Un estudio halla que las probabilidades de reincidencia y de muerte son mayores que para los pacientes de peso normal.
Un estudio reciente revela que los pacientes de cáncer de colon que son moderada o gravemente obesos se enfrentan a pronósticos de supervivencia menos alentadores luego del tratamiento, en comparación con sus compañeros de peso normal.
El hallazgo complementa investigaciones anteriores que establecían que ser obeso incrementaba el riesgo de desarrollar cáncer de colon en un principio.
“Estudios anteriores han mostrado que la obesidad sí influye sobre el riesgo de desarrollar cáncer de colon, aunque este estudio va más allá”, señaló el Dr. Frank A. Sinicrope, autor del estudio y profesor de medicina y oncología de la Clínica Mayo de Rochester, Minnesota. “Ahora sabemos que cuando alguien es obeso tiene más riesgo de reincidencia de cáncer o de muerte si tiene cáncer de colon establecido”.
Sinicrope y sus colegas, cuyo trabajo fue financiado en parte por el Instituto Nacional del Cáncer, informaron sobre sus hallazgos en la edición del 15 de marzo de Clinical Cancer Research.
La Sociedad Estadounidense del Cáncer calcula que el año pasado, a más de 106,000 estadounidenses se les diagnosticó por primera vez cáncer de colon, mientras que cerca de 50,000 hombres y mujeres murieron por causa de la enfermedad.
Para explorar una conexión potencial entre la obesidad y la supervivencia del cáncer de colon, los autores analizaron datos sobre 4,381 hombres y mujeres a los que se les había diagnosticado cáncer de colon en etapa II o III. Los pacientes se habían sometido tanto a extirpación quirúrgica del cáncer como a quimioterapia subsiguiente.
A partir del índice de masa corporal (IMC), una proporción entre el peso y la estatura, los investigadores determinaron que cerca de 20 por ciento de los pacientes eran obesos (IMC de 30 o superior). En ese grupo, cerca de 7 de cada 10 pacientes fueron clasificados como “moderadamente obesos” (IMC entre 30 y 34.9), mientras que poco más de la cuarta parte eran “muy obesos” (IMC de 35 o más).
Cerca de 37 por ciento de los pacientes eran de peso normal (IMC de entre 20 y 24.9), mientras que se consideró que una cantidad similar tenía exceso de peso (IMC de entre 25 y 29.9). Se clasificó al 6 por ciento como por debajo del peso normal (IMC inferior a 20).
Sinicrope y sus asociados le dieron seguimiento a todos los supervivientes de cáncer durante un promedio de ocho años y observaron que el 36 por ciento desarrolló una reincidencia del cáncer, mientras que el 42 por ciento murió finalmente.
Además, los investigadores hallaron que, en grupo, ser moderadamente o muy obeso se relacionó en promedio con un aumento de 19 por ciento en el riesgo de muerte, en comparación con los pacientes de cáncer de peso normal.
Aunque el grupo de pacientes de peso inferior al normal era considerablemente inferior, los investigadores hallaron que el grupo de peso bajo presentaba un índice de supervivencia significativamente más bajo que los pacientes de peso normal. Y mientras que a los pacientes con exceso de peso en realidad parecía que les iba ligeramente mejor (en 6 por ciento) que a los supervivientes de peso normal, Sinicrope indicó que medidas más sofisticadas de obesidad que tengan en cuenta proporciones de masa muscular (que el IMC no revela) podrían arrojar resultados ligeramente distintos.
Las diferencias entre los sexos también fueron aparentes.
Con un grupo de pacientes que se dividía más o menos de manera uniforme entre hombres y mujeres, los autores hallaron que, por sí mismos, los pacientes más gravemente obesos se enfrentaban al mayor riesgo de reincidencia de cáncer y de muerte, marcada como un aumento de 35 por ciento, relacionados con pacientes de peso normal.
Sin embargo, las mujeres que estaban en la parte más baja de la escala de obesidad se relacionaron con un riesgo de muerte 24 por ciento mayor, un riesgo que en realidad se redujo a 11 por ciento a medida que aumentaba la obesidad.
“Por ahora, realmente no tenemos una explicación clara sobre cómo a las mujeres moderadamente obesas les fue peor que a las muy obesas”, señaló Sinicrope. “La situación de menopausia y la terapia de reemplazo hormonal, que podrían proteger contra el cáncer de colon, podrían tener que ver. Sin embargo, no sabemos qué mujeres eran premenopáusicas o posmenopáusicas y cuáles estaban tomando medicamentos”.
En cuanto a qué causa subyacente general tiene en cuenta la conexión entre obesidad y supervivencia, Sinicrope señaló que la cuestión sigue sin ser respondida. Sin embargo, especuló que la relación podría resultar de la presencia de más insulina y niveles de la hormona factor-1 de crecimiento parecido a la insulina en pacientes obesos.
“Sabemos que los pacientes obesos tienen niveles superiores de ambas hormonas, que se han relacionado tanto con el riesgo de obesidad como de cáncer de colon en el pasado”, anotó. “Entonces, creemos que eso podría estar teniendo que ver con este riesgo”.
Varias variables podrían explicar los hallazgos, señaló el Dr. Joseph Martz, jefe de la división de cirugía rectal y del colon del Centro Médico Beth Israel de la ciudad de Nueva York.
“La obesidad con frecuencia se relaciona con una mayor probabilidad de diabetes y otras enfermedades, así como disfunción inmunitaria general secundaria. Y desde que el cáncer de colon de alguna manera es una enfermedad inmunitaria, eso va a tener mucho que ver”, anotó.
“También existe bastante información sobre la información que ya tiene en cuenta el beneficio del apoyo del ejercicio y de la actividad luego del tratamiento para el cáncer de colon en cuanto al pronóstico”, aseguró Martz. “Entonces, me parece que eso va con el concepto de que individuos obesos tenían menos probabilidades de estar en forma. Además, podría haber algunas limitaciones quirúrgicas inherentes que podrían comprometer la capacidad técnica para lograr la eliminación completa del cáncer y los tejidos de los nódulos linfáticos potencialmente afectados al operar a una persona obesa. Todo esto podría tener que ver”.
En un tema relacionado, otro estudio publicado esta semana en la Journal of the National Cancer Institute ofrece evidencia fresca de que ser obeso sí parece estar relacionado con un mayor riesgo de cáncer de colon.
Sin embargo, el equipo de investigación, dirigido por Peter T. Campbell, del programa de investigación en epidemiología de la Sociedad Estadounidense del Cáncer, también halló que la relación entre la obesidad y la supervivencia no parece aplicar para todos los tumores, pero no solo los llamado “de microsatélite estable”. Los pacientes obesos que tenían este tipo común de tumor presentaban índices de supervivencia a cinco años más bajos que los pacientes obesos de tumores “de microsatélite elevado”, lo que sugiere que la obesidad tenía un impacto variado sobre el pronóstico, según el tipo de cáncer de colon.
