Ortopedia

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Rehabilitación de la cadera operada

Los trastornos de la cadera acarrean dificultades en la marcha y cojera a causa del dolor, además de rigidez y déficit muscular en grados variables según la historia de la enfermedad. Para las displasias poco artrósicas se sugiere tratamiento quirúrgico paliativo; su rehabilitación implica en primer término una conducta de preservación hasta el momento de la consolidación, y luego rehabilitación, orientada sobre todo a la reactivación, el fortalecimiento muscular y el trabajo de la marcha. En las artrosis avanzadas y en las artropatías reumáticas destructivas se requiere artroplastia. La rehabilitación depende de los antecedentes de la enfermedad, del cuadro clínico preoperatorio, de la elección de las técnicas quirúrgicas y de las consignas del cirujano. Se elabora a partir de un examen clínico preciso y del análisis minucioso de las observaciones, y después se adapta conforme a la evolución y los objetivos establecidos con anterioridad. La rehabilitación es básicamente manual, individual y de evaluación periódica; se pone un énfasis particular en los signos que puedan evocar una complicación, de la que el fisioterapeuta suele ser el primero en tener conocimiento. La rehabilitación posquirúrgica de la cadera no siempre responde al mismo protocolo, sino a algunas reglas; en realidad, se adapta a cada paciente y cada cadera conforme a los antecedentes de la articulación, la técnica quirúrgica, la evolución ulterior y la rehabilitación analizada mediante exámenes sucesivos. En unos casos la rehabilitación se limita a su más simple expresión, y se basa en los consejos y el control postoperatorio: por ejemplo, artroplastia en primera intención por coxartrosis primaria. En otros, la rehabilitación ocupa un lugar primordial y debe iniciarse en un centro asistencial, antes de proseguir de modo ambulatorio durante varios meses, como en caso de desartrodesis o cirugía de reconstrucción compleja de la cadera. La calidad del análisis inicial es la base de la opción correcta y de la riqueza del procedimiento terapéutico.

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Reeducación de las cervicalgias

A raíz de su doble función, a la vez estática y dinámica, el raquis cervical es una región a la que habitualmente suele exigírsele un gran esfuerzo. Por otra parte, al participar en los fenómenos neurovegetativos de la esfera escapular y cefálica, se halla involucrado anatómica y funcionalmente en la organización y la distribución tónica local y general.
Además de los factores fisiológicos y hereditarios, existe una «marca» personal: la posición de la cabeza puede expresar tanto el orgullo como la humildad, la energía como el abandono. El carácter, el temperamento y las enfermedades modelan la postura del cuello, y en su estructura puede leerse la historia de las alegrías y las penas de un individuo.
El kinesiterapeuta deberá tomar a cargo, por lo tanto, no sólo una cervicalgia, sino también un hombre o una mujer que la padece.

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Artritis reumatoide del adulto. Rehabilitación funcional y estrategia de readaptación

La artritis reumatoide es el más frecuente de los reumatismos inflamatorios crónicos. Se caracteriza por una inflamación del tejido conjuntivo que predomina a nivel de la membrana sinovial: la sinovitis reumatoide, que distiende las estructuras capsuloligamentarias e invade progresivamente la cavidad articular y las vainas tendinosas; este «pannus sinovial» es el responsable de la destrucción osteocartilaginosa y de la rotura de los tendones.
A pesar de este característico tropismo articular, la artritis reumatoide es una enfermedad general, con manifestaciones muy diversas y a veces graves. Esas manifestaciones extra-articulares, cutáneas, viscerales, vasculares o nerviosas comprometen a veces el pronóstico vital y justifican entonces terapéuticas agresivas.

El tratamiento de la artritis reumatoide tiene cuatro objetivos principales: la sedación del dolor y de la inflamación, la lucha contra el desarrollo del pannus sinovial, el mantenimiento  e la función articular y la prevención de deformaciones y, en el último estadio de la deterioración articular, la restauración de la función, gracias a los medios conjugados de la rehabilitación funcional y de la cirugía ortopédica y reconstructiva.
Una estrategia terapéutica es necesaria. Es fundamental el enfoque pluridisciplinario, asociando reumatólogo, cirujano ortopédico y un equipo de rehabilitación funcional integrado por médico-rehabilitador, kinesiterapeuta, ergoterapeuta, podo-ortopedista y técnicos.

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Síndrome femoropatelar: clínica y tratamiento

En el presente artículo se estudia una afección que se manifiesta por dolor en la región anterior de la rodilla, conocido con el nombre de síndrome femoropatelar. Se describen laanatomía funcional y la biomecánica de la rodilla (incluido el movimiento normal), asícomo los factores que pueden desestabilizarla y predisponerla a padecer lesiones. Delmismo modo, se exponen el controvertido ángulo «Q» y sus relaciones con el dolorfemoropatelar. La importancia de una musculatura equilibrada para preservar la integridad de la rodilla y las eventuales consecuencias de la debilidad o una contracturamuscular se destacan igualmente. Se resumen los elementos de la exploración de larodilla: anamnesis, pruebas ortopédicas estándar, observación de la postura y de la marcha, y palpación. Los protocolos de tratamiento para la fase aguda, la fase de readaptación y la fase de consolidación también son descritos. Éstos incluyen técnicas de movilización suave, ejercicios en el domicilio y, eventualmente, el uso de una rodillera o de ortesis del pie.

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Escoliosis paralíticas

Es preciso distinguir las escoliosis paralíticas del niño de las del adulto. En el primero, habrá que prestar especial atención para que su crecimiento en el plano ortopédico y respiratorio sea el correcto; también se tratará de conseguir un desarrollo psicomotor armonioso, para que logre una autonomía máxima en la edad adulta. En el adulto, contrariamente a la opinión de algunos autores, las escoliosis pueden seguir progresando, sobre todo a partir de los cuarenta años. Además, surgen problemas relacionados con el dolor y los fenómenos degenerativos.
El tratamiento de la escoliosis paralítica exige la colaboración de varias personas, sin olvidar los especialistas en las patologías asociadas. Las causas de parálisis han evolucionado; el estudio de la poliomielitis permitió a Duval-Beaupère definir las leyes por las que se rigen las escoliosis y mejorar el tratamiento ortopédico de las escoliosis paralíticas: el corsé Garchois es la ortesis de elección en el niño paralítico gracias a su excelente poder de corrección y a que respeta la expansión torácica. Esto requiere una gran dosis de minuciosidad y tenacidad en el equipo, que debe tener experiencia y motivación.

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Rehabilitación en la enfermedad de Dupuytren

La curación de la enfermedad o contractura de Dupuytren, conocida desde 1832, sigue siendo un objetivo. Los diferentes tratamientos intentan recuperar la extensión de los dedos. La aponeurotomía y aponeurectomía no se oponen sino que se complementan.
Como en toda cirugía de la mano, la kinesiterapia es indispensable. A los medios clásicos, se suman elementos nuevos para tratar el dolor, prevenir los trastornos circulatorios, favorecer la cicatrización y recuperar las funciones de prensión. La evolución de los materiales permite actualmente un equipamiento ortésico más ligero y mejor adaptado. Las ortesis, ya sea estáticas o dinámicas, son un punto esencial de la rehabilitación. Las medidas que mejoran la comodidad del paciente permiten reducir el riesgo de complicaciones habituales como la algodistrofia.

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Actualidades sobre la rehabilitación en las prótesis del hombro

Las prótesis del hombro han cambiado mucho en los últimos 50 años. El enfoque actual apunta al uso de prótesis semirrestringidas que, si bien proporcionan mayor movilidad, necesitan que el manguito de los rotadores esté intacto. El buen resultado funcional requiere un tratamiento de rehabilitación. Éste, que comienza durante la fase de inmovilización con la finalidad principal de recuperar las movilidades pasivas del hombro, y en particular de la articulación glenohumeral, prosigue tras la ablación progresiva de los elementos de contención mediante trabajo muscular activo asistido, facilitado por la balneoterapia. La última fase combina el trabajo muscular con la recuperación de los movimientos, en este caso con amplia participación de la ergoterapia. La rehabilitación es sobre todo analítica en la primera fase, analítica y global en la segunda, básicamente destinada a la recuperación de los movimientos, eventualmente con un desarrollo de compensaciones, en la tercera.

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Patologías del codo y rehabilitación

El codo es la articulación pivote del miembro superior; situado entre el hombro y la muñeca, posiciona la mano en el espacio, actúa como pivote de la palanca del antebrazo y constituye una articulación de sostén en los pacientes minusválidos de los miembros inferiores. Las diversas patologías del codo (traumáticas, inflamatorias, degenerativas y/o nerviosas) pueden causar una limitación invalidante de su movilidad, a menudo mal compensada por la cintura escapular y/o la muñeca y la mano. La rehabilitación de la articulación del codo debe ser ante todo preventiva para evitar la rigidez que constituye la principal complicación de estas patologías. El programa kinesiterapéutico debe tener en cuenta la etiología de la patología articular y al mismo tiempo integrar los movimientos del codo en el conjunto de la cadena articular del miembro superior.

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Consolidación ósea y rehabilitación

Actualmente el tratamiento de una fractura debe permitir su consolidación anatómica y una recuperación funcional ad integrum.
Las indicaciones terapéuticas dependen del tipo de fractura, de las exigencias profesionales y/o deportivas del paciente y de los hábitos del médico.
Una osteosíntesis que garantice la estabilidad inmediata autoriza la rehabilitación articular y muscular precoz, pero modifica las condiciones biológicas y mecánicas de la consolidación ósea espontánea y establece una serie de límites a la kinesiterapia en función del tipo de fractura, de la modalidad de la osteosíntesis y del estadio de evolución.
Una osteosíntesis defectuosa y/o una inadecuada rehabilitación exponen a una consolidación patológica.

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Reimplantación de los dedos y de la mano

Actualmente, la reimplantación de la mano y de los dedos cuenta con técnicas microquirúrgicas que permiten obtener resultados inimaginables hace tan sólo 30 años. El tipo de intervención depende del número y la localización de los segmentos amputados, y de su mecanismo, teniendo en cuenta que el pronóstico de avulsión es el más temible. La conservación del pulgar resulta esencial, así como la de las amputaciones transmetacarpianas. La rehabilitación comienza precozmente combatiendo el edema y la amiotrofia desde el punto de vista articular, muscular, cutáneo y sensitivo, y con la ayuda de ortesis. La reintegración se considera de inmediato y requiere la movilización de las personas implicadas.
Los resultados (basados en el porcentaje de supervivientes, el factor de satisfacción del paciente, la calidad de la recuperación sensitiva, la intolerancia al frío y la reanudación de la actividad laboral) son muy satisfactorios, con un récord para las reimplantaciones del pulgar y las reimplantaciones distales.
Sin embargo, dichos resultados dependen de la colaboración entre el equipo quirúrgico y el equipo de rehabilitación.