Los medios de comunicación hacen en ocasiones un uso innecesario y abusivo de palabras y expresiones extranjeras en las informaciones relacionadas con internet. A continuación, con motivo del Congreso Mundial de Internet WWW que se celebra en la ciudad francesa de Lion entre el 16 y 20 de abril, se repasan algunos extranjerismos muy utilizados en este ámbito que tienen alternativas en español, así como algunos términos que plantean dudas en cuanto a su escritura. Ver más…
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Con motivo del Día Mundial de la Salud el próximo 7 de abril, se advierte de tres términos que generan confusión en la redacción de informaciones sobre esta materia.
La Real Academia Nacional de Medicina, en su Diccionario de términos médicos, aclara que no es apropiado decir anemia severa o traumatismo severo sino anemia o traumatismo grave, porque severo, en español, significa ‘riguroso’, ‘serio’, ‘austero’ y no ‘grave’, ‘intenso’ o ‘fuerte’ a diferencia de severe en inglés, que es ‘grave’, ‘intenso’ y ‘fuerte’.
En estas informaciones sobre salud también suele emplearse el término cancerígeno (‘que produce o puede producir cáncer’) por canceroso (‘que tiene las características o la naturaleza del cáncer’) y decir inapropiadamente célula o tumor cancerígeno en lugar de célula o tumor canceroso.
Se recuerda asimismo que lo adecuado es hablar de sistema inmunitario (‘relacionado con la inmunidad’) no de sistema inmunológico (‘relacionado con la disciplina llamada inmunología’).
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Comenzar un discurso o una exposición con Compañeros y compañeras…. Para mi está bien Compañeros, yo me siento incluida con ovarios y todo.
Y que le dediquen un programa televisivo a los cubanos y las cubanas, a los niños y las niñas.… Al final sería un programa igual para todos los cubanos o para todos los niños, independientemente de…
En fin, aquí va el caso de Fundéu:
La señora Presidenta, sentada, ¿es sedenta?, si va andando ¿es caminanta? ¿La señora Presidenta, quizás, no es consecuente? ¿O es que es consecuenta?
A los preocupados por el sexismo del idioma debería molestarles esta feminización morfológica de un participio, que casi es la única construcción que mantiene la misma forma casable con ambos géneros. Claro, que quien confunde género con sexo está en peligro de llegar a la conclusión de que el femenino de presidente sea presidenta.
Creo que presidente es, originalmente, participio del verbo presidir y que con tal palabra nos referimos al ciudadano, socio, o cofrade que está al frente o delante de la asamblea, la sociedad o la cofradía. Al sustantivizarlo, eludiendo decir «ciudadano», «socio» o «cofrade» presidente, realzamos la función y ocultamos la condición del aludido. Algunos se lo creen, y de primus inter pares pasan a usurpar la autoridad del cargo y se la quedan como derecho personal, con las antidemocráticas consecuencias que deben suponerse. Así que «Presidenta» es forma peligrosa para el idioma, creo. Pero mucho más para la sociedad, por la implícita suposición de que el cargo es consustancial a la persona que lo desempeña y a una característica tan intrínseca de la persona como su sexo.
No se me ocurren muchos participios sustantivados que se utilicen casi únicamente sin mencionar el sujeto, como es el caso de presidente. Supongo que los hay. De pasada aparecen estupefaciente, cuyo sujeto más corriente es sustancia, de género femenino si no me equivoco. No creo que nadie proponga cambiar a estupefacienta cuando se refiera a la heroina o a la marihuana, y estupefaciente ?o, ya puestos, estupefaciento? cuando hable del opio.
Les agradecería una aclaración sobre la Presidenta, la razón de su proliferación y su corrección ?gramatical, por supuesto?. Y en el caso de que compartieran mi criterio, me complacería oir algo al respecto en los medios de comunicación a los que puedan acceder y que diariamente utilizan tal «participia».
R/ Lamentamos no compartir su criterio y por lo tanto le informamos de que no hablaremos de eso en los medios de comunicación a nuestro alcance. Es más, si lo hiciéramos, sería en sentido contrario, pues por aquí (en la Fundación del Español Urgente) pensamos que hay que favorecer el uso del femenino y hacer visibles a las personas que han estado tantos años invisibles en nuestra lengua: las mujeres.
Ya hay algunos participios de ese tipo que llevan años funcionando en español: presidenta, clienta, asistenta, gobernanta, parienta, tenienta, penitenta, practicanta, ayudanta, comedianta, principianta, postulanta, almiranta, danzanta, intendenta, sargenta, vicepresidenta… (datos tomados del Diccionario inverso de la lengua española, de Ignacio Bosque y Manuel Pérez Fernández. Madrid: Gredos, 1987), y es de esperar que cada vez sean más.
No se trata como verá de forzar la lengua cambiando adjetivos como los de sus ejemplos (sedenta, consecuenta, estupefacienta…), sino de simples sustantivos que tienen formas femeninas en la lengua española. Y no creemos que presidenta sea una forma peligrosa para el idioma, sino más bien consideramos que es muy beneficiosa.
En cuanto a la aclaración que nos pide al final de su mensaje sobre si presidenta es o no correcta gramaticalmente, solo podemos repetirle que sí es correcta. Y respecto a la proliferación de esa palabra se nos ocurre que se debe únicamente a que cada vez hay más mujeres que ocupan ese cargo y gracias a ello nuestra lengua va siendo, poco a poco, menos sexista.
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Legitimar significa convertir algo en legítimo o probar algo conforme a las leyes, por lo que debe evitarse la forma legitimizar, tal y como recomienda el Diccionario panhispánico de dudas.
Así pues, son correctas frases como: Con la llegada de la democracia se legitimaron partidos que antes estaban prohibidos o Un notario legitimó su derecho a la herencia.
El sustantivo correspondiente es legitimación y no legitimización.
Además, en ocasiones se confunde inadecuadamente legitimar con legalizar que es dar carácter legal a algo, aunque con el significado de certificar la autenticidad de una firma o un documento en los diccionarios Clave yVox se recoge el uso de ambos: El notario deberá legitimar/legalizar las firmas de los contratantes.
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La Fundación del Español Urgente recomienda que los acrónimos, cuando se trate de nombres propios y tengan más de cuatro letras (como Fitur), se escriban con inicial mayúscula y el resto en minúsculas.
Con motivo de la temporada de ferias y salones comerciales, que comienza en Madrid el próximo miércoles con la Feria Internacional del Turismo (Fitur) y continúa en febrero con la Feria de Arte Contemporáneo (ARCO), la Fundéu BBVA hace una recomendación sobre la escritura de los acrónimos.
Según las Academias de la Lengua, «un acrónimo es, por un lado, el término formado por la unión de elementos de dos o más palabras (como teleñeco, de televisión y muñeco; Mercosur, de Mercado Común del Sur); y, por otro lado, también se llama acrónimo a la sigla que se pronuncia como una palabra (OTAN, ovni, sida)».
Respecto a su escritura, se recomienda que, cuando se trate de nombres propios con más de cuatro letras, se escriba en mayúscula solo la inicial, dejando el resto de las letras en minúscula, como ocurre con Fitur. Si tienen cuatro letras o menos, se escribirán todas en mayúscula, como en ARCO, o, si es posible, en versalitas.
Sin embargo, los acrónimos que se han incorporado a la lengua cotidiana como palabras comunes, como ovni o sida, se escriben en minúscula.
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Puede que haya visto escrito «extra oficial» y «extra-oficial» y «extraoficial»; «ex presidente», «expresidente» y «ex-presidente». ¿Cuál es la opción correcta?
En la ortografía del castellano se considera innecesario e incorrecto el uso del guion en las palabras compuestas formadas por un prefijo y un nombre común: extraoficial, superseguro, etc.
Por otra parte, la Academia considera que ex es un adjetivo, por lo que se escribe separado, con un espacio, de la palabra a la que modifica: ex presidente, ex novio, etc.
Por lo que lo correcto sería extraoficial y ex presidente.
Guion o guión: ‘Escrito que sirve de guía’ y ‘signo ortográfico’. La doble grafía, con o sin tilde, responde a las dos formas posibles de articular esta palabra: con diptongo (guion), caso en que es monosílaba y debe escribirse sin tilde; o con hiato (guión), caso en que es bisílaba y se tilda por ser aguda acabada en -n. La articulación con diptongo es la normal en amplias zonas de Hispanoamérica, especialmente en México y en el área centroamericana; por el contrario, en otros países americanos, como la Argentina, el Ecuador, Colombia y Venezuela, al igual que en España, esta palabra se articula con hiato y resulta, pues, bisílaba. Debido a esta doble articulación, y con el objetivo de preservar la unidad ortográfica, en la última edición de la Ortografía académica (1999) se establece que toda combinación de vocal cerrada átona y abierta tónica se considere diptongo a efectos de acentuación gráfica. Por ello, en guion y otras palabras en la misma situación, como ion, muon, pion, prion, Ruan, Sion y truhan, se da preferencia a la grafía sin tilde, aunque se permite que aquellos hablantes que pronuncien estas voces en dos sílabas puedan seguir tildándolas.
Este signo ortográfico (-) no debe confundirse con la raya (—). Ambos se representan por medio de un trazo horizontal, pero el guion es de una longitud sensiblemente menor que la de la raya. El guion se usa en los casos siguientes:
1. Como signo de unión entre palabras u otros signos: franco-alemán, histórico-crítico, dirección Norte-Sur, ferrocarril Madrid-Málaga.
2. Puede unir nombres propios o apellidos, nombres comunes y adjetivos: Antonio-Marcos, Sánchez-Cano, enfrentamiento Agassi-Sampras, sofá-cama*, ciudad-dormitorio*, hombre-rana*, kilómetros-hora, calidad-precio, coste-beneficio, director-presentador, hispano-romana*, franco-canadiense*, germano-soviéticas*, lingüístico-literario, teórico-práctica, técnico-administrativos.
* se pueden escribir sin el guion.
3. Guion que puede denominarse estilístico: pre-presentación, ser-para-sí, ser-para-otro.
4. El guion en otras combinaciones gráficas: las páginas 23-45, durante los siglos x-xii, curso académico 71-72, DC-10 (modelo de avión), Barcelona-92 (Juegos Olímpicos celebrados en Barcelona en 1992), sub-18 (categoría deportiva). Pueden usarse guiones para separar las parejas o los tríos de las cifras que componen los números de teléfono: 593-12-83, pero en estos casos es preferible la separación mediante espacios en blanco: 593 12 83.
5. Como signo de división de palabras a final de línea: se pueden dividir coincidiendo con el silabeo de la palabra: ma- / linterpretar, hispa- / noamericano, de- / samparo, rein- / tegrar. Y se pueden dividir separando sus componentes: mal- / interpretar, hispano- / americano, des- / amparo, re- / integrar. Esta división solo es posible si los dos componentes del compuesto tienen existencia independientepre-presentación.
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El desarrollo de una sigla se escribe con minúsculas si está formada por nombres comunes.
Así, en frases como «Descartada una subida del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA)» y «España entrará en recesión y su Producto Interior Bruto (PIB) se contraerá un 1 %» lo apropiado hubiera sido escribir impuesto sobre el valor añadido y producto interior bruto, pues en ambos casos los nombres son comunes y, por tanto, se escriben con minúscula.
En cambio, siglas como ONU o CGPJ, cuando aparecen desarrolladas van con mayúsculas por ser nombres propios: Organización de la Naciones Unidas y Consejo General del Poder Judicial.
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El empleo de petrolero con el significado de ‘que contiene o produce petróleo’ es inadecuado; en estos casos es preferible utilizar el adjetivo petrolífero.
Con frecuencia se produce una confusión entre los adjetivos petrolero y petrolífero, y por ello es habitual leer o escuchar frases como «El presidente ejecutivo del grupo petrolífero anunció este martes la próxima compra por su empresa del 10 % de sus propias acciones», «La petrolera rusa aporta sus filiales que poseen licencias para explorar y obtener crudo en 14 yacimientos petroleros».
Se recuerda que aquello que pueda contener petróleo en su interior, o producirlo, es petrolífero (como los pozos, los yacimientos o las plataformas) y no petrolero, que significa ‘perteneciente o relativo al petróleo’ y cuyo uso es correcto en expresiones como «industria petrolera» o «crisis petrolera».
Por tanto, en los ejemplos anteriores hubiera sido más adecuado: «El presidente ejecutivo del grupo petrolero anunció este martes la próxima compra por su empresa del 10 % de sus propias acciones», «La petrolera rusa aporta sus filiales, que poseen licencias para explorar y obtener crudo en 14 yacimientos petrolíferos».
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