Relacionan las molestias por gases abdominales con una bacteria

Un estudio demuestra que los pacientes que acuden a la consulta por flatulencia no producen mayor cantidad de gases, sino que éstos son más irritantes debido a la presencia de ‘Bilophila wadsworthia’.

El equipo del Grupo de Investigación en Fisiología y Fisiopatología Digestiva del Vall d’Hebron Institut de Recerca (VHIR) en España, que estudia la relación entre la microbiota intestinal y determinados síntomas digestivos, ha identificado las bacterias responsables de producir más gas intestinal, pero, sobre todo, de aumentar la sensibilidad a estos gases en algunos pacientes. El estudio determina cómo influye la dieta en estos síntomas y en la cantidad de gas evacuado, y además establece diferencias de composición de la microbiota intestinal entre los pacientes con síntomas y los pacientes sin síntomas.

El trabajo, publicado en la revista GUT, evaluó los hábitos dietéticos de dos grupos de pacientes, homogeneizándolos al máximo para que no hubiera diferencias que ya de por sí pudieran determinar una mayor flatulencia. De hecho, incluso las personas que al inicio presentaban más gases intestinales ya tendían a una dieta muy pobre en productos flatulentos. “En primer lugar, nos planteamos una comparativa en condiciones basales, es decir, sin hacer ninguna intervención, y se evidenció que las personas aquejadas de gases no tienen un mayor volumen de éstos en comparación con el grupo de individuos de control, pero sí es mayor el número de veces que expulsan estos gases”, explica el Dr. Fernando Azpiroz, responsable del Grupo de Investigación en Fisiología y Fisiopatología Digestiva del VHIR.

Ante una dieta flatulenta, con alimentos ricos en residuos que fermenten, especialmente leguminosas, en ambos grupos aumentó el volumen de gas en el intestino y el número de veces que expulsaban estos gases. Consecuentemente, también se produjo un aumento de los síntomas abdominales. Cuando se estudió la microbiota presente en las heces de todos los individuos, se vio que existían diferencias entre ambos grupos. En los pacientes que ya inicialmente presentaban síntomas de flatulencia o meteorismo, cuando se les forzó a seguir una dieta rica en productos que favorecen esta flatulencia, la microbiota se vio rápidamente afectada respecto a las condiciones anteriores al cambio de dieta.

“Vimos que disminuía la diversidad de especies y el balance entre ellas quedaba afectado, lo cual provocaba una inestabilidad en la microbiota”, comenta el Dr. Francisco Guarner, responsable del grupo de estudio de Microbiota Intestinal. “En la microbiota intestinal existe una gran cantidad de especies, pero sobre todo dos grandes familias: los firmicutes y los bacteroidetes, que agrupan al 95% de todas las bacterias intestinales”, añade el Dr. Guarner. “En los pacientes con síntomas intestinales se da una rotura del equilibrio entre unas y otras, y la proporción entre ellas queda afectada. Además, estos cambios afectan principalmente a las especies Bacteroides fragilis y Bilophila wadsworthia. En cambio, entre los individuos sin síntomas la microbiota permanece estable”, afirma.

Así, una dieta más rica en alimentos flatulentos sólo altera la microbiota intestinal en aquellos pacientes que ya al inicio muestran síntomas y son más sensibles, mientras que en los del grupo de control no hay cambios significativos más allá de un aumento de los gases. El gran hallazgo del estudio, no obstante, es la presencia de Bilophila wadsworthia en el intestino de los pacientes que presentan síntomas, y no en el intestino de los controles sanos. Esta bacteria, descrita por primera vez el año pasado y claramente relacionada con la inflamación intestinal, es una productora de gas sulfhídrico y aumenta en la biota intestinal dependiendo de los alimentos consumidos. El gas sulfhídrico es irritante y aumenta la sensibilidad intestinal. La cantidad de Bilophila wadsworthia en el intestino se relaciona con la cantidad de gas producido. A mayor número de estas bacterias, mayor presencia de gases, en términos generales.

Gas sulfhídrico

“Entre sanos y afectos de meteorismo no hay un cambio sustancial respecto al volumen de gas producido pero sí respecto a qué lo produce”, explica el Dr. Azpiroz, y añade: “Parece que no es la cantidad de gas lo que origina las molestias sino la composición de éste”. En los pacientes con Bilophila wadsworthia el gas es sulfhídrico, lo que produce mucha irritación y molestias, mientras que en los controles las bacterias productoras de gases producen fundamentalmente hidrógeno, metano y otros gases, que no son irritantes.

En conclusión, las diferencias entre quienes acuden al médico por este motivo respecto a quienes no padecen el problema se centran fundamentalmente en la sensibilidad intestinal y la composición de estos gases, no en el volumen o la cantidad. Cuando se interviene en la dieta de estos pacientes, se vuelven más sensibles y su microbiota intestinal se desequilibra, mientras que en los controles, si bien una dieta flatulente les produce un aumento de los gases, no les supone consecuencias en la composición de la microbiota intestinal.

Fuente: Jano Online.

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La incidencia de la enfermedad inflamatoria intestinal pediátrica se ha triplicado en los últimos 14 años

La incidencia de la enfermedad inflamatoria intestinal pediátrica se ha triplicado en España en los últimos 14 años, habiendo aumentado de 0,97 a 2,8 casos al año por cada 100.000 habitantes menores de 18 años[i]. Con el objetivo de ofrecer información detallada y actualizada sobre la enfermedad inflamatoria intestinal (EII) y su manejo, el manual “Enfermedad Inflamatoria Intestinal en la edad pediátrica”, ha sido coordinado por los doctores Elena Ricart, del Hospital Clinic y Javier Martín de Carpi, del Hospital San Joan de Déu, con la colaboración de AbbVie.

Según la doctora Elena Ricart, del Servicio de Gastroenterología del Institut de Malalties Digestives i Metabòliques del Hospital Clínic de Barcelona, “este libro es fruto de un trabajo conjunto que llevamos realizando desde hace años entre la Unidad de EII Pediátrica del Hospital Sant Joan de Déu y la Unidad de EII del Hospital Clínic de Barcelona. Entre otros aspectos, pone de manifiesto la importancia de mantener una comunicación fluida entre pediatras y gastroenterólogos de adultos para ofrecer a los pacientes un cuidado consensuado y continuado de su enfermedad. El manual ofrece una visión global de la enfermedad inflamatoria intestinal, incluyendo los últimos datos epidemiológicos, la optimización de las técnicas diagnósticas y terapéuticas, pero también aspectos psico-sociales y de transición hacia los cuidados del adulto”.

Los autores de este manual son especialistas en las diferentes áreas relacionadas con el cuidado de los niños con enfermedad inflamatoria intestinal, entre los que destacan pediatras gastroenterólogos, psiquiatras, psicólogos y gastroenterólogos de adultos. Esta visión multidisciplinar aporta una valiosa información sobre las coincidencias y las discrepancias de la enfermedad en épocas más adelantadas de la vida, integrándolas en una perfecta evolución que tiene sus inicios en la infancia y su seguimiento en la juventud y la edad adulta.

Características y tratamiento

En las últimas décadas, estamos asistiendo a un aumento importante en el diagnóstico de estas enfermedades en niños y adolescentes. Según explica el doctor Javier Martín de Carpi, de la Unidad para el Cuidado Integral de la Enfermedad Inflamatoria Intestinal Pediátrica de la Sección de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica del Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona, “en enero de 2013 se han publicado en la revista Inflammatory Bowel Diseases los resultados de un estudio retrospectivo sobre cambios en la incidencia de la EII en nuestro país, el Registro SPIRIT. En dicho estudio han participado más de 70 centros españoles, recogiéndose datos de más de 2.000 pacientes. Estos resultados arrojan que, en el periodo 1996-2009 la incidencia de EII en menores de 18 años se ha triplicado, encontrándose en la actualidad en torno a 3 casos al año por cada 100.000 habitantes”.

La enfermedad de Crohn pediátrica, frente al caso del paciente adulto, presenta unas connotaciones específicas, como un curso de la enfermedad habitualmente más grave y una gran repercusión sobre el crecimiento y desarrollo, lo que hace que sea especialmente importante lograr la remisión mantenida y duradera de una manera precoz. Los objetivos principales del tratamiento son: inducir y mantener un estado de remisión clínica, prevenir las recaídas así como reducir el número y duración de las mismas y mantener una nutrición y desarrollo adecuados. El tratamiento, por tanto, debe adaptarse a la gravedad, al segmento intestinal afectado, a la historia evolutiva, el estado nutricional y la existencia de complicaciones.

Según el doctor Martín de Carpi, “la enfermedad de Crohn en el niño es con frecuencia resistente a tratamientos como son los inmunosupresores tiopurínicos en el mantenimiento de la remisión obtenida con la nutrición enteral. En estas situaciones, es donde los pediatras tendemos cada vez más al inicio del tratamiento anti-TNF en fases precoces de la enfermedad, de cara a obtener la remisión rápida y frenar el deterioro progresivo que estos pacientes pueden presentar”. Y subraya, “la alta eficacia de estos fármacos los convierte en una de las medicaciones más potentes a la hora de lograr dicho objetivo, que será fundamental para asegurar un correcto crecimiento y maduración del paciente”.

Publicado en: Jano Online

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Las técnicas no invasivas para detectar fibrosis hepática son "más efectivas"

Hepatólogos del Hospital del Mar de Barcelona han constatado que las técnicas no invasivas, especialmente la elastografía, son “más efectivas” a la hora de diagnosticar la fibrosis hepática, una enfermedad del hígado debida al mal funcionamiento de la reparación de tejidos.

Según ha informado este jueves el hospital en un comunicado, el servicio digestivo del centro realiza más de 1.300 elastografías al año, una técnica que permite el diagnóstico, pronóstico y seguimiento continuado del paciente sin necesidad de hacer una biopsia hepática, que comporta mayor riesgo.

“La sustitución de la biopsia hepática por métodos no invasivos es un objetivo del todo recomendable, sobre todo si estos métodos son rápidos, fáciles de usar y muy efectivos”, ha explicado el responsable del área de Hepatología del Hospital del Mar, Ricard Solà.

Mediante esta técnica, que permite estimar la rigidez del hígado, se obtienen datos de una zona más amplia que con la realización de la biopsia hepática, sólo se necesitan cinco minutos para hacerla y el enfermo no requiere preparación ni observación posterior, con lo que se puede repetir tantas veces como sea necesario.

El Hospital del Mar combina esta técnica con los indicadores que facilitan diferentes marcadores séricos de fibrosis, obtenidos a partir de análisis de sangre para “llegar a un diagnóstico concluyente”, sin necesidad de realizar la biopsia hepática.

Tomado de: Jano Online.

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Logran activar mediante manipulación genética un mecanismo de rejuvenecimiento del hígado

La manipulación genética ha permitido activar el sistema de limpieza celular del hígado de unos ratones y rejuvenecer así este órgano, según un estudio de la científica española Ana María Cuervo, del Instituto de Estudios en Envejecimiento del Albert Einstein de Nueva York, que ahora está desarrollando unos fármacos para intentar lo mismo en el cerebro.

Éste es uno de los estudios que se presenta en el 55 º Congreso Nacional de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG), que se celebra entre hoy y el viernes en el Palacio de Congresos de Valencia.

El rejuvenecimiento del hígado de los ratones se logró manteniendo los niveles constantes de una proteína encargada de diferenciar aquello que es o no es ‘basura’ dentro de las células. “Si lo comparamos con humanos es como si un hígado de 80 años funcionara como si tuviese sólo 20”, explica Cuervo.

De hecho, el estudio ha comprobado que con la edad los niveles de esta proteína se reducen en un 50% y desciende la capacidad de limpieza, lo que provoca que los desechos se acumulen y que finalmente la célula deje de funcionar correctamente. Según Cuervo, si se lograra mantener el nivel de esta proteína en un 80%, se evitaría los problemas derivados de la edad.

Propuestas ‘serias y fundadas’

En otro orden, el presidente del Comité Organizador, Juan ramón Domenech, ha señalado que en la Comunitat Valenciana serían necesarios entre 80 y 100 geriatras cuando sólo hay 20. A su juicio, “el problema no es tanto el número de profesionales cuanto que no dispongan de una estructura para hacer bien su trabajo”.

A este respecto, el tesorero de la SEGG, José Antonio López, que será elegido presidente de la sociedad este viernes, ha advertido que la SEGG no se quedará “callada” ante los rectores de la Ley de dependencia, sino que presentarán “propuestas serias y fundadas” para que “no se quite un euro a nadie”.

Tomado de: Jano Online

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El incumplimiento terapéutico en enfermedad inflamatoria intestinal deteriora la calidad de vida de los pacientes

El paciente es el protagonista principal en el abordaje de la enfermedad inflamatoria intestinal. Así lo afirmó el doctor Daniel Ginard, especialista en Aparato Digestivo del Hospital Son Espases de Palma de Mallorca, durante la jornada de actualización sobre esta patología que se llevó a cabo en dicho centro.

“La enfermedad inflamatoria intestinal (enfermedad de Crohn y colitis ulcerosa) es una enfermedad crónica, que afecta al intestino y que suele debutar en pacientes jóvenes. En 2006 realizamos un estudio de incidencia en la comunidad balear, en el que se diagnosticaron 124 casos nuevos de enfermedad inflamatoria intestinal durante ese año”, explicó el doctor Ginard.

Por su parte, el doctor Sam Khorrami, asimismo especialista en Aparato Digestivo del Son Espases, expuso que “la falta de adherencia es una de las causas más habituales del fracaso del tratamiento en las enfermedades crónicas”. El Dr. Khorrami hizo hincapié en la importancia de detectarla de forma temprana y corregirla para así “obtener el máximo beneficio de las actitudes terapéuticas ya que, si se incumple, se producirá una falta de respuesta al mismo que implica cambios terapéuticos con mayor padecimiento y deterioro de la calidad de vida del paciente, efectos adversos, bajas laborales y consumo de recursos sanitarios”. “Además”, señaló, “los pacientes suelen perder la confianza en el equipo médico, deterioro de la autoestima y el temor a la falta de alternativas terapéuticas”.

Respecto a las pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal que se plantean la posibilidad de ser madres, ambos expertos incidieron en que es necesario que conozcan los riesgos y consecuencias del periodo de gestación.

“En primer lugar, las pacientes con EII deben planificar su embarazo durante un periodo de remisión de la enfermedad, ya que tienen un menor riesgo de presentar síntomas de actividad de la enfermedad y una mejor evolución de la gestación, sin diferencias en la concepción, el embarazo y el parto con respecto a las mujeres sin enfermedad. En segundo lugar, la mayor parte de los fármacos para tratar la EII son seguros y deben mantenerse durante todo o parte del embarazo. Con frecuencia los brotes durante la gestación coinciden con el abandono del tratamiento de mantenimiento y la actividad de la enfermedad se relaciona con complicaciones como el bajo peso del bebé al nacer o la prematuridad”, señaló el doctor Ginard.

Fuente: Jano Online.

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