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Publicado el agosto 27, 2014 de

libro-portada-ia_Posiciones ante la relación entre humanos y tecnologías

Para algunos la tecnología nunca superará a los humanos, pero dada las tendencias actuales donde la tecnología es cada vez más autónoma (fábricas manipuladas por robot que no necesitan de los humanos) a la vez que asumen roles que antes se consideraban inteligentes: jugar ajedrez (ya derrotan al campeón mundial), diagnósticos, predicciones, cada vez son más las actividades intelectuales, sobre toda aquellas relacionadas con el cálculo, donde la máquina es imprescindible y no se vislumbra que este crecimiento tenga límites. Si a esto le unimos que, hoy más que nunca, la tecnología se ha convertido en un medio de poder; nada detendrá su crecimiento y nadie estará exento de la mala utilización de la tecnología consciente o inconscientemente.

Veamos las posiciones ante el progreso tecnológico.

Las discrepancias surgen a partir de la consideración que se tenga sobre el impacto tecnológico sobre la sociedad. Si creemos que las tecnologías siempre serán una infraestructura controlada por los humano o aceptamos que dado su crecimiento acelerado, su cada vez mayor autonomía y su creciente inteligencia (a lo cual no se le ve limites), se puede aceptar que se convertirán en una superestructura capaz de compartir las decisiones con los humanos.

1.- Ingenua: Las tecnologías nunca superaran a los humanos. El humano es quien la crea y estas nunca dejarán de ser un medio y siempre estarán bajo control.

2.- Competitiva: Se parte del principio de que siempre unos dominaran sobre otros, que los enfrentamientos son inevitables y que la evolución se basa en la ley del más fuerte; por lo que la vida es una lucha por el control, por dominar a los demás; a la ciencia, a la naturaleza. Consideran que es inevitable el enfrentamiento entre humanos y tecnología. Los competitivos se dividen a su vez en dos grupos, los que defienden la aceleración tecnológica y los que proponen el control de las tecnologías ante sus posibles riesgos.

a) Aceleración: Las tecnologías inevitablemente superaran a los humanos y este no tendrá otra opción que dejarse guiar. El progreso tecnológico es la única solución, por lo que es imprescindible, desarrollar, acelerar y aplicar sobre el ser humano todo el potencial tecnológico cuanto antes. Se defienden la idea de una superinteligencia artificial. Asume el papel de una tecno-religión donde solo las tecnologías nos pueden salvar, las que se convertirán en una superinteligencia que será capaz de reconstruir a los humanos y al planeta. Singularidad tecnologica

b) Control: Los humanos nunca dejarán que las tecnologías lo superen y siempre existirá la forma de tenerlas bajo control. La preocupación por las tecnologías los divide en dos grupos, los que quieren prohibirlas y los que proponen un uso cauteloso.

  • Actitud prohibitiva. Prohibir el desarrollo de todo el potencial tecnológico por motivos religiosos o ecológicos. Los riesgos son enormes y desconocidos y asumen que la tecnología sustituirá a los humanos (los transhumanistas llaman a este grupo bioluditas). Asume que el progreso humano es independiente de las tecnologías y estas más bien lo que hacen es alejarlo de su espiritualidad por lo que las tecnologías deben ser limitadas o prohibidas. Defiende la idea de que el ser humano debe retornar a la religión, a la naturaleza o a una sociedad más simple y abandonar su modo de vida actual consumista, hedonista e irresponsable. Bioconservadores luditas
  • Actitud precavida. Se debe controlar el desarrollo tecnológico teniendo en cuenta su impacto sobre la sociedad y las consecuencias que tendrá sobre el individuo. Las tecnologías deben ser controladas y en caso de duda deben ser prohibidas se ddefienden la idea de un desarrollo sostenible basado en el principio de precaución donde el progreso tecnológico estará subordinado al progreso humano y debe mantenerse bajo su control. Se persigue que las tecnologías siempre esten en función de los intereses humanos y regulados por estos y se deben priorizarse las tecnologías renovables y prohibirse aquellas que representan algún tipo de riesgo (precaución). Bioconservadores

3.- Simbiótica: Se cree que la solución está en alguna forma de simbiosis (sinergia) humano-tecnología, llámese fusión, colaboración, integración, unión, complementación, etc. Por lo que se asume una nueva dimensión del problema: lo tecnológico; y la necesidad de aceptar la condición de seres tecno-bio-sico-social. Se dividen en dos grupos: los que aspiran a fusionarse completamente con la tecnología y los que aspiran a una forma de integración cooperativa.

a) Endógena (fusión): Dada la estructura competitiva actual, los humanos y las tecnologías se fusionarán. Con dos tipos de enfoques.

  • Actitud transformadora. El mercado guiará el desarrollo tecnológico y decidirá lo mejor para el ser humano, que sin dudas será avanzar hacia la transhumanidad. Ya que las tecnologías, inevitablemente, superaran a los humanos, la única opción es fusionarse y evitar (renunciar al enfrentamiento) una competencia desigual. Se parte de la idea del Ciborg, con lo que se aspira a alcanzar una superinteligencia hibrida. Las tecnologías se fusionarán con los humanos en aras de una economía y de un humano eficiente ya que las maquinas se irán integrando a la economía capitalista y responderán a los intereses del mercado y según se hagan más inteligente se convertirán en otro competidor. La fusión será con el fin de ser más competitivo, poderoso y eficiente, y estará sujeta a la ley del mercado. Transhumanismo liberal.
  • Actitud mejoradora. Desarrollar el potencial tecnológico evitando los riesgos y aplicarlo de forma responsable en el ser humano, los riesgos son manejables, se aspira al mejoramiento humano por medio de las tecnologías, su visión encaja dentro del contexto de una superinteligencia biológica ya que el humano se irá mejorando por medio de las tecnologías buscando, mejorar la salud, la inteligencia, la belleza, etc. Sin deteriorar el planeta, ni aumentar las desigualdades. Transhumanismo democrático.

b) Exógena (cooperación): Se debe avanzar hacia una estructura colaborativa donde los humanos y las tecnologías se integraran de forma cooperativa, respetando la naturaleza del ser humano, tiene como objetico aprender a manejarse con las tecnologías con el fin de alcanzar una superestructura tecnológica cooperativa donde los humanos y las tecnologías colaboran en el progreso humano y se defiende la idea de una superinteligencia colectiva. Es necesario manejarse con los nuevos conocimientos para no ir a ciegas al futuro y donde las tecnologías vayan alcanzando su propio progreso, estas deben ser desarrolladas, desde sus inicios, con fines colaborativos para que se integren a un verdadero progreso humano donde se mejore la evolución humana en toda su dimensión (tecno-bio-psico-social) desde una sostenibilidad que permita la trascendencia de la especie humana y que por el camino, no se pierda la condición de ser humano. Sostenibilidad tecnológica.

El último punto nos lleva a un cambio de mentalidad y a un nuevo enfoque sobre nosotros mismo y a la responsabilidad sobre nuestro pensamiento y nuestras acciones. Donde debemos definir nuestra posición ante la naturaleza (como amos o protectores), nuestro compromiso con toda la humanidad y con las generaciones venideras así como nuestra relación con la tecnología. Nuestro pensamiento actual y nuestro contexto socioeconómico basado en la lucha por el poder, nos llevan inevitablemente a la competencia y a la confrontación no solo entre humanos sino también entre humanos y máquinas.

Sacado y ampliado del libro Inteligencia artificial, el futuro del hombre.

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Publicado el agosto 20, 2014 de

“La humanidad necesita urgentemente una nueva sabiduría que le proporcione el conocimiento de cómo usar el conocimiento”. Van R. Potter

van_rensselaer_potterVan R. Potter

En los últimos años, todos repiten la frase que somos criaturas bio-psico-social, lo cual es verdad, solo que esto es incompleto, ya que se ignora la dimensión tecnológica, y es que en realidad somos criaturas tecno-bio-psico-social. Omisión que nos ha llevado a ver a la tecnología como algo ajeno al verdadero progreso humano, lo que ha conducido a posiciones encontradas entre los defensores del progreso tecnológico a toda costa y a todo riesgo y los defensores de un progreso humano independiente de las tecnologías.

Cuando en realidad por los siglos de los siglos, el hombre y las tecnologías han estado sufriendo una simbiosis cada vez más estrecha según las tecnologías han ido pasando de ser una infraestructura, herramientas manuales; a ser una estructura que facilita la comunicación, el transporte, la organización empresarial, entre otras tantas implicaciones sociales y económicas, y es que, según el hombre avanzar en su progreso humano, las tecnologías son parte inseparable de ese progreso. Lo cual siempre ha traído riesgos.

En nuestros días, la situación se hace más compleja, la razón; nos acercamos a un punto en que la tecnología dejará de ser una estructura (tecno-socio-económica) para pasar a ser una superestructura, capaz de participar en las decisiones del planeta y este es uno de los problemas más importante que enfrentaremos en el transcurso de este siglo: ¿Cómo relacionarnos con las tecnologías según estas se vayan haciendo cada vez más independientes, mientras, paradójicamente, el hombre se hará más dependiente?

Por lo que es necesario aprender desde hoy a manejarnos con las tecnologías del futuro: con el impacto de las tecnologías convergentes (NBIC), de las inteligencias artificiales, hay que estar preparados para enfrentar una ideología tecnologista que propone el paraíso en la tierra, saber que no basta con prohibir tal o cual investigación hay que buscar alternativas viables al desarrollo humano.

Por suerte hasta hoy el hombre siempre ha sabido manejarse con las tecnologías como estructura, con más o menos éxito (siempre han surgido uno que otro desastre tecnológico). Un ejemplo exitoso ha sido el uso del automóvil, lo cual obligó a profundos cambios en la estructura de los países, tales como carreteras, código de transito, semáforos, policías de tránsito, etc., y con ello garantizar la circulación de los vehículos con el mínimo de accidentes. Con gran despliegue de conocimientos (no digo sabiduría), el hombre ha sabido sortear las dificultades que han ido surgiendo a lo largo de su historia teniendo siempre a la tecnologías como un medio para sus fines, hayan sido estos para el beneficio de la humanidad o para su destrucción.

Hoy se hace necesaria una sostenibilidad tecnológica que permita que las tecnologías se integren al progreso humano y sea capaz de cumplir con los siguientes requerimientos:

1.-Aprender a manejarse con los nuevos conocimientos que están surgiendo del acelerado crecimiento de las tecnologías (progreso tecnológico) que amenaza con descalificar al progreso humano, al que consideran que ya se agotó y que debe dar paso al progreso tecnológico por su carácter de progreso infinito (que trasciende en el tiempo) y ven como única solución una fusión entre humanos y tecnología.

2.-Alcanzar la colaboración humano-tecnología, la cual nos puede llevar a un cambio de mentalidad (consciencia social) basado en el desarrollo de tecnologías colaborativas que fomenten la cooperación en lugar de la competencia, lo cual lleva a un cambio en la estructura social de una competitiva a una colaborativa.

3.-Lograr una sinergia entre humanos y tecnologías por medio de la cooperación y la complementación, como especies diferentes con sus características, su propio espacio vital y donde cada cual mantiene su propia condición (en lo que cada cual es mejor)

Se necesita de una estrategia de cómo manejarnos con los nuevos conocimientos tecnológicos para evitar ir a ciegas al futuro y el riesgo de una crisis total donde los problemas alcancen una magnitud que nos arrastren a soluciones desesperadas. Todavía estamos a tiempo.

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Publicado el julio 30, 2014 de

Crisis-en-el-siglo-XXI_Se entiende por sostenibilidad a la capacidad que tiene un sistema, ya sea natural, social, económico, tecnológico, etc., para mantener su estado y perdurar en el tiempo. En los sistemas biológicos o naturales consiste en la tendencia de la vida a la sostenibilidad como la fuerza que establece el curso de la evolución biológica de los organismos vivientes. La vida tiende de forma natural al mantenimiento (sostenibilidad) del sistema vital y por ello los cambios y transformaciones evolutivas suponen siempre un cambio hacia un mayor equilibrio.

En cambio la insostenibilidad se considera a la situación que presentan ciertos estados o sistemas no adaptados a los factores de que dependen y al entorno, biológico, social, económico, tecnológico, etc., de tal forma que a mediano plazo puede preverse su derrumbamiento y la aparición de nuevos sistemas, en evolución, capaces de sustituirlos.

La sostenibilidad biológica (en ecología) se refiere al equilibrio de una especie con los recursos de su entorno. Por extensión se aplica a la explotación de un recurso por debajo del límite de renovación del mismo. Desde la perspectiva de la prosperidad humana. Un recurso renovable depende de la velocidad de su explotación supera su regeneración. Ej. Si la pesca supera la capacidad de reproducción de los peces. Para eliminar los impactos ambientales negativos no debe tomarse de la naturaleza o incorporar en ella más de lo que es capaz de reponer o eliminar por sí misma.

Tipos de recursos:
• Recursos naturales: renovables o no renovables
• Recursos artificiales. diseñados y construidos por el hombre.

El equilibrio de un sistema biológico basado en los recursos naturales ha ido cambiando con los adelantos de las tecnologías y hoy, muchos autores creen que es posible sustituir los recursos naturales por artificiales sin que el sistema pierda su estabilidad (sostenibilidad) y lo justifican dentro de una sostenibilidad débil y una sostenibilidad fuerte.

Debate entre sostenibilidad débil y sostenibilidad fuerte

Para la sostenibilidad de débil, existe una sustitución perfecta entre capital económico y capital natural. Este supuesto de sustitución perfecta es analizado en las teorías del crecimiento (Solow 1974 y 1986, Hartwick 1977), ya que el medio ambiente es considerado como otra forma de capital, por lo que es perfectamente sustituible por otro tipo de capital o activos. Así, la desaparición progresiva de aquellos recursos naturales de los que existe una cantidad fija, los llamados recursos no renovables, debiera ir acompañada por inversión en otro tipo de capital. Desde este enfoque se plantea que hay posibilidades para sostener el crecimiento, dada la posibilidad de una sustitución perfecta entre capital económico y recursos no renovables garantiza que el crecimiento económico pueda ser sostenido a pesar de la continua disminución del stock de recursos no renovables y es el cambio tecnológico el que permitirá sostener el crecimiento.

La sostenibilidad débil no ve ningún tipo de incompatibilidad entre crecimiento económico y conservación del capital natural, pues supone que los recursos que se agotan pueden ser sustituidos ilimitadamente siempre y cuando la tecnología evolucione, es decir lleva implícito un principio de sustituibilidad y otro de innovación tecnológica, validos ambos hasta el punto que permitan sustituir un recurso por otro que realice la misma función o sustituir el trabajo por capital

La sostenibilidad fuerte, en contraste considera que los dos tipos de capital son complementarios en la mayoría de las funciones de producción. Se plantea que no existe perfecta equivalencia entre el capital ecológico y el construido por el hombre. Se argumenta, que ciertos recursos naturales parecen ser esenciales para el bienestar y/o la supervivencia de la humanidad. Se designa a dicho capital como crítico

Tipos de capital
• Capital natural, las existencias y el flujo de recursos naturales que entran en una sociedad.
• Capital de formación humana, es la disponibilidad de capital monetario, la tecnología, el personal capacitado, etc.
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La sostenibilidad débil lleva a mantener la esperanza sobre una tecnología que será capaz de venir a resolver los grandes problemas que presenta la humanidad (Inteligencia artificial, el futuro del hombre) no solo ante la preocupación por el agotamiento de los recursos naturales sino también ante las limitaciones biológicas del ser humano. Por otra parte nos conduce a una nueva interpretación del equilibrio del sistema biológico ya que la explotación no depende de la renovación natural del mismo (su regeneración) sino de la sustitución por recursos artificiales (producidos por la tecnología) y de esa forma a mantener el funcionamiento del sistema, aquí surge una interacción o sinergia entre los sistemas biológicos, económico y tecnológico, lo cual introduce una mayor complejidad a la hora de predecir su comportamiento.

De la sostenibilidad y su relación con la singularidad tecnológica, seguiremos hablando en próximos artículo, y será tema obligado de mi próximo libro.

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Publicado el jurobot1_270x250lio 10, 2014 de

Apenas escribo para el blog y es debido a que estoy trabajando en mi próximo libro y les confieso que estoy algo atascado. Pero, para que vean que no me olvido de los amigos, aquí les van algunas ideas de lo que estoy haciendo. Espero me disculpen cualquier incoherencia.

Siempre he pensado que el verdadero enfrentamiento será entre los defensores de un futuro sostenible y los que defienden un futuro poshumano. Y si me preguntan, los segundos llevan la delantera. Ahora, la pregunta es, ¿Por qué el futuro poshumano es tan atrayente? ¿Son posibles todas sus promesas? Y la pregunta más importante. ¿Qué dejaremos de ser?

Ya, el fundador de la bioética, Van R. Potter, había hecho una definición sobre el concepto de progreso humano. Lo que nos lleva a que tenemos que repensar el concepto de progreso humano y lo que entendemos por progreso humano, a la luz de la contaminación ambiental y del acelerado progreso tecnológico.

Hoy, aunque muchos no lo quieran aceptar, estamos bajo el predominio de la ideología tecnológica, incluso el economicismo imperante cada vez se subordina más a las tecnologías, incluso, me atrevería a decir que el neoliberalismo actual, de seguir como vamos, será sustituido por un tecnoliberalismo.

Un error muy frecuente actualmente, a veces inconsciente o porque no se pensado lo suficiente sobre el tema, es creer que l progreso humano va en una dirección y el progreso tecnológico va en otra, debido a que se ven como dos procesos diferentes. Los humanistas puros defienden un progreso humano al margen de las tecnologías, en el mejor de los casos estas siguen subordinadas a los deseos humanos y se niega el surgimiento de toda inteligencia no humana.

En cambio, el tecnologismo cree que todos los problemas se van a resolver con las tecnologías emergentes: nanotecnología, biotecnología, infotecnología y cognotecnología (NBIC), y sueñan con la construcción de dispositivos que permitan mejorar la vida y la sustitución de los recursos naturales por componentes artificiales. De esta forma ellos piensan superar todas las limitaciones biológicas como enfermedades, vejez (incluso la muerte); superar las facultades actuales, más inteligente, más fuerte, más hermoso; sustituir los recursos energéticos, por otros que no se agoten como el combustible y hasta con construir planetas artificiales.

Y es que, en realidad, seguimos ignorando que ya estamos viviendo una simbiosis entre humanos y tecnologías y la clave está en saber qué tipo de simbiosis queremos alcanzar. Estoy de acuerdo con los que asumen que vamos a ciegas al futuro; el cual está motivado por intereses egoístas, competitivos y hegemónicos, ya que vivimos dentro de un contexto social basado en la competencia y el éxito a toda costa. Entonces, ¿Qué pasara cuando las máquinas alcancen una inteligencia superior a la humana? Sin dudas, entrarán en competencia con los humanos y usarán esa inteligencia, que los humanos le han dado, para ir asumiendo roles cada vez más importante en la sociedad, posiblemente sin mucha violencia, como dice Moravec, será un proceso indoloro. Este es el punto que defino como crisis tecnológica.

Crisis tecnológica: Sera el momento en que el progreso tecnológico supere al progreso humano lo cual será posible cuando las tecnologías sean más inteligentes que los humanos y que el progreso humano se haga totalmente dependiente del progreso tecnológico.

El progreso tecnológico está muy bien definido en los trabajos de Kurzweil (sobre todo con respecto al futuro) sobre la singularidad tecnológica en cambio a pesar de las corrientes filosóficas, que han existido durante siglos y de las investigaciones en psicología y sociología; el concepto de progreso humano esta desactualizado y desfasado con respecto a los acontecimientos del mundo actual y su creciente complejidad, y demás está decir que el futuro a penas se toca y siempre se le ha dejado a la ciencia ficción, y esto se debe a que se pensaba que el mundo siempre seria igual, hoy sabemos que el planeta se está deteriorando y cada vez son más las especies que desaparecen y de seguir así, la extinción de la especie humana es cuestión de tiempo, tampoco se conocía el poder que alcanzarían las tecnologías y que hoy se ven como la sucesora de la raza humana. En este nuevo contexto hay que repensar, urgentemente, el concepto de progreso humano, se necesita de un nuevo enfoque que nos diga hacia qué futuro vamos, que no necesariamente es el de una singularidad tecnológica. Lo primero que tenemos que analizar entre las posibles simbiosis entre humanos y tecnologías, ¿Cuál es la que es la que queremos para nuestros hijos?

Como decía, el problema es, que históricamente se ha vista separado el progreso humano del progreso tecnológico, al igual que ha visto separado el desarrollo social (crecimiento económico) de la evolución natural (ecosistema). Hoy comenzamos a entender la relación que existe entre ambos y la simbiosis que se está produciendo entre humanos y tecnologías, por lo que es necesario, desde el presente, establecer relaciones profundas con las tecnologías como un igual. Establecer desde hoy formas de cooperación con las tecnologías, pero para ello, primero los humanos tienen que aprender a colaborar entre si y dejar atrás su contexto competitivo actual, basado en el poder. Este cambio de mentalidad es imprescindible si queremos seguir existiendo como especie.

Foto: Periodista digital

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Publicado el junio 12, 2014 de Alejandro

La historia de la Inteligencia Artificial podemos enmarcarla en tres grandes etapas:

  • Años 50‑70: Era Romántica
  • Años 70‑90: Era Pragmática.
  • Años 90‑actualidad: Era Realista.

Sus primeros años

1956 – Newell y Simon desarrollan la Lógica Teórica, considerada por muchos el primer programa de I.A.

1957 – Es presentada la primera versión del programa Solucionador general de problemas. Se propone demostrar cualquier tipo de problema.

1958 – McCarthy crea el lenguaje LISP (LISting Processing), considerado un lenguaje de la I.A.

Finales de los años 50 – Frank Rosemblatt, Perceptron, primer intento de simular la computación neuronal para llevar a cabo tareas complejas.

En los 60 – Joseph Weizembaum, desarrolla el programa Eliza, considerado el primer sistema dentro del campo del Procesamiento del Lenguaje Natural.

1965 – Se desarrolla el primer Sistema Experto exitoso el DENDRAL, en la Universidad de Stanford, sistema orientado a la determinación de la estructura química de un compuesto y en el MIT, se desarrolla el MACSYMA, Sistema Experto orientado a la solución de complejos problemas matemáticos mediante el uso de la integración y la simplificación algebráica.

Años 70 – David Marr propone nuevas teorías acerca de la Visión por Computadora, por ejemplo, cómo distinguir una imagen buscada en los matices de ella, color, bordes, textura y forma. Tambien, se desarrolla el primer sistema para la Comprensión del Lenguaje Natural, implementado por Tery Winograd, investigador del MIT, el SHRDLU, que se encuentra integrado a un robot que obedece las órdenes humanas.

1972 – Se desarrolla la primera implementación del lenguaje PROLOG (Programming in Logica), por el francés Alain Colmerauer , lenguaje para la programación en I.A., basado en la Lógica del Cálculo de Predicados (cláusulas de Horn) y en el Principio de Resolución. Este lenguaje, en su momento- fue considerado por los japoneses, el lenguaje de las máquinas del futuro.

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Publicado el junio 5, 2014 de Alejandro

No todas las personas saben lo que quieren hacer con su vida, y más difícil aun saber lo que debe hacer toda la humanidad y cuál es su destino. Ray Kurzweil es uno de esos raros casos que tiene muy clara su idea de cuál es el mejor futuro para la humanidad. Sus ideas podrán gustarnos o no, pero su esfuerzo por conocer el futuro de la humanidad, es uno de los más originales y abarcadores. Y aunque sus ideas parten de la archiconocida ley de Moore, basada en el Hard y en el aumento de la velocidad de procesamiento de la información, enfocado dentro de una inteligencia artificial fuerte, donde cerebro y computadora son sistemas procesadores de información y en la conclusión de que la velocidad de procesamiento de las computadoras superará a la velocidad del cerebro por lo que, inevitablemente, llegaremos a un inteligencia artificial (IA) superior a la humana. Así de fácil

Esta idea tiene su culminación en la definición de una singularidad tecnológica elaborada por Vernor Vinge y justificada hasta la saciedad por Ray Kurzweil, quien mezcla las ideas de Vinge con las de Hans Moravec y ve el surgimiento de una superinteligencia artificial como un hecho que cambiará de un planazo la vida en el planeta y a que a partir del surgimiento de esa superinteligencia, todo será diferente; al igual que Moravec, considera que eso es lo mejor que nos puede pasar. Aunque algunos tienen sus dudas: primero de que eso pueda suceder y segundo de todo sea tan perfecto y ven implicaciones que escapan al optimismo de sus defensores.

La inteligencia artificial y el futuro del hombre, ha comenzado a ser analizada desde varios ángulos, y no solo desde el tecnológico, dejando aparecer un cierto desasosiego que cada vez se hace más patente. Y es que si antes la construcción de una IA parecía un hecho muy lejano, hoy la están construyendo, ante nuestros ojos y se está convirtiendo en parte de nuestras vidas, que va desde buscadores cada vez más inteligentes, teléfonos inteligentes, espejuelos, autos, drones, etc. Y todos conectados a grandes sistemas procesadores de información propiedad de grandes transnacionales.

Hoy la información ha dejado de pertenecernos y es procesada y manipulada por los que de una forma u otra han ido adueñándose del poder, la información es poder, y del control de nuestras vidas.

Quizás la IA no hubiese pasado de ser un sueño, pero los esfuerzos de Kurzwel, el actor social más importante para el logro de una superinteligencia artificial y de otros grandes futuristas, la cual ha tenido dos grandes hechos:
• Creación de la Universidad de la Singularidad
• Ingreso de Kurzweil como jefe de proyecto en Google.
El hecho de que Kurzweil haya comenzado a trabajar en Google, demuestra cual es el interés de la transnacional en el futuro, hacia donde quiere llegar y que aspiraciones tiene con respecto a las tecnologías. Pienso que Kurzweil más que un ejecutor se ha convertido en el representante de la nueva ideología tecnologista imperante en el mundo (junto al transhumanismo). Y ese es uno de nuestros grandes errores no ver el impacto de las tecnologías como ideología, que con nosotros o sin nosotros va cambiar los destinos del planeta.

Ahora, esa adquisición hecha por Google nos lleva en primer lugar a la construcción de una inteligencia artificial superior a la humana. De ahí los esfuerzos de Google en el aprendizaje profundo, en las redes neuronales, en las computadoras cuánticas, entre otras. Para ello van a partir de la popularidad de su buscador (su dominio) y de toda la información que poseen sobre sus usuarios (nosotros). La conclusión es simple, solo hay que hacer que ese buscador sea cada vez inteligente para que pueda procesar, de forma inteligente, toda esa información y llegar a saber lo que desean los usuarios, saber no solo que buscan sino lo que quieren, que piensan y por supuesto decirles lo que tienen que hacer para ser más atractivos al buscador, enseñarlos a ser más eficientes, todo a imagen y semejanza de una superinteligencia que llegará a saber más de los humanos que ellos mismos.

Por supuesto estamos partiendo de la idea de un usuario pasivo que espera a que le den la información elaborada y procesada por una superinteligencia y, demás está decir, que no es la única alternativa que tenemos los humanos, en realidad no estamos condenados a ser eternos usuarios sometidos a un gran procesador superinteligente que nos brinde toda la información sin el menor esfuerzo, al que inevitablemente llegaremos a adorar. Sin dudas tenemos otras opciones y desde hoy podemos ir construyendo una superinteligencia que no sea propiedad de nadie, que sea libre, que no esté centralizada, que sea abierta y colaborativa. Estamos a tiempo de negarnos a ir a ciegas a un futuro diseñado por las elite de poder: militares, transnacionales, gobiernos; podemos desde ahora comenzar a diseñar nuestro propio futuro, y ese es nuestro mayor desafío.

Foto: El diario24

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Publicado el mayo 27, 2014 de Alejandro

Los riesgos del futuro

¿Cuál es el riesgo que enfrentamos? O ¿Dónde está el riesgo? Ya en “Crisis en el siglo XXI” analizábamos los riesgos y las propuestas a  los peligros para el futuro. También (en articulos anteriores), habíamos mencionado que en estos tiempos no podemos hablar de una inteligencia artificial (IA) académica que se va construyendo en un centro de investigación para luego al mejor estilo científico, compartir los descubrimientos, hoy la IA, está naciendo en las grandes transnacionales, lo cual va a tener sus consecuencias, dado el contexto actual de poder. Pero las consecuencias justifican los enormes beneficios potenciales que surgirán.

Personalmente no me preocupa que se esté construyendo una superinteligencia artificial (Google y compañía), lo que me preocupa es que no estemos consciente de sus consecuencias y de que existen otras alternativas. Y lo peor, que estemos desde hoy, transfiriendo nuestra forma de pensar a las máquinas. Por ejemplo, ¿qué pasaría si en el país más poderoso del mundo surge una superinteligencia que quiera la paz, la solidaridad, la colaboración? ¿No sería destruida inmediatamente? Sin dudas, cualquier superinteligencia que surja tendrá que responder a los intereses hegemónicos, ya sea de los gobiernos, de las transnacionales, de los militares, etc. El sentido común nos dice que si los padres de un niño son delincuentes, el problema no es que el niño salga inteligente sino en la formación que recibirá de sus padres o sea en el entorno (contexto) en que se educa. El que las máquinas se conviertan en una superinteligencia no es un problema, el problema radica en el contexto en que esa inteligencia superior se irá formando, es seguro que Google no construirá una superinteligencia que comparta sus conocimientos sino en una que incremente la competitividad de Google y aumente su control sobre la Web.

En realidad, el problema no es de si podemos controlar a la IA sino de cuáles son nuestros intereses y cuales nuestros ideales, pienso que el verdadero problema está más en nuestra propia mentalidad y en lo que esperamos de las máquinas, ya que estas se insertarán en nuestro contexto; o como un colaborador, si somos capaces de serlo; o en un competidor, si seguimos enfrentándonos los unos a los otros. Tampoco creo que los expertos desde sus centros de investigación puedan encontrar los mejores resultados, los problemas nunca se han podido resolver con propuestas, y sobre todo si estas no van a la causa de los problemas: nuestra mentalidad individualista, consumista, competitiva y hegemónica, que nos lleva a vivir en constante enfrentamiento. Ahora, ¿quien le pone el cascabel al gato? Los problemas siguen “vivitos y coleando”, y como solución se propone una tecno-utopía, donde las tecnologías vendrán a resolver todos los problemas como por arte de magia, ya no hay que preocuparse del medio ambiente, de la contaminación, de los enfrentamientos, de la pobreza… Por supuesto que este super-optimismo no convence a muchos, pero se está convirtiendo en una esperanza en un mundo carente de grandes ideales y donde el consumismo y el TENER (en lugar del SER) se han convertido en la primera premisa de la humanidad.

Debemos tener una comprensión clara de los riesgos de una IA, en parte coincido con Maravec, en el sentido de que los robots (como parte de la IA) serán nuestros hijos mentales, claro no en el sentido que él lo dice, sino en el sentido de que aprenderán de nosotros y harán lo mismo que nosotros hacemos; luchar por el poder, por los mercados, por la hegemonía mundial, sin dudas no harán nada que no hayan aprendido de nosotros. Solo que, esta vez, estaremos ante una inteligencia que podrá superarnos en muchos sentidos. Pienso que las máquinas serán parte ineludible y necesaria de nuestra historia, pero, aun no estamos preparado para lidiar con ella, no porque sean una amenaza sino porque nosotros las convertiremos en una amenaza y en vez de obtener lo mejor de ellas, las arrastraremos a nuestra conveniencia y nuestros intereses individuales de predominio. Tal vez la IA nos obligue a ser mejores y a repensar nuestra condición humana; eso, si queremos seguir existiendo como especie humana.

 

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