metástasis del cáncer, existen limitaciones.
Aunque trabajemos con tumores de pacientes, siempre los estamos trasplantando a ratones inmunodeprimidos (si no, el animal rechazaría el tumor). Por tanto, no nos ha sido posible analizar la posible interacción entre la grasa de la dieta, las células metastásicas, los nervios y el sistema inmunitario”.
“Esto lo estamos estudiando ahora en nuevos modelos que hemos establecido en el laboratorio y que ahora sí que nos permiten analizar este aspecto potencialmente interesante de la metástasis”, concluye.
noviembre 14/2021 (SINC)
Referencia:
Pascual G., Domínguez D., Laudanna C., Elosua-Bayes M., Bigas C., Beckedorff F., Douillet D., Greco C., Symeonidi A., Hernández I., Ruiz Gil S., Prats N., Bescós C., Shiekhattar R., Amit M., Heyn H., Shilatifard A. & Aznar Benitah S.: ‘Dietary palmitic acid promotes a metastatic memory via Schwann cells. Nature (2021) DOI: 10.1038/s41586-021-04075-0
El proyecto ha recibido financiación del Worldwide Cancer Research, la Asociación Española Contra el Cáncer, la Marató de TV3, la Fundación BBVA, el European Research Council, la Generalitat de Cataluña, el Ministerio de Ciencia e Innovación del Gobierno de España, la Fundación Lilliane Bettencourt, la Fundación “la Caixa”, el National Cancer Institute y la University of Miami Miller School of Medicine, Sylvester Comprehensive Cancer Center.