El catéter venoso central de inserción periférica, (PiCC, por sus siglas en inglés), es un dispositivo no tunelizado, de media o larga duración, que permite el acceso vascular central desde una inserción periférica. La inserción de PiCC se realiza generalmente en los miembros superiores, en la fosa antecubital, normalmente en la vena basílica, pero también se pueden utilizar la cefálica o la braquial. Su extremo se coloca en el tercio distal de la vena cava superior justo antes de la unión con la aurícula derecha. En 1997 en el Medical Center de la Universidad de Washington, Claudette Bourdreaux, enfermera de UCI, asistía a médicos residentes en la canalización de la vena yugular interna mediante ecografía. Esto le proporcionó los conocimientos necesarios para comenzar a usar la ecografía, con el fin de localizar venas no palpables en la parte superior del brazo, por encima de la fosa antecubital, ya que hasta ese momento la técnica ciega limitaba el uso de los PiCC a pacientes con venas visibles o palpables. La técnica eco-guiada permite canalizar venas no palpables que con la técnica ciega sería imposible abordar. Facilita la localización, la visualización de su diámetro, su profundidad, su dirección y diferenciar otras estructuras como arterias y nervios; evitando su punción accidental. Mediante la ecografía se ve el pulso de la arteria y se observa cómo se deprime la vena al presionarla. Las imágenes que se muestran corresponden con nuestra primera inserción de un PiCC de forma eco-guiada, el 20 de julio de 2017.
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