La sobreexpresión del gen PRL-3 sirve como marcador pronóstico de la agresividad de los tumores colorrectales localmente avanzados, según un estudio publicado en British Journal of Cancer por David G. Molleví, del Instituto Catalán de Oncología-(ICO)-Idibell, en Hospitalet de Llobregat (Barcelona), y otros autores.
El gen PRL-3 se había asociado con el proceso de diseminación del cáncer, al estar sobreexpresado en metástasis hepáticas debidas a los carcinomas colorrectales, aunque también por otros tumores como los de mama, ovario y próstata. Por esta razón, el planteamiento de la investigación ha sido estudiar su posible uso como marcador pronóstico en pacientes con cáncer colorrectal y metástasis hepáticas. Para ello se efectuó un estudio retrospectivo en 80 enfermos de cáncer colorrectal que habían desarrollado metástasis a distancia en los últimos cinco años.
Gracias a este estudio, los investigadores han comprobado que el gen PRL-3 no sólo se expresa en las metástasis hepáticas, sino también en los tumores colorrectales. Y han constatado que, en la enfermedad localmente avanzada, aquellos pacientes que tenían este gen sobreexpresado presentaban metástasis a lo largo de los cinco años siguientes, mientras que los que no tenían el gen sobreexpresado, en ese mismo periodo de tiempo no la desarrollaban. De este resultado se desprende que el gen PRL-3 puede ser un muy buen predictor de la evolución del cáncer colorrectal y, por lo tanto, podría ayudar a tomar decisiones terapéuticas más acertadas, según Molleví.
Este investigador ha destacado que en la actualidad la mayoría de pacientes con cáncer colorrectal -el 70 por ciento- son diagnosticados de la enfermedad cuando está en fase localmente avanzada. Y después del diagnóstico, todos reciben el mismo tratamiento, cuando hallazgos como el del gen PRL-3 ponen de manifiesto que sería posible aplicar “una pauta más personalizada”, ya que hay un grupo de pacientes de mal pronóstico y otros con un pronóstico muy bueno. A unos se les podría aplicar un tratamiento más liviano y con otros, en cambio, se podría ser más agreviso”, ha destacado.
Actitud terapéutica
No obstante, cuesta cambiar la actitud terapéutica de los clínicos. Ya se han identificado numerosos genes útiles como marcadores en cáncer de colon, cuyo uso en la práctica clínica es anecdótico, a excepción de alguno, como el Her2/neu, que se utiliza rutinariamente en el cáncer de mama. Para contrarrestar esta inercia se precisan estudios multicéntricos, con muestras más amplias de pacientes, que convenzan a los clínicos, ha expuesto Molleví.
Prevención con Aine
El uso prolongado de aspirina y de otros AINE (antiinflamatorios no esteroideos) podría ayudar a reducir en torno a un 30 por ciento el riesgo de desarrollar un cáncer colorrectal, según un reciente estudio efectuado por investigadores del Instituto Epidemiológico del Cáncer con el apoyo de la Sociedad Danesa del Cáncer. El trabajo, que se publica en Cancer Causes and Control, hizo un seguimiento de diez años a 51.053 personas, de las que 615 desarrollaron cáncer colorrectal. Este riesgo fue un 30 por ciento menor en las que tomaron aspirina a diario. El resultado aporta más luz a una evidencia aún no aplicable a la práctica clínica.
