Un estudio revela que los tratamientos homeopáticos, de acupuntura o con curanderos no sólo no comportan ningún beneficio, sino que, además, llevan al paciente a abandonar la medicación habitual.
La utilización de medicinas alternativas complementarias (MAC) en pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal es frecuente, según sostiene un estudio realizado por investigadores del Servicio de Gastroenterología del Hospital Clínico de Santiago de Compostela, que, no obstante, revela que “en la mayoría de los casos” su uso “no supuso ningún beneficio”.
Este trabajo, que se ha presentado recientemente en Sevilla en el marco de la Semana de las Enfermedades Digestivas, advierte de que, en un 11% de los pacientes el uso de estas medicinas alternativas conlleva “un riesgo por abandono de la medicación habitual”.
El objetivo del estudio era conocer el impacto en la salud de de los tratamientos alternativos, tras constatar que los pacientes con enfermedades crónicas tienden a hacer uso en algún momento de su evolución de medicinas alternativas complementarias, siendo su “frecuencia e impacto clínico” “desconocido” hasta el momento.
Otro de los propósitos de la investigación era conocer los factores que predisponen a su uso y, como objetivo secundario, valorar el “efecto subjetivo” que tiene para el enfermo el uso de estas terapias alternativas y el “impacto” sobre la adherencia al tratamiento habitual.
Para conocer todas estas variables, los autores de este trabajo prospectivo, descriptivo y transversal reclutaron a 705 pacientes, con una rango de edad de entre 18 y 86 años (la edad media era de 43 años) diagnosticados con enfermedad de Crohn o colitis ulcerosa y clasificados en función de características sociodemográficas (edad, sexo y medio) y clínicas (cirugía previas, ingresos, manifestaciones extraintestinales o necesidad de fármacos inmunosupresores o biológicos, entre otros).
Empeoramiento de la enfermedad
Con tal fin, se les pasó un cuestionario sobre la utilización que hacen de las medicinas alternativas complementarias, el cual incluía tipo, respuesta clínica subjetiva y si su uso se había asociado al abandono de la medicación habitual.
El resultado fue que el 23% de esos 705 pacientes manifestaron haber utilizado alguna vez este tipo de productos, ya sea de herbolario, homeopáticos, de acupuntura, kéfir, aloe vera y curandero.
La sensación subjetiva de las medicinas alternativas complementarias fue de “no mejoría” o “empeoramiento de su enfermedad” en el 74% de estos pacientes. Además, el 11% manifestó que había abandonado su medicación habitual. Junto a ello, 11 enfermos refirieron algún efecto secundario de estas terapias.
