Tratamiento y evolución

Tratamiento quirúrgico

La única opción para lograr supervivencia a largo plazo ante un carcinoma hepatocelular consiste en la escisión quirúrgica completa del tumor. Esto solo se puede lograr en estadios iniciales de la enfermedad.

Trasplante hepático

Trasplante hepático ortotópico. Foto: Dr.C. Julio César Hernández Perera

El trasplante ortotópico de hígado (TOH) ofrece ventajas importantes con respecto a la hepatectomía parcial en los sujetos con carcinoma hepatocelular. Puede utilizarse si hay hepatopatía avanzada y elimina el cáncer existente y el hígado afectado con su potencial neoplásico subyacente.

Numerosos estudios han demostrado que los resultados del trasplante de hígado son excelentes en los pacientes con lesiones únicas menores de 5 cm o con un máximo de 3 lesiones, todas ellas de 3 cm o menos. Los sujetos que cumplen estos criterios, también conocidos como de «Milán» reciben prioridad adicional en la lista de espera para el TOH.

Las formas locorregionales de tratamiento son razonables en los pacientes que no son candidatos a los métodos quirúrgicos. Estas opciones comprenden la inyección percutánea de alcohol, la ablación por radiofrecuencia y la quimioembolización arterial transcatéter.

Quimioembolización transarterial hepática

En la quimioembolización transarterial hepática (TACE, por sus siglas en inglés) se emplea una embolización angiográfica del riego arterial con lipiodol, gelatina o microesferas, en combinación con la aplicación local de concentraciones altas de quimioterápicos (por ejemplo: doxorubicina, mitomicina C, cisplatino).

Con esta estrategia se pretende provocar una lesión isquémica y citotóxica del carcinoma hepatocelular.

Los riesgos de la TACE comprenden alergia al contraste, insuficiencia renal, aumento de los parámetros de función hepática y hemorragia. La fiebre y el dolor en el hipocondrio derecho son frecuentes y en muchos centros se utilizan antibióticos de forma sistemática después de la intervención.

La cirrosis avanzada con hiperbilirrubinemia (habitualmente > 3 a 5 mg/dl o INR > 1,7) es una contraindicación relativa de la TACE por el riesgo de insuficiencia hepática. Otras contraindicaciones son encefalopatía hepática, obstrucción biliar, oclusión de la vena porta, derivación portosistémica, un dispositivo de derivación portosistémica intrahepática transyugular (TIPS) o creatinina muy elevada.

La utilidad de la TACE como técnica paliativa ha logrado aportar beneficio en la supervivencia de los enfermos.


 

Ir a:

Tumores hepáticos malignos