Sabemos que el mundo es injusto, unos nacen pudientes, gozan de todos los privilegios, mientras la mayoría solo sufre vicisitudes y carencias. Los que tienen todo pueden desde su tranquilidad y su opulencia concebir un mundo mejor (casi siempre para unos pocos) tienen toda la información y tiempo del mundo para hacerlo.
Una de las mayores injusticias es que no todos puedan acceder por igual a las tecnologías, que no tengan tiempo para reflexionar sobre sí mismos y sobre el destino de la humanidad, que en fin de cuentas es el futuro de sus hijos. Pero como pensar en el futuro, si en el presente el dinero no le alcanza y está lleno de preocupaciones existenciales. Los pudientes no pueden comprender las verdaderas limitaciones humanas y solo les preocupa sus limitaciones biológicas y aspiran a convertirse en superhumanos, mientras los que llevan vidas infrahumanas solo aspiran a que sus vidas sean menos dolorosas.
La carencia es mala, no te deja pensar y poco a poco vas perdiendo la capacidad de soñar y te vas convirtiendo en un subhumano y transitas por el mundo aferrado al suelo, sin saber porque llueve, porque el cielo es azul, ni que existen las mareas. Solo estas pensando que tienes que trabajar para ganar un salario y que tienen que estirarlo para llegar a fin de mes. Esta es la injusticia social silenciosa que afecta a muchos. ¿Qué pasa cuando una mente brillante tiende a marchitarse en una vida cargada de obligaciones que le va condicionando al no ser y le va robando lentamente sus potencialidades hasta convertirlo en un ser sin aspiraciones sin aspiraciones, o los quijotes que siguen insistiendo y terminan en la locura.
Ahora concentrándonos en el ideario transhumanista y las expectativas que esta despierta.
El transhumanismo nos lleva a la conclusión que la evolución natural ya terminó y se necesita de otra evolución artificial, de ahí la frase de que el transhumano no es fin de la evolución sino el comienzo de una nueva evolución. Ahora, ¿están los humanos en realidad agotados? En ese caso estamos en un callejón sin salida cuya única opción es fusionarnos con la tecnología. Esto parece una locura: renunciar a nuestra condición humana para convertirse en un ciborg:
Hay que definir qué se entiende por progreso humano verdaderamente digno y lograr una
cosmovisión del mundo, más a tono con los problemas más acuciantes, sería una cosmovisión no excluyente donde todos tendrían su propio espacio humano, nadie quedaría excluido y todas las voces tendrían su eco. Y sobre todo tendríamos una mayor comprensión de los problemas actuales.
Nos preocupa que las mejoras tecnológicas se consideren como la solución a los problemas de la humanidad (a la minoría que pueda comprar su mejoramiento). ¿Cuáles son esas modificaciones (presupuestos tecnológicos) a que aspiran los transhumanistas? ¿Y cuáles sus dilemas?
El uso de las tecnologías para el mejoramiento humano, nos conduce al siguiente dilema: conservar la naturaleza humana vs transformar la naturaleza humana. O sea:
• Preservar los atributos individuales que definen al ser humano y respetar la vida teniendo en cuenta las consecuencias globales. Conservar al individuo como especie y su evolución natural (posición bioconservadora)
• Potenciar los atributos individuales por medio de las tecnologías y manipular la vida con el fin de mejorarla. Transformar al individuo como especie y alcanzar una nueva forma de evolución artificial (posición transhumanista).
En general, los transhumanistas, aceptan la estructura social actual basada en la competencia y la desigualdad, y asumen que con las tecnologías de mejora (las que en algún momento llegarán a estar al alcance de todos) se podrá alcanzar un mundo mejor.
Por una parte los transhumanista condicionan el mundo mejor a las tecnologías de mejora y a su aplicación sobre el individuo y peor aun consideran que todo aquel que no mejore su condición biológica, se convertirá en una subespecie, que no tendrá oportunidad en la nueva era de las tecnologías.
Hasta hoy solo se ven a los dilemas como un enfrentamiento entre dos posiciones (bioconservadores y transhumanistas) y en mejor de los casos como la búsqueda de una tercera posición que tome lo mejor de ambas parte, una tercera línea que no es ni lo uno ni lo otro, ya que no erradica el enfrentamiento. ¿Cómo lograr convivir desde puntos de vista diferentes? No es buscar una tercera línea entre transhumanos y bioconservadores sino lograr que ambos convivan y se desarrollen juntos
Para los transhumanistas el progreso humano se agotó y solo ven limitaciones biológicas sin comprender el verdadero potencial humano y sueñan con aumentar sus capacidades desde una fuerza externa. Podemos aumentar la inteligencia de un lobo y por eso dejaría de seguir siendo lobo. Entonces tendremos mejores soldados, mejores tiranos, mejores empresarios, mejores consumidores mejores terroristas, mejores alcohólicos (bastaría cambiarse el hígado cada vez que deseen), la lista sería interminable. Sin dudas, muchos se aprovecharan de esta tecnología de mejoramiento.
Ahora quedan las grandes mentes humanas: Gandhi, Einstein, Fromm, Potter (el bioeticista), Descartes, la lista también es interminable, y sus sueños siguen inconclusos, sus ideales parecen olvidados, perdidos en la conciencia colectiva que quiere olvidarse de que es humana y una vez desprovistos de nuestra humanidad en que nos convertiremos.
Creo en un progreso humano verdaderamente digno que pueda trascender sus límites socio-culturales y seguir evolucionando en generaciones cada vez mejores, espiritualmente, en sensibilidad, en empatía.
Los pobres no pueden comprar la felicidad por tanto han aprendido a alcanzar (las cosas) su objetivos con su propio esfuerzo. Los pudientes lo quieren comprar todo sin esforzarse. Los ricos no nacieron ricos en algún momento de su vida tuvieron que esforzarse pero una vez que llegan a cierto estatus se acomodan al confort, al facilismo y dejan de sacrificarse y se olvidan de lo que una vez fueron.
Quizás en un futuro podamos mejorar nuestro cerebro y comprar más memoria, más velocidad de cálculo y hasta nuevos sentimientos. Y, así, de forma rápida lograr la inteligencia que otras le llevará años de estudio. Y esa es precisamente la desventaja que tiene el transhumanismo, yo lo veo como una selección natural: los que seguirán siendo humanos desarrollaran todo su potencial desde su propia fuerza interior y los que, carente de voluntad, escogerán la vía mas fácil. Los primeros darán lugar a generaciones cada vez mejores de seres humanos mientras los segundos iniciaran el camino de fusionarse con las tecnologías, hasta llegar al punto de no poder distinguirse ¿Quién es quién?
Al contrario de los futuristas, que siempre que comparan a los humanos modificados (versiones de humanos), hablan de forma despectiva o con lastima de los humanos que no se modifiquen, yo pienso todo lo contrario y albergo la esperanza que, tal vez, en un futuro, las mentes “obtusas” modificadas, puedan igualarse a las mentes “brillantes” sin modificar.
Imagen: Taringa (Las 10 reglas de los Monjes Shaolin)
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