Contracciones

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Tortícolis congénitos

Los tortícolis congénitos se diagnostican al nacer o más tarde, en el lactante o el niño pequeño. El tortícolis debe considerarse un signo clínico y no una patología. Su presencia puede ser el indicio de numerosas afecciones, que deben conocerse, ya que algunas son graves.
Para los especialistas en medicina física y los kinesiterapeutas revisten particular interés el tortícolis congénito postural y el tortícolis congénito muscular. En este fascículo se describen el diagnóstico y las técnicas de rehabilitación.

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Contracturas musculares

Las contracturas musculares se clasifican en tres grupos según su fisiopatología. Las contracturas antálgicas corresponden a un reflejo nociceptivo en flexión. Las contracturas álgicas son variadas (calambres, hiperactividad muscular, contracturas metabólicas). Las contracturas análgicas comprenden las contracturas miostáticas («retracciones» en la literatura francesa) y miotáticas correspondientes a la espasticidad. El capítulo de las contracturas musculares ilustra la confusión que puede reinar en el uso de las denominaciones.