Los resultados preliminares de un trabajo realizado por un grupo de la Unidad de Endoscopía Digestiva del Servicio de Gastroenterología del Hospital Clínico de Barcelona sugieren que la microscopia confocal es eficaz para distinguir las lesiones malignas de las benignas en la vía biliar, por lo que ayuda a mejorar la toma de decisiones en estos pacientes.
La endomicroscopia confocal, que permite integrar imágenes macroscópicas y microscópicas durante las exploraciones in vivo, es útil para evaluar cambios en las células, los vasos y el tejido conectivo y así poder avanzar en el diagnóstico histológico, además de ayudar a determinar la necesidad de resecar una lesión, según ha quedado de manifiesto en el Curso interactivo sobre endoscopia avanzada para el seguimiento y tratamiento de pacientes con alto riesgo de cáncer colorrectal, organizado por la Unidad de Endoscopía Digestiva del Servicio de Gastroenterología del Hospital Clínico de Barcelona.
Los directores de este programa de formación, Josep Llach y María Pellisé, han explicado a Diario Médico que esta técnica, que utiliza una fuente de luz láser y marcadores fluorescentes para obtener imágenes de los tejidos a gran aumento similares a las histológicas, es de gran utilidad para la realización de biopsias dirigidas, lo que permite mejorar su rendimiento y reducir el número de muestras de la zona afectada. Además, ayuda a los médicos a tomar mejores decisiones terapéuticas de forma más precoz.
Este centro catalán tiene en marcha cinco líneas de investigación con la endomicroscopia confocal: la detección precoz de displasia en la enfermedad inflamatoria intestinal de larga evolución, el estudio de estenosis indeterminada en la vía biliar en los pacientes con trasplante hepático, el seguimiento del esófago de Barret, la detección de pólipos en el colon y el estudio de la celiaquía y la enfermedad injerto contra receptor.
Una de las líneas de investigación donde esta técnica se postula como una herramienta prometedora es en la exploración de la vía biliar, ya que su difícil acceso complica la obtención de muestras para las biopsias.
Los resultados preliminares de un estudio realizado por estos investigadores sugiere que la utilización de una minisonda que se integra en el canal operativo del duodenoscopio mejora de manera importante el rendimiento y es eficaz para distinguir las lesiones benignas de las malignas con resultados comparables a las técnicas histológicas y citológicas convencionales, “con la ventaja de que la información se obtiene de manera inmediata y sin necesidad de pasar por el patólogo”, ha comentado Pellisé.
Evitar el daño innecesario
Uno de los expertos mundiales con más experiencia en esta área de investigación, Michael Wallace, director de Investigación del Departamento de Medicina y de la División de Gastroenterología y Hepatología de la Escuela de Medicina de la Clínica Mayo (Estados Unidos), ha ofrecido una charla en el Clínico de Barcelona y ha destacado que el gran valor añadido que aporta la endomicroscopia confocal es que ayuda a rentabilizar las exploraciones y también a evitar el daño innecesario en muchos casos. Por ejemplo, ha citado que en los pólipos de colon esta herramienta ahorra resecciones y facilita el seguimiento para comprobar si ha quedado alguna lesión residual.
