El Síndrome Visual Informático (SVI) es una de las enfermedades visuales de la era moderna que comenzó en el siglo XX, con el advenimiento de las pantallas, en dispositivos electrónicos. El SVI puede resultar extraño para muchas personas, sin embargo, es una realidad para aquellos que están día a día y varias horas, delante de las pantallas de estos dispositivos.
Según la Academia Americana de Optometría se trata de un conjunto de signos y síntomas oculares y visuales, que a mediano y largo plazo, pueden disminuir la calidad de vida de quienes lo padecen.
Las destrezas visuales que son necesarias para el uso de la computadora son: visión binocular (coordinación de ambos ojos para conseguir una imagen única), movimientos oculares, y la coordinación ojo-mano, es decir la capacidad de usar las manos y los ojos en conjunto.
En otras ocasiones el SVI es consecuencia a defectos oculares mal corregidos como la miopía, hipermetropía, astigmatismo, presbicia, insuficiencia de convergencia o el mal uso de las lentes de contacto. Otros factores como el estrés o el estado de salud general del trabajador, incluso, si no se remedian los síntomas descritos con anterioridad, estos pueden ahondar las disfunciones visuales o derivar en la aparición de las mismas. Entonces, la solución del problema requiere de un tratamiento oftalmológico, con gafas, lentes o similares.
De todo lo anterior se puede deducir que la salud ocular se resentirá en los próximos años si las personas no toman medidas para remediarlo y si las empresas productoras de estas tecnologías no desarrollan pantallas menos nocivas.
Lo que opinan los visitantes