Consejos a los cuidadores y familiares de los pacientes dependientes
Se habla mucho acerca de los pacientes, y nos olvidamos de los cuidadores. Este espacio está dedicado a ellos, ya que la calidad de vida de los pacientes, aumenta gracias a la constante atención de los buenos cuidadores.
La mayor parte de las veces es una hija o hijo, o un familiar cercano, los que asumen este papel, y la familia no comprende la tensión a la que está sometida esta persona, cargándola en muchos casos con tantas tareas que pueden resultar agobiantes.
La familia en su totalidad debe contribuir en el cuidado de la persona con Parkinson, de una u otra forma, desde sustituir por un rato a la cuidadora para que descanse de la actividad, evitando de esa forma el Síndrome de Burnout o del cuidador quemado.
Oír música con ellos o leerle un rato a la abuela o abuelo enfermo, mostrarle fotografías, es una tarea que puede asumir cualquier miembro de la familia (incluso los jóvenes), lo que ayuda al enfermo y al cuidador. Incluso la música es una excelente terapia contra el estrés y beneficia a ambos.
Traemos una serie de consejos a los cuidadores, con el objetivo de ayudarlos en ese camino que a veces puedes ser difícil. Es importante primero que los cuidadores se cuiden a sí mismos. Dormir lo suficiente y alimentarse de manera adecuada, le permitirá mantenerse con energía y en buen estado de salud. Asimismo, expresar cómo se siente a lo largo de la enfermedad y hablar de sus preocupaciones le ayudará a reducir la carga emocional que supone ser cuidador.
Manténganse al tanto de su salud. Es importante tener algún espacio al día libre, coordinando con otra persona que pueda cuidar al paciente por un día o al menos unas horas. Es importante invertir tiempo en actividades que distraigan.
Mantenerse al día con la enfermedad: puede preguntarle al médico del paciente acerca de nuevas opciones de tratamiento que estén disponibles.
Cambios en la relación: Al convertirse alguien en un cuidador de un paciente, la relación entre esas dos personas cambian, sobre todo si son madre o padre e hija/hijo. La asesoría de un experto puede ser muy útil en caso de encontrar problemas en esto.
Observar síntomas y reportar cambios: Es muy importante mantener al médico enterado de cualquier cambio que ocurra y quienes lo pueden ver mejor son el cuidador y la familia.
Fomentar la independencia del paciente. Cuidar no significa hacer todo por alguien.El paciente debe sentirse capaz de manejarse a sí mismo lo más que pueda y que aprenda a solicitar ayuda cuando sea necesaria.
Conservar la comunicación, con el enfermo.
Y muy importante, no olvidar el trato amable y cariñoso de toda la familia, hacia la persona que está padeciendo la enfermedad. El trato a que sea sometida esa persona, influye mucho en la respuesta que la misma dé ante determinadas situaciones.
Dibujo tomado del Manual de habilidades de Cuidadores- familiares. Sociedad española de Geriatría y Gerontología.
Otros aspectos a tener en cuenta por pacientes y cuidadores