El potencial para vivir una larga vida saludable es un aspecto fundamental del desarrollo humano. En recientes décadas enormes progresos han sido obtenidos en salud y sobrevivencia alrededor del mundo. Las expectativas de vida al nacer para la población mundial subieron de 46 años en 1950-1955 a 66 años en 2000-2005. Sin embargo, amplias disparidades permanecen en niveles de mortalidad a través de los países y regiones. Estas diferencias reflejan desigualdades en el acceso a los alimentos, agua, saneamiento, atención médica y otras necesidades humanas básicas y también reflejan factores de riesgo, elecciones de comportamiento y contextos sociales que afectan la sobrevivencia de los individuos. La reducción de la mortalidad, particularmente la infantil y la materna, es un meta principal en los objetivos de desarrollo aceptados internacionalmente, tales como aquellos contenios en el Programa de Acción de la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo y en la Declaración del Milenium de las Naciones Unidas. Este gráfico publicado por la División de Población del Departamento de Relaciones Económicas y Sociales de las Naciones Unidas presenta los indicadores claves de mortalidad en los niveles de país, región y mundial para el período de 2000-2005. Idioma inglés
Leave a Comment