Diagnóstico

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Diagnóstico y tratamiento de los síndromes por compresión en el desfiladerocervicotoracobraquial. Papel de la rehabilitación

El síndrome del desfiladero toracobraquial se produce por compresión del pedículo vasculonervioso del miembro superior. La angostura del desfiladero toracobraquial a menudo es consecuencia de una anomalía ósea, ligamentosa o muscular y se ve agravada por un desequilibrio de los músculos de la cintura escapular, que conduce a un progresivo descenso de ésta.
La rehabilitación tiene como objetivo la corrección de dicho desequilibrio muscular, así como de los trastornos posturales adquiridos. Con frecuencia resulta eficaz, siempre y cuando se siga un procedimiento estricto y éste se complemente a largo plazo con un entrenamiento personal por parte del paciente. La rehabilitación constituye la primera etapa terapéutica cuando no existen complicaciones neurovasculares graves. Las indicaciones de la cirugía son fundamentalmente las complicaciones arteriales, venosas y neurológicas graves, al igual que el fracaso de una rehabilitación bien orientada ante un síndrome de desfiladero toracobraquial invalidante.

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Rehabilitación del hombro no operado

La rehabilitación del hombro no operado es un tratamiento específico y eficaz de muchas patologías que requiere un buen conocimiento de la fisiología y de la patología de esta articulación.
El tratamiento rehabilitador debe basarse en un diagnóstico preciso con el objetivo de obtener la remisión o la desaparición de los síntomas.
La motivación del paciente es muy importante para desarrollar un programa que con frecuencia es largo y asociado a una autorrehabilitación indispensable.
La progresión y el resultado final se aprecian mediante puntuaciones codificadas y reconocidas que permiten la evaluación objetiva de los resultados.

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La marcha

La marcha es el modo de locomoción habitual del hombre, el que le permite desplazarse en posición vertical sin cansarse demasiado.
El desarrollo reciente de numerosas técnicas de exploración de la marcha permite visualizar y cuantificar los parámetros espaciotemporales de la marcha, el valor de los apoyos y de los parámetros angulares, así como la secuencia de funcionamiento de los grupos musculares. Son técnicas nuevas que permiten una aproximación objetiva y cuantificable de la marcha, pero que a pesar de su atractivo, no sustituyen un exámen atento, que es la base de la evaluación clínica de la marcha y de las cojeras.

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Exploración articular del raquis

El raquis está formado por una superposición de vértebras ligadas entre sí por articulaciones intervertebrales que comprenden: el disco intervertebral situado entre los cuerpos vertebrales, las articulaciones interapofisarias implantadas en la unión de los pedículos y las láminas ubicadas a ambos lados del conducto raquídeo. Además del disco y las cápsulas de las articulaciones interapofisarias, numerosos ligamentos rodean el raquis: los ligamentos vertebrales común anterior y común posterior por delante y por detrás del cuerpo vertebral, los ligamentos amarillos entre las láminas, los ligamentos intertransversos y los ligamentos supraespinosos e interespinosos. Según el trabajo de A. Lortat-Jacob realizado en base a piezas anatómicas y cuyas conclusiones figuran en el trabajo de S. Lortat-Jacob, el disco vertebral es el elemento que limita en primer lugar los movimientos de flexión-extensión. Por su parte, las articulaciones interapofisarias contribuyen a limitar los movimientos de flexión lateral y rotación

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Exploración articular clínica y goniométrica. Generalidades

La exploración de las amplitudes articulares es una técnica de análisis que permite cuantificar el movimiento del eje articular y las deformaciones ortopédicas, así como detectar los episodios de dolor y las sensaciones al final de un movimiento. Por tanto, es de índole cualitativa y cuantitativa. En combinación con otros métodos de exploración, contribuye a la formulación de un diagnóstico que hace posible la prescripción de un tratamiento adecuado, el análisis de los progresos alcanzados y la comunicación de los resultados a las personas interesadas. Puesto que la valoración articular subjetiva carece de garantías, es indispensable recurrir a instrumentos que permitan la objetivación y la cuantificación de las amplitudes. Las técnicas de medición son numerosas y cada terapeuta debe elegir las más adecuadas para la problemática a la que se enfrenta según la disponibilidad de medios materiales. Las amplitudes se pueden medir en valores angulares con goniómetros, en valores centimétricos o mediante la práctica de pruebas con puntuación.

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Espasticidad

Comprobada en el examen clínico, la espasticidad es un síntoma definido por el aumentode la velocidad dependiente de la resistencia del músculo al estiramiento. Las modificaciones de las propiedades mecánicas de los músculos, una reorganización sináptica segmentaria medular o la liberación de las vías segmentarias son susceptibles de explicar este síntoma. La gravedad de las consecuencias funcionales es variable.
Cuando está focalizada en un grupo muscular, se utiliza un tratamiento médico local (alcoholización del nervio, inyección de toxina botulínica) o quirúrgico (neurotomías, drezotomías [dorsal root entry zone]). Cuando es más difusa, normalmente se emplean drogas (baclofeno, dantroleno, diazepam, tizanidina). Cuando la espasticidad es muy importante y muy molesta funcionalmente, un tratamiento mediante baclofeno intratecal puede ser propuesto, en particular cuando existe compromiso medular. Se han descrito numerosas técnicas de kinesiterapia, con el fin de reducir la espasticidad; sus efectos, en  la mayoría de los casos, son transitorios.

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Comportamiento motor del miembro superior

En el miembro superior, los métodos de análisis cinesiológico tomados de la cinemática y de la cinética no se han desarrollado tanto como en el miembro inferior. La magnitud de las rotaciones y la imposibilidad de medir correctamente la cinemática tridimensional del omóplato y los dedos siguen dando lugar a numerosas hipótesis en cuanto a la cinemática absoluta de los eslabones del miembro superior. Los datos cinéticos son muy escasos, y además son incontrolables, ya que generalmente se obtienen por deducción.
Sólo la electromiografía (EMG) cinesiológica informa sobre las secuencias y la coordinación muscular a nivel del miembro superior. Es la única información objetiva, fácil de obtener sin causarle demasiada incomodidad a la persona, y adecuada para hacer estudios en situación de uso de la mano o la herramienta. Por todos estos motivos, en el presente artículo se han privilegiado las informaciones suministradas por la EMG, limitándose sin embargo a sus aspectos cualitativos a fin de simplificar su análisis.

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Estudio articular de la cadera

El estudio articular de la cadera, con frecuencia aproximativo e incluso insuficiente, tiene sin embargo una importancia fundamental, no sólo como referencia necesaria para que el terapeuta pueda juzgar la eficacia de su trabajo, sino como base de análisis y de reflexión sobre el papel de la coxofemoral en un trastorno de la bipedestación y de la marcha.
Contrariamente a las articulaciones fácilmente accesibles, como el codo o la rodilla, cuyos segmentos es sencillo localizar, en la cadera, debido a una situación más profunda, la determinación del centro articular es más incierta.
A todo esto se suman referencias pélvicas complejas, que a menudo son fuente de errores y de fenómenos de compensación, y una gran variabilidad en función del morfotipo, de la edad, del sexo y de una posible práctica deportiva regular.
Por esta razón es preferible adoptar una técnica basada en referencias pélvicas fiables y constantes de un examen a otro, e incluso de un examinador a otro.
Por último, la era de la cirugía protésica ortopédica comenzó hace varias décadas con la cadera, y por ello, en este capítulo, se ha considerado conveniente ofrecer algunos consejos de prudencia para la toma de las medidas de amplitud de movimiento articular de la coxofemoral protésica, tanto en el postoperatorio inmediato como a largo plazo.

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Valoraciones musculares

Las valoraciones musculares se dividen en:

-La evaluación muscular analítica que fué propuesta en la década del 50 para responder a la necesidad de cuantificar clínicamente la fuerza muscular en las lesiones neurológicas.
-La evaluación muscular mecanizada remedia la imprecisión de la evaluación muscular analítica. En estos sistemas el esfuerzo muscular se expresa en magnitudes físicas gracias a un aparato que opone resistencia al esfuerzo de contracción y mide la fuerza bruta que el grupo de músculos considerado ejerce sobre una palanca ósea.
Después de describir los principios, se muestran las técnicas: niveles y posiciones para la evaluación muscular analítica, y algunos valores normativos hallados en las publicaciones sobre la evaluación mecanizada.

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Evaluaciones articulares y clínicas de la rodilla

La articulación de la rodilla ha de satisfacer dos requisitos:
— por un lado, ser sólida y estable, ya que además de soportar el peso del cuerpo durante la marcha o la estación bípeda, en algunas ocasiones se halla sometida a cargas mucho mayores, como las que implican el salto (impulso), la halterofilia (levantamiento) o la carrera (aceleración);
— por otro lado, tener una movilidad suficiente para posibilitar la marcha, la puesta en cuclillas, la rotación, etc.
Se compone de dos articulaciones reunidas en una misma cavidad articular.
— La articulación femoropatelar es una articulación troclear. La cara posterior de la rótula, convexa y con una cresta mediana, se articula con la tróclea, que presenta una conformación inversa, vale decir, una garganta mediana excavada y dos superficies laterales. Esta disposición permite modificar la dirección de la acción del cuádriceps y aumentar su brazo de palanca. Sin embargo, cabe señalar que sobre el cartílago rotuliano
(que es el más grueso del organismo) se ejerce una gran presión.
— La articulacion femorotibial es bicondílea, y en realidad funciona como una articulación troclear. Hace posibles los movimientos de flexión-extensión y, cuando no está bloqueada en extensión máxima, también los de rotación. En los movimientos del fémur y de la tibia se combinan la rodadura y el deslizamiento. Los cóndilos no pueden desarrollar toda su superficie, y es preciso que «patinen» para mantener una buena congruencia articular. Así, al principio de la flexión predomina la rodadura, pero al final predomina el deslizamiento. En estos movimientos combinados es muy importante la función de los ligamentos cruzados.