Crioterapia

Castillo Castillo R y cols.Guía de Uso de la Criocirugía en Atención Primaria.

Artículo de revisión publicado en la revista Medicina de Familia (And) que trata de las aplicaciones de la criocirugía en el tratamiento de lesiones de la piel en atención primaria.

Evidencia científica de la Hidroterapia, Balneoterapia, Termoterapia, Crioterapia y Talasoterapia

Artículo de revision publicado en la revista Medicina naturista. Objetivo: Responder a la pregunta: ¿Existe evidencia científica con las técnicas hidroterápicas? Material y métodos: Búsqueda bibliográfica de la medicina basada en la evidencia de los ensayos clínicos publicados hasta febrero de 2008. Para este fin se utiliza el buscador Tripdatabase, que enlaza con bases médicas de calidad. También se recogen los ensayos clínicos indexados por el PubMed. Los grados de evidencia se clasifican según la tabla de la Agency for Healthcare Research and Quality de USA; en ésta los grados de recomendación son: A (evidencia alta: obtenida al menos a partir de un ensayo clínico aleatorio), B (evidencia media: a partir de estudios cuasi experimentales) y C (evidencia baja: experiencias clínicas u opiniones de expertos). Resultados principales: La balneoterapia está recomendada con el grado A en: lumbalgia crónica, artrosis y artritis reumatoide y fibromialgia; y con el grado B en: Espondilitis anquilopoyética, infecciones respiratorias de vías altas, hipertensión arterial, hipercolesterolemia, insuficiencia cardiaca, insuficiencia venosa, arteriopatia periférica y dermatitis atópica. La cura hidropínica, con el grado A en: Litiasis renal; y con el grado B en: Hipotensión postural, osteoporosis, hipertensión arterial, dislipemia y anemia ferropénica, e hidratación de la piel. La talasoterapia, con grado B en: Psoriasis, artrosis y fibromialgia. La termoterapia, con grado A en: Fibromialgia; y con grado B en: Recién nacidos, parto, fisura anal, picadura de insectos, lumbalgia crónica, artrosis, espasticidad, patología neuromotora, insomnio, infecciones de vías altas. La crioterapia, con el grado A en: Fiebre; y con el grado B en: Prevención del golpe de calor; y heridas. La hidroterapia de temperatura alterna, con el grado B en: Dolor muscular posterior al ejercicio, insuficiencia cardiaca. Los ejercicios en medio acuático, con grado A en: Artrosis, fibromialgia; y con el grado B en: Calidad de vida y equilibrio, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, insuficiencia cardiaca y artritis reumatoide. Conclusiones: Actualmente ya existen indicaciones de la hidroterapia con grados altos y medios de evidencia.