Se entiende por sostenibilidad a la capacidad que tiene un sistema, ya sea natural, social, económico, tecnológico, etc., para mantener su estado y perdurar en el tiempo. En los sistemas biológicos o naturales consiste en la tendencia de la vida a la sostenibilidad como la fuerza que establece el curso de la evolución biológica de los organismos vivientes. La vida tiende de forma natural al mantenimiento (sostenibilidad) del sistema vital y por ello los cambios y transformaciones evolutivas suponen siempre un cambio hacia un mayor equilibrio.
En cambio la insostenibilidad se considera a la situación que presentan ciertos estados o sistemas no adaptados a los factores de que dependen y al entorno, biológico, social, económico, tecnológico, etc., de tal forma que a mediano plazo puede preverse su derrumbamiento y la aparición de nuevos sistemas, en evolución, capaces de sustituirlos.
La sostenibilidad biológica (en ecología) se refiere al equilibrio de una especie con los recursos de su entorno. Por extensión se aplica a la explotación de un recurso por debajo del límite de renovación del mismo. Desde la perspectiva de la prosperidad humana. Un recurso renovable depende de la velocidad de su explotación supera su regeneración. Ej. Si la pesca supera la capacidad de reproducción de los peces. Para eliminar los impactos ambientales negativos no debe tomarse de la naturaleza o incorporar en ella más de lo que es capaz de reponer o eliminar por sí misma.
Tipos de recursos:
• Recursos naturales: renovables o no renovables
• Recursos artificiales. diseñados y construidos por el hombre.
El equilibrio de un sistema biológico basado en los recursos naturales ha ido cambiando con los adelantos de las tecnologías y hoy, muchos autores creen que es posible sustituir los recursos naturales por artificiales sin que el sistema pierda su estabilidad (sostenibilidad) y lo justifican dentro de una sostenibilidad débil y una sostenibilidad fuerte.
Debate entre sostenibilidad débil y sostenibilidad fuerte
Para la sostenibilidad de débil, existe una sustitución perfecta entre capital económico y capital natural. Este supuesto de sustitución perfecta es analizado en las teorías del crecimiento (Solow 1974 y 1986, Hartwick 1977), ya que el medio ambiente es considerado como otra forma de capital, por lo que es perfectamente sustituible por otro tipo de capital o activos. Así, la desaparición progresiva de aquellos recursos naturales de los que existe una cantidad fija, los llamados recursos no renovables, debiera ir acompañada por inversión en otro tipo de capital. Desde este enfoque se plantea que hay posibilidades para sostener el crecimiento, dada la posibilidad de una sustitución perfecta entre capital económico y recursos no renovables garantiza que el crecimiento económico pueda ser sostenido a pesar de la continua disminución del stock de recursos no renovables y es el cambio tecnológico el que permitirá sostener el crecimiento.
La sostenibilidad débil no ve ningún tipo de incompatibilidad entre crecimiento económico y conservación del capital natural, pues supone que los recursos que se agotan pueden ser sustituidos ilimitadamente siempre y cuando la tecnología evolucione, es decir lleva implícito un principio de sustituibilidad y otro de innovación tecnológica, validos ambos hasta el punto que permitan sustituir un recurso por otro que realice la misma función o sustituir el trabajo por capital
La sostenibilidad fuerte, en contraste considera que los dos tipos de capital son complementarios en la mayoría de las funciones de producción. Se plantea que no existe perfecta equivalencia entre el capital ecológico y el construido por el hombre. Se argumenta, que ciertos recursos naturales parecen ser esenciales para el bienestar y/o la supervivencia de la humanidad. Se designa a dicho capital como crítico
Tipos de capital
• Capital natural, las existencias y el flujo de recursos naturales que entran en una sociedad.
• Capital de formación humana, es la disponibilidad de capital monetario, la tecnología, el personal capacitado, etc.
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La sostenibilidad débil lleva a mantener la esperanza sobre una tecnología que será capaz de venir a resolver los grandes problemas que presenta la humanidad (Inteligencia artificial, el futuro del hombre) no solo ante la preocupación por el agotamiento de los recursos naturales sino también ante las limitaciones biológicas del ser humano. Por otra parte nos conduce a una nueva interpretación del equilibrio del sistema biológico ya que la explotación no depende de la renovación natural del mismo (su regeneración) sino de la sustitución por recursos artificiales (producidos por la tecnología) y de esa forma a mantener el funcionamiento del sistema, aquí surge una interacción o sinergia entre los sistemas biológicos, económico y tecnológico, lo cual introduce una mayor complejidad a la hora de predecir su comportamiento.
De la sostenibilidad y su relación con la singularidad tecnológica, seguiremos hablando en próximos artículo, y será tema obligado de mi próximo libro.
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