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La ideología transhumanista nos obliga a cuestionarnos que es lo humano y en que consiste la condición humana y que papel tienen las tecnologías en el desarrollo del potencial humano.

 Hasta hoy seguimos repitiendo que el potencial humano es un producto, biológico, psicológico y social y seguimos ignorando el papel que juega la tecnología en el desarrollo humano, por lo que debemos dejar atrás el enfoque bio-psico-social y comenzar a enfocarnos el aspecto tecnológico como intrínsico al ser humano y hablar de desarrollo tecno-bio-psiquico-social.

 Dándole connotaciones extrasensoriales, podemos decir que desde la prehistoria humano lo biológico ha tenido una interpretación cósmica, debido a las limitantes físicas de los humanos (la tecnología fue supliéndolas con el tiempo) y su relación con una poderosa naturaleza (caracterizada como mágica, lo psicológico se ha tratado de comprender a través del alma y los espíritus que la trascienden, lo social como comunidades (aldeas) primitivas y lo tecnológico como las herramientas que permitían al hombre subsistir en un medio hostil. O sea que desde sus inicios el hombre ha sobrevivido gracias al uso de la tecnología.

 Si lo biológico y los psíquico forman parte del cuerpo humano (restringiéndonos solamente al cerebro y olvidando la interpretación antigua del alma), lo social no; este es considerado como externo al cuerpo, pero dada su importancia no se concibe al humano sin el factor social y su papel en la formación del individuo; lo mismo sucede con la tecnología. Hoy es imposible imaginarse al ser humano sin la tecnología y sus aplicaciones en las comunicación, en la educación, en el propio individuo: prótesis, espejuelos, lentes, dispositivos, etc.

Si no cambiamos nuestros conceptos sobre los factores que interfieren en el progreso humano y aceptamos el papel de la tecnología estaremos ignorando nuestra condición tecnológica y de cómo esta se ha ido integrando en nuestras vida y de cómo nos hemos ido manejando con las tecnologías sin dejar de ser humanos.

 Hoy algunos creen que hay que frenar el desarrollo de las tecnologías, esto seria como frenar el desarrollo social, frenar nuestra mente o frenar el crecimiento de nuestro organismo.

 

 

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La relación entre el hombre y las tecnologías

En el artículo anterior decíamos que frenar el desarrollo de las tecnologías, sería como frenar el desarrollo social, frenar nuestra mente o frenar el crecimiento de nuestro organismo. Ahora la pregunta es, ¿se puede frenar el proceso del desarrollo tecnológico? Aun más, ¿no forma parte ese proceso de nuestras vidas?

La relación que se ha venido produciendo entre el hombre y la tecnología durante siglos nos ha estado conduciendo a una simbiosis entre ambos. Y este es el tema de mi próximo libro: “Desafíos del siglo XXI” donde se analizan los tipos de relación y los posibles escenarios futuros. Ahora lo trataremos desde el enfoque de una simbiosis entre los humanos y las tecnologías.

En mi obra es recurrente el tema de la inteligencia artificial y del surgimiento de una superinteligencia superior a la humana. Idea que nace de los conceptos definidos por Vernor Vinge sobre la posibilidad de una singularidad tecnológica, la cual ha sido reelaborada por Ray Kurzweil en su libro “La singularidad esta cerca”. Para muchos la singularidad tecnológica no deja de ser una tecnoutopía sin un fundamento real, una de las criticas más interesantes, es la que proviene de Kevin Kelly (de la cual hablaremos en otro artículo), resulta llamativo dado que Kelly es una de los mayores defensores de las tecnologías y su evolución como una nueva entidad propia, ideas que desarrolla en su libro “Fuera de control”. Y esta es la parte significativa, para muchos sus ideas son sacadas de la ciencia ficción y no pasan de ser una tecnoutopía, algo parecido a lo que dicen de Kurzeil. Aunque para mí las ideas de Kelly no son tan fantasiosas como algunos creen.

inteligencia-artificialEl fundamento de todas estas ideas radica en el concepto de tecnologías emergentes, mientras Vinge y Kurzweil lo ven relacionado con una inteligencia artificial que cada vez se hace más potente hasta despertar como una inteligencia capaz de superar a la inteligencia humana tema que trato en “Inteligencia artificial, el futuro del hombre”, para Kelly el proceso es más natural y de carácter más general. También me llama la atención que aunque Kurzweil parece partir de la inteligencia artificial sus ideas, sobre todo la de “Como construir una mente”, están más cerca de un enfoque propio de la cibernética, digo esto porque la cibernética ha sido renegada por muchos investigadores de la inteligencia artificial, siendo su exponente más destacado uno de sus fundadores, Marvin Minsky; y porque cada vez, mas, se recurre al esquema de los sistemas cibernéticos.

Simbiosis humanos – tecnologías. ¿Tecnoutopía?

Cuando hablamos de simbiosis la primera idea que acude a nuestra mente es la del Cyborg, un organismo compuesto por órganos biológicos y dispositivos cibernéticos. Pero me interesa referirme al concepto, en sí, de simbiosis.

Veamos la definición de simbiosis tomada de Wikipedia: es una forma de interacción biológica que hace referencia a la relación estrecha y persistente entre organismos de distintas especies, a los que se le llama simbiontes.

Como la definición viene desde la biología la relación se considera entre organismos biológicos, pero si consideramos como Kevin Kelly, que las tecnologías están produciendo una evolución parecida a la biológica y dada la relación estrecha y persistente entre humanos y tecnologías podemos considerar que se está produciendo una simbiosis entre humanos (organismo biológicos) y entre tecnologías (organismos cibernéticos).

Los tipos de simbiosis en biología son:
1.-Atendiendo al tipo de relación que se establece
• Ectosimbiosis: el simbionte vive fuera del otro organismo (relación exógena)
• Endosimbiosis: el simbionte vive dentro del otro organismo (relación endógena)
2.-Atendiendo al tipo de beneficio que se establece
• Mutualismo: se benefician ambos.
• Comensalismo: se beneficia uno solo
• Parasitismo: se beneficia uno a costa del otro

Ahora viene lo mejor. Si aceptamos que se está produciendo una simbiosis entre humanos y tecnología (me gustaría conocer opiniones) ¿Cómo debe ser esa simbiosis?

Podemos considerar los siguiente, teniendo en cuenta, una última consideración sobre la simbiosis con los humanos
• En la ectosimbiosis se produce una integración pero cada cual conserva sus características como especie (los humanos como organismo y las tecnologías como dispositivos).
• En la endosimbiosis se produce la integración (fusión) entre ambas especies y se obtienes nuevas características, el ya mencionado Cyborg.
Veamos cómo se podría estar produciendo la simbiosis y sus tendencias

1. Hoy estamos ante una ectosimbiosis, humanos y tecnología interactúan de forma exógena y su relación se basa en el comensalismo (solo se benefician los humanos)
2. En un futuro podríamos, dentro de la ectosimbiosis, pasar a una relación basada en el mutualismo donde tanto los humanos como las tecnologías se benefician y dan lugar a una superinteligencia colectiva (la que prefiero y he defendido en artículos anteriores).
3. Otra tendencias sería la de una endosimbiosis basada en el comensalismos, donde los humanos esperan beneficiarse de las tecnologías por medio de implantes, de la ingeniería genética, de prótesis, etc. Aquí estamos hablando del surgimiento de una superinteligencia transhumana, tanto hibrida como puramente biológica (idea representada por el transhumanismo)
4. La ultimas seria una endosimbiosis basada en el mutualismo, donde las tecnologías superan a los humanos y estos se fusionan con las tecnologías, pero más bien como software y muchos casos los humanos son rediseñados por las maquinas dando lugar a una superinteligencia artificial (la idea de una singularidad tecnológica)

Como escribo ciencia ficción siempre he tenido cierta consideración con las tecnoutopías y si no las acepto totalmente, al menos, me han servido como ejerció mental y para el desarrollo de la fantasía; pero sobre todo, para reafirmar mi opinión de que los escenarios del futuro no son tan simples como las propias tecnoutopías nos quieren hacer ver.