Una evaluación más amplia podría implicar menos niños con fibrosis cística

Un estudio italiano halla que la incidencia descendió en un área en la que todas las parejas en edad fértil fueron evaluadas.

 

Un estudio reciente halla que la cantidad de niños que nacen con fibrosis cística se reduce cuando aumenta la evaluación de los padres potenciales que podrían portar la mutación CF.

La evaluación neonatal de CF se ha realizado en un área del noreste de Italia durante muchos años. Desde los noventa, el área había experimentado una reducción progresiva en la cantidad de niños nacidos con fibrosis cística.

En esta área se usan dos métodos diferentes para detectar fibrosis cística. En la región del oeste, las pruebas de portadores solo se ofrecen a los parientes de fibrosis cística o a las parejas que planean fertilización in vitro. En la región del este, las pruebas de portadores se ofrecen a los parientes, a las parejas infértiles y a las parejas en edad fértil.

Entre enero de 1993 y diciembre de 2007, unos 780,000 recién nacidos se sometieron a evaluación neonatal de fibrosis cística en el área y se detectó en 195 niños. Durante ese tiempo, hubo reducciones anuales promedio en la incidencia de fibrosis cística al nacer en 0.16 por 10,000 bebés. El índice de reducción fue más elevado en la región este (0.24 por 10,000) que en la región oeste (0.04 por 10,000).

Se realizaron más de 87,000 pruebas de portadores en la región este, y se identificaron 3,650 portadores y 82 parejas portadoras. En la región oeste, se realizaron más de 2,600 pruebas de portadores y se identificaron 314 portadores y 9 parejas portadoras. La proporción de portadores (cantidad de portadores/cantidad de pruebas) fue de 1/23.8 en la región este y de 1/8.1 en la región oeste.

“Aunque la incidencia de fibrosis cística al nacer se redujo con el tiempo en toda el área estudiada, la cantidad de casos identificados cada año se redujo apenas ligeramente en la región oeste por sus pruebas limitadas de portadores, y se redujo significativamente en la región este, con su evaluación exhaustiva de pacientes en edad fértil”, escribieron el Dr. Carlo Castellani y sus colegas del Centro de Fibrosis cística del Hospital de Verona “La tendencia negativa general del noroeste de Italia se debe principalmente a una reducción en la fibrosis cística al nacer en la región este.

El estudio aparece en la edición del 16 de diciembre de la Journal of the American Medical Association.

 

 

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Acidos grasos en alimentación elevan riesgo de colitis ulcerosa.

Las personas que más ácidos grasos poliinsaturados omega 6 consumían eran dos veces más propensas a desarrollar colitis ulcerosa.

 En las personas que consumen mucha carne roja, cocinan con ciertos aceites y usan algunos tipos de ácidos grasos poliinsaturados y margarinas pesadas, aumentaría el riesgo de tener enfermedad intestinal inflamatoria, según un estudio sobre más de 200.000 europeos.

Esos alimentos son ricos en ácido linoleico y el estudio halló que las personas que más ácidos grasos poliinsaturados omega 6 consumían eran dos veces más propensas a desarrollar colitis ulcerosa.

El equipo del doctor Andrew Hart, de la University of East Anglia, en Gran Bretaña, halló también que consumir más ácido eicosapentaenoico, un ácido graso omega 3 en el pescado y el aceite de pescado, estuvo asociado con un menor riesgo de la enfermedad.

Si bien el cuerpo necesita cierta cantidad de ácido linoleico para sobrevivir, como precisó Hart a Reuters Health, el exceso se acumula en el revestimiento del colon y, si se libera, induce la inflamación.

El ácido graso omega 3 hace lo opuesto: “Inhibe la inflamación”, dijo.

Para investigar la relación entre los ácidos grasos y la colitis ulcerosa, que es la inflamación crónica del revestimiento del intestino grueso, el equipo analizó datos del ensayo European Prospective Investigation into Cancer and Nutrition (EPIC), que incluye a más de medio millón de personas de 10 países europeos.

El análisis incluyó a 203.193 hombres y mujeres, de entre 30 y 74 años. En los dos a 11 años de seguimiento, 126 personas desarrollaron colitis ulcerosa.

Aquellas en el cuartil superior de consumo de ácido linoleico (entre 13 y 38 gramos diarios) eran 2,5 veces más propensas a haber desarrollado la enfermedad que las personas que consumían apenas ente 2 y 8 gramos por día.

No existe un tratamiento alimentario efectivo para la colitis ulcerosa, dijo Hart, pero los resultados abren la posibilidad de que una dieta reducida en ácido linoleico pueda ser útil.

Según Hart, un patrón alimentario mediterráneo, rico en frutas, verduras y aceite de nuez, sería reducido en ácido linoleico y rico en omega 3. El investigador estimó que si los omega 3 previenen la colitis ulcerosa, ingerir un par de porciones de pescado por semana brindaría protección.

FUENTE: Gut, diciembre del 2009.

 

 

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Acido fólico no protege de la reaparición de pólipos en el colon

Tomar ácido fólico no previene la reaparición de pólipos en el colon, pero ayudaría a las personas con bajos niveles de vitamina B en sangre.

Esos pólipos, o adenomas, pueden volverse cáncer si no se detectan y extirpan.

Hay evidencias de que el folato, la forma natural del nutriente, protege de la aparición del cáncer de colon, pero los estudios sobre si los suplementos de ácido fólico protegerían de la recurrencia del adenoma obtuvieron resultados contradictorios.

De hecho, según el equipo de Kana Wu, de la Escuela de Salud Pública de Harvard, un estudio halló que los que habían consumido suplementos de ácido fólico eran más propensos a sufrir esa recurrencia que los que habían tomado placebo.

Para investigarlo, el equipo dividió en dos grupos a 700 hombres y mujeres participantes de dos grandes estudios en curso. Un grupo tomó 1 miligramo de ácido fólico diario y el otro, placebo. A todos se les habían diagnosticado pólipos de colon.

En 6,5 años, 72 personas tratadas con placebo y 62 que recibieron ácido fólico desarrollaron pólipos recurrentes. Esa no fue una diferencia estadísticamente significativa.

No obstante, el consumo de ácido fólico disminuyó un 40 por ciento el riesgo de tener un adenoma recurrente en las personas con bajas concentraciones de folato en sangre al inicio del estudio.

Ese efecto protector fue especialmente alto en los consumidores de alcohol, que reduce los niveles de folato en el organismo.

Eso sugiere que el uso de suplementos de ácido fólico “sería bueno” para las personas con bajos niveles de vitamina B que beben mucho alcohol.

Actualmente, dijo Wu a Reuters Health, el Instituto de Medicina de Estados Unidos recomienda que los adultos no consuman más de 1 miligramo de folato por día.

A las embarazadas, a las personas con deficiencia de folato y a los usuarios de fármacos que interfieren con el metabolismo del ácido fólico se les recomienda consumir suplementos de la sustancia, pero Wu agregó que “se necesitan más estudios para conocer si una dosis alta adicional de ácido fólico podría o no prevenir ciertas enfermedades en adultos sanos”.

 

 

FUENTE: American Journal of Clinical Nutrition, diciembre del 2009

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Constipación: ¿un signo precoz de Parkinson?

Las personas constipadas tendrían riesgo de desarrollar Parkinson con el paso de los años.

El equipo del doctor Walter A. Rocca, de la Clínica Mayo, en Rochester, Minnesota, halló antecedentes de constipación el doble de veces en hombres y mujeres con Parkinson que en un grupo de participantes de la misma edad pero sin la enfermedad.

El Parkinson es un trastorno cognitivo degenerativo que causa temblor corporal, rigidez muscular y problemas para caminar y hablar.

La condición neurodegenerativa altera el sistema nervioso autónomo, que controla los procesos espontáneos del organismo, como los latidos, la digestión, la producción de saliva o la función intestinal.

La constipación crónica es común en personas con Parkinson y hasta se sugirió que podría preceder la aparición de los temblores típicos en algunos pacientes.

Por ejemplo, en el ensayo Honolulu-Asia Aging Study, hombres con movimiento intestinal menos frecuente tuvieron un riesgo significativamente más alto de desarrollar Parkinson en 24 años que aquellos con mayor movimiento intestinal.

El equipo revisó 38 años de historias clínicas de residentes del condado de Olmsted, en Minnesota. Comparó los registros de constipación de 196 hombres y mujeres con Parkinson a los 71 años, en promedio, con 196 personas sin Parkinson, de la misma edad y género.

El 36 por ciento de los pacientes con Parkinson había sufrido constipación, a diferencia del 20 por ciento del grupo de control, lo que fue una diferencia significativa.

Tras considerar las diferencias en la edad, el tabaquismo, el consumo de café, el uso de fármacos que causan constipación y la constipación durante 19 años previos a la aparición del Parkinson, los pacientes con la enfermedad seguían siendo dos veces más propensos que el resto a haber tenido constipación previa.

El equipo advierte que la relación entre ambos problemas fue evidente mucho antes de la aparición de la enfermedad.

“De hecho, se mantuvo significativa cuando se limitó a la constipación documentada más de 20 años antes de la aparición del Parkinson”, publicaron los autores en la revista Neurology.

Los resultados sugieren que la constipación es una manifestación temprana del proceso neurodegenerativo del Parkinson. El estudio, agregó Rocca a Reuters Health, “aporta más evidencias” que sugieren que el Parkinson posee un período preclínico muy prolongado.

Con todo, el científico aclaró que, dado que la constipación tiene muchas causas que no están asociadas sólo con el sistema nervioso, no es un marcador específico de Parkinson.

Rocca dijo que se necesitan más estudios para confirmar y evaluar mejor la relación potencial entre la constipación y el Parkinson.

En tanto, el autor sugirió que las personas constipadas se ocupen de manejar sus síntomas en lugar de preocuparse por el riesgo de desarrollar Parkinson a futuro.

 

 

FUENTE: Neurology, 24 de noviembre del 2009

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¿Qué hay que comer y beber para protegerse del cáncer de colon?

Comer frutas y verduras y beber té y vino tinto le daría a algunos hombres y mujeres cierta protección del cáncer de colon y recto.
Los alimentos de origen vegetal contienen flavonoides, que son compuestos que interfieren el proceso oncogénico, escribió un equipo de investigadores en International Journal of Cancer.
El equipo de la estudiante de doctorado Colinda C.J.M. Simons, de la Maastricht University, estimó el consumo de ciertos flavonoides en 120.852 hombres y mujeres de entre 55 y 69 años que respondieron encuestas alimentarias en medio de un gran estudio diseñado para evaluar la relación cáncer/dieta.
En 13 años, 1.444 hombres y 1.041 mujeres desarrollaron cáncer de colon o de recto.
El consumo de flavonoides no modificó el riesgo de desarrollar cáncer colorrectal cuando el equipo consideró múltiples factores asociados potencialmente con la aparición del cáncer colorrectal, como la edad, los antecedentes familiares, el tabaquismo, el consumo de alcohol, la actividad física y los hábitos alimentarios, más el uso de estrógeno en las mujeres.
Pero cuando los autores se concentraron en el peso, observaron que “esos compuestos tendrían algunos efectos protectores en subgrupos de hombres con sobrepeso y de mujeres con peso normal”, dijo Simons a Reuters Health.
El consumo más alto de catequinas -presentes en los frutos del bosque, las uvas, el chocolate negro, el té y el vino tinto- estuvo asociado con una reducción del riesgo de desarrollar cáncer colorrectal en hombres con sobrepeso y mujeres con peso normal.
El equipo observó una tendencia similar en mujeres con peso normal para los flavonoles, que se encuentran en la cebolla, las manzanas, el té, el vino y los jugos de fruta.
“La existencia de una tendencia inversa en la mayoría de las catequinas y los flavonoles desmiente que la relación sea falsa”, dijo Simons.
Por lo tanto, el equipo opina que se necesitan más estudios para explicar mejor cómo esos compuestos modifican el riesgo de cáncer de colon y de recto, y cómo el peso altera ese efecto.

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