Se reconoce internacionalmente que, a pesar de la terapéutica endoscópica y sus avances, la comorbilidad del paciente es un factor que influye en el pronóstico evolutivo en casos que sufre una hemorragia digestiva.
Sobre ese tema, y para completar un ciclo de estudios sobre la hemorragia digestiva alta no varicosa, realizamos una investigación que acaba de ser publicada, con el título de “Influencia de la comorbilidad en la evolución del paciente con hemorragia digestiva por úlcera péptica”, en la Revista Habanera de Ciencias Médicas.
Escogimos casos con úlcera péptica ya que hemos podido comprobar que, al menos en nuestro medio, es la causa más frecuente de hemorragia digestiva alta no varicosa (HDANV).
Fíjense que las afecciones comórbidas más frecuentes fueron la cardiopatía isquémica, la diabetes mellitus y los tumores, en coincidencia con las principales causas de mortalidad en Cuba. Se encontró que la probabilidad de morir fue más alta entre los que tenían más de una enfermedad asociada, una situación que se observa de manera frecuente en estos pacientes.
También encontramos que la probabilidad de resangrar también fue más alta en los casos con comorbilidad.
En esta serie predominaron los pacientes de más de 60 años de edad. La prevalencia de enfermedades cardiovasculares y osteomioarticulares en la tercera edad constituye un elemento que favorece el consumo frecuente de fármacos gastrolesivos como los antinflamatorios no esteroideos (AINES) y los anticoagulantes, lo que favorece la aparición tanto de la lesión ulcerosa como de su complicación hemorrágica.
Resultó novedoso e interesante aplicar el Índice de comorbilidad de Charlson, un instrumento más que ayuda a la toma de decisiones médicas, de amplio uso sobre todo para establecer pronósticos.
Con estos resultados podemos sustentar las recomendaciones respecto a lugar de ingreso, medidas de sostén, observación clínica y nueva revisión endoscópica en los pacientes con las afecciones que señalamos.
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