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Publicado el mayo 21, 2014 de Alejandro

En este artículo debería seguir hablando sobre si la IA será una amenaza, pero he notado que existe cierta confusión de términos, que es necesario aclarar.

La confusión se centra entre lo que es el transhumanismo y la singularidad tecnológica, incluso el propio Kurzweil declaró recientemente: “Nunca me ha gustado el transhumanismo etiqueta, ya que implica que estamos reemplazando a la humanidad”, y agrega. “No creo que eso sea cierto. Lo que estamos haciendo es aumentar la capacidad humana”. Precisamente eso es lo que quiere hacer el transhumanismo, aumentar o potenciar las capacidades humanas por medio de las tecnologías. ¿Entonces?… Comencemos por la singularidad tecnológica.

La singularidad tecnólogica nace de un artículo escrito por Vernor Vinge donde plantea el surgimiento de una inteligencia superior a la humana y, aunque hace hincapié en el surgimiento de una inteligencia artificial que podría superar a la humana, basándose en el crecimiento acelerado de los equipos de computo (ley de Moore), también tiene en cuenta otras vías para alcanzar una superinteligencia que supere a la de los humanos.

En cambio para Kurzweil primero surgirá la superinteligencia artificial y luego como consecuencia de estas surgirán las otras, idea muy parecida a la que defiende Hans Moravec, pero no tan categórica y parcializada, ver Moravec y el fin de la especie humana.

No soy de los que se casa con una idea, y he buscado otros enfoques que aclaren más la idea y últimamente me inclino por la definición de una simbiosis entre humanos y tecnologías, pero antes volvamos a los conceptos iníciales de Vinge de una singularidad tecnológica.

Para Vinge la singularidad tecnológica se producirá cuando surja una superinteligencia y propone cuatro tipos, a los que llamé, siguiendo a Vinge y comparándola con los conceptos que la sustentan.

  1. Superinteligencia artificial – La singularidad de Kurzweil
  2.  Superinteligencia hibrida – Transhumanismo fuerte
  3. Superinteligencia biológica – Transhumanismo débil
  4. Superinteligencia colectiva – Sostenibilidad tecnológica

Habíamos dicho al principio que Kurzweil se basa el surgimiento de una inteligencia artificial fuerte, que es la desencadenante de todo el proceso y nos lleva a la singularidad. Por lo que primero tiene que surgir una inteligencia que iguale y luego supero a los humanos para que se produzca la singularidad, la cual no es la idea original de Vinge y si la de Moravec, como ya decía, pero enfocado a los robots y no a los programas como Kurzweil. Los enfoques de cada uno son tratados en el libro: “Inteligencia artificial, el futuro del hombre“.

Para el transhumanismo es un proceso casi natural donde los humanos se irán realizando implantes, prótesis, mejoras genéticas, que lo irán perfeccionando, convirtiéndolo en más inteligente, más bello, más saludable, etc. Siguiendo la idea de una simbiosis humanos-tecnologías, mientras en la singularidad estaríamos en una endosimbiosis parasitaria, en el transhumanismo estaremos en una endosimbiosis mutual (para el fuerte) y una endosimbiosis comensal (para la débil). Puedo anticipar que dadas sus características se irán dividiendo en los defensores de un transhumanismo más radical, convertirse en Cyborg, o uno más conservador que solo aspira a mejora las facultades humanas, teniendo en cuenta los riesgos. James Hughes, divide el transhumanismo en liberal (al que llamo fuerte) y transhumanismo democrático (al que nombro débil).

Resumiendo, las ideas hasta ahora.

Singularidad de Kurzweil

  • Singularidad tecnológica
  • Superinteligencia artificial (IA fuerte)
  • Endosimbiosis parasitaria

Transhumanismo fuerte

  • Transhumanismo liberal
  • Superinteligencia hibrida (Cyborg)
  • Endosimbiosis mutual

Transhumanismo débil

  • Transhumanismo democrático
  • Superinteligencia biológica (Humano mejorado)
  • Endosimbiosis comensal

Aquí estoy asumiendo que el transhumanismo débil se orientara, o tendrán preferencia, por las mejoras genética, más cerca de la condición humana, que por las cibernéticas; el clásico Cyborg.

Por supuesto, no puede faltar la idea de una sostenibilidad tecnológica, la que siempre he defendido.

Superestructura tecnológica sostenible y colaborativa

  • Sostenibilidad tecnológica
  • Superinteligencia colectiva (IA debil)
  • Ectosimbiosis mutual

El problema radica en cómo será la sinergia entre las diferentes tendencias tecnológicas. ¿Podrán coexistir entre sí? De momento tenemos.

Ideología tecnologista (defiende una endosimbiosis entre humanos y tecnologías)

  • Singularidad tecnológica
  • Transhumanismo (fuerte y débil)

Alternativa a las ideologías tecnologista (defiende una ectosimbiosis mutual)

  • Sostenibilidad tecnológica

Es bueno resaltar que la ideología tecnologista se irá convirtiendo en la ideología predominante en el siglo XXI y queramos o no, el futuro de la humanidad dependerá de nuestra comprensión de las tecnologías, de lo que somos, de nuestros verdaderos valores humanos y de cómo seamos capaces de relacionarnos entre nosotros, con las nuevas tecnologías y nuestro entorno.

En el próximo artículo continuaremos con la segunda parte de: Se convertirá la IA en una amenaza.

 

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Publicado el mayo 15, 2014 de Alejandro

Inteligencia artificial fuerte y débil

 

Stephen Hawking se pregunta. ¿Si estamos tomando la inteligencia artificial suficientemente en serio?

La creación de una Inteligencia Artificial (IA) siempre se consideró como una tarea exclusiva de científicos superdotados que trabajaban en modernos centros de investigación, ubicados en los países más desarrollados del planeta. Era algo ajeno a las verdaderas necesidades informáticas del mundo. Trabajar en la IA fuera de los grandes centros, era considerado una pérdida de tiempo, y si lo hacías desde un país en vías de desarrollo, era una locura. Y, aunque, en este último aspecto no se ha cambiado mucho, si estamos ante un nuevo fenómeno: la IA se ha escapado de los grandes centros de investigación para integrarse a las aéreas de investigación de las transnacionales de las nuevas tecnologías.

En los inicios de la IA, cuando todo era más claro, solo existían dos grandes enfoques teóricos (más bien filosóficos), los que defendían la idea de una inteligencia artificial fuerte y los que se inclinaban por una IA débil. Esto puede parecer trivial pero dada la interpretación que se le dé a lo que estamos representando podemos sacar diferentes conclusiones de un mismo resultado. La IA fuerte asume que la mente está formada por algoritmos altamente complejos que pueden ser descifrado y convertidos en programas de computadora, y de ahí llegan a la conclusión que la mente humana puede ser digitalizada en una computadora, en cambio la IA débil considera que la mente funciona diferente a las sistemas de computación y solo aspiran a desarrollar sistemas informáticos que tenga un comportamiento tan inteligente como el del ser humano.

Con el surgimiento de los sistemas expertos, la IA tomo un matiz comercial y se soñó con la posibilidad de desarrollar aplicaciones basadas en los conocimientos de una experto para un área de terminada. Aquí se retomaba la idea de una IA débil, eran sistemas de corte informático, aunque en buena lid, a los creadores no les preocupaba mucho las cuestiones filosóficas, su interés era más bien comercial.

Hasta ese momento existían tres grandes líneas, bien diferenciadas.
• Sistemas cognitivos (IA fuerte)
• Sistemas informáticos (IA débil)
• Sistemas expertos (Comerciales)

Teniendo en cuenta que la IA se ha caracterizado por hacer predicciones y crear expectativas, los sistemas expertos no fueron una excepción y el esperado bum comercial no paso de unas pocas ventas y muchas empresas fracasaron en el intento, al igual que las predicciones hechas por la IA en sus primeros años debido a la euforia de los avances en la demostración de problemas matemáticos y los juegos, lo que llevo a la idea de que era posible encontrar una heurística capaz de resolver todos los problemas (el solucionador general de problemas), esto llevó a una crisis en la inteligencia artificial y a buscar nuevos paradigmas de representación.

No obstante las recaídas que ha tenido la IA esta ha resurgido con más fuerza en nuestros tiempos y hoy se ha convertido en la mayor esperanza para la humanidad, tanto para los defensores del transhumanismo como para los defensores de una singularidad tecnológica, que parecen lo mismo pero no son iguales, aunque ambos coinciden en el surgimiento de una superinteligencia superior a la humana. Precisamente esta es la creencia actual, y no es tanto que se puede construir una inteligencia superior a la humana, que ya está surgiendo ante nuestros ojos, como producto de una tecnología, que cada vez se acelera más y se hace más potente y autónoma.

Entonces, ¿surgirá una superinteligencia que supere a la humana? Para muchos esta ya está sucediendo, y más preocupante aun, si ellos mismo están haciendo todo lo posible porque suceda, y peor aún; cuentan con todos los medios para lograrlo. Por lo que estamos hablando, ya no de investigadores aislados sino de grandes empresas que están convencidas de que es posible y han desplegado una cantidad enormes de recursos con ese fin, y si vemos los nombres de las compañías: Google, Apple, Facebook, IBM, Microsoft, Amazon, etc. Sin dudas, hay que pensar un poco antes de decir que no surgirá una inteligencia artificial, que al menos igualará en muchos aspectos, a los humanos. La pregunta es: ¿Que pasará cuando esto suceda?

Aceptando que surgirá una IA que llegará a superar a los humanos, estaremos ante el mayor impacto tecnológico que ha tenido la humanidad, tal vez, en toda su historia y no lo digo yo, Stephen Hawking, una de las mentes más privilegiadas, junto a otros expertos del tema, han dicho: “El éxito en la creación de IA sería el evento más grande en la historia humana. Por desgracia, también podría ser la última, a menos que aprendamos cómo evitar los riesgos”.

Los riesgos del futuro. Este será el próximo tema.

Foto: The Independent

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La simbiosis entre humanos y tecnologías.

En el artículo “Humanos y tecnologías, hacia una nueva relación”, definíamos los conceptos de una simbiosis entre los humanos y las tecnologías y las características que tendrían, veamos ahora como se clasificarían dado las tendencias actuales. Para lo que partimos de la idea de que vamos hacia una superestructura tecnológica donde las tecnologías llegarán a formar parte de las decisiones del planeta y, por ende, del surgimiento de una singularidad tecnológica y las vías para lograr una superinteligencia, en el libro “Inteligencia artificial y el futuro del hombre” se realiza una explicación crítica de las tendencias en la inteligencia artificial (IA).

En el artículo antes mencionado, se habían definido las características de la simbiosis; si es exógena, como ectosimbiosis; y si es endógena, como endosimbiosis así como las variantes parasitaria, comensal y mutual. Podemos decir que el transhumanismo se incluye dentro de la definición de una endosimbiosis, ya que aspira a una fusión entre humanos y tecnologías; en cambio los ambientalistas estarían dentro de una ectosimbiosis donde la tecnología se ve como un medio (infraestructura).

Por otra parte, no creo que el problema sea, si va a producirse o no, una simbiosis humano-tecnología; ya se está produciendo, al menos como ectosimbiosis, mientras la ideología tecnologista, lo que está proponiendo es una forma de endosimbiosis. El verdadero problema consiste en saber que nos depara el futuro. A continuación veremos los tipos de simbiosis, aclaro que nos referiremos exclusivamente a la dimensión humano-tecnología, ignorando las demás dimensiones humanas: biológica, psicológica y social, como hacen la mayoría de las ideas tecnologistas.

Los tipos de simbiosis

Ectosimbiosis parasitaria
Se ven a las tecnologías como un peligro a la espiritualidad, a la religión, a la naturaleza, ya que estas lo que hacen es alejar al ser humano de su propia condición humana, la ven como un efecto contaminador y pernicioso para los valores humanos y para el planeta.

Ectosimbiosis comensal
Humanos y tecnologías interactúan de forma exógena donde solo se benefician los humanos. En general las tecnologías deben estar en función de un desarrollo sostenible y deben ser tecnologías renovables y no contaminantes que permitan el crecimiento económico sin deteriorar el planeta, lo cual debe estar bajo el control humano. Principio de precaución.

Ectosimbiosis mutual
Relación donde tanto los humanos como las tecnologías se benefician, se produce una cooperación entre ambos, lo que da lugar a una superinteligencia colectiva.

Endosimbiosis mutual.
Fusión entre humanos y tecnologías (el Cyborg). Ante el progreso tecnológico y su superioridad sobre el progreso humano, por lo que este no tiene más opción que fusionarse con la tecnología dando lugar a una superinteligencia híbrida.

Endosimbiosis comensal.
Relación donde los humanos esperan beneficiarse de las tecnologías, sobre todo por medio de la ingeniería genética, por lo que estaremos ante una superinteligencia biológica.

Endosimbiosis parasitaria.
Sustitución de los humanos por las tecnologías. Las tecnologías vienen a salvar al planeta, a resolver todos los problemas que los limitados humanos no han podido resolver y estos deberán ser reprogramados por las tecnologías (inmortalidad digital). Los humanos solo pueden vivir dentro de la tecnología, mundos virtuales, como programas que representan (copias) la mente de un humano, la ansiada superinteligencia artificial.

Personalmente defiendo una ectosimbiosis mutual, ahora si me preguntan cuál es la más probable, en este momento; creo que ninguna, sino cambiamos nuestra mentalidad actual, y es que durante siglos hemos sido incapaces de enfrentar las causas y nos hemos ido acomodando a resolver los efectos que producen: mitigar la pobreza, disminuir el calentamiento global, reducir el armamento, etc., mientras la situación del mundo se hace cada vez más insostenible (en el libro “Crisis en el siglo XXI, se analiza el tema), sin contar que vamos a ciegas al futuro, teniendo como única bandera una tecnoutopía objetivamente inalcanzable, dado el contexto actual de poder en el que se van a agudizar más los problemas en lugar de resolverse, y es que en realidad nos movemos, por inercia, hacia una crisis perfecta (singularidad general), donde los problemas ya no pueden seguir postergándose y las causas ya no pueden ser ignoradas so pena de desaparecer para siempre de la faz de la Tierra.

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La relación entre humanos y tecnologías

Crisis-en-el-siglo-XXI_Hoy estamos ante el dilema de alcanzar un progreso verdaderamente humano o un progreso tecnológico y es que para los humanistas, en el mejor de los casos, las tecnologías no pasan de ser una herramienta; en el peor de los casos, resulta un peligro y debe estar bajo el más estricto control. En el otro extremo los tecnologistas ven a la tecnología como una bendición y consideran que el progreso humano, como tal, ya alcanzó todo su esplendor y más bien se encuentra estancado. Cuando en verdad, aceptémoslo o no, la tecnología es parte de nuestras vidas y en la actualidad, sin ella, nos convertiríamos en seres minusválidos, y es que, la dimensión humano hace rato que dejo de ser bio-psico-social para convertirse en tecno-bio-psico-social.

Los tecnologistas están convencidos que la única solución, consiste en la fusión entre humanos y tecnologías, dada las posibilidades que esto traerá al ser humano, siendo la ideología transhumanista su máxima representante y parten de la idea que el ser humano, producto de esa unión, superara todas sus limitaciones heredadas de su condición biológica: envejecer, enfermarse, morirse. Con un toque más filosófico, la singularidad tecnológica, ve como inevitable el que las máquinas debido a su propio crecimiento acelerado llegarán a igualar a los humanos y posteriormente superarlos, por lo que no nos queda más remedio, según sus defensores, que prepararnos para este acontecimiento, y plantean que la forma de prepararnos es acelerando este proceso para que ocurra cuanto antes.

Los tecnologista descartan toda posibilidad de lograr un progreso humano desde la propia condición humana, la cual debe ser desechada como un traje viejo. En opinión de muchos el progreso humano aun no se ha agotado y las potencialidades del ser humano siguen latentes, solo que el camino mas fácil no siempre es el verdadero. Y es que nos hemos acostumbrado a comprarlo todo, a adquirirlo todo desde afuera, lo que nos lleva a creer que también podemos comprar nuestro propio progreso humano. El tecnologismo es, en realidad, consecuencia de nuestra mentalidad actual individualista y nuestra estructura social basada en la competencia y la hegemonía, lo cual nos lleva a la necesidad de comprender en qué consiste el progreso humano y que define a la condición humana. Pero ese no el tema de este articulo, sino la relación que se está estableciendo entre humanos y tecnologías.

Cada día nos convencemos más, que se está produciendo no solo una sinergia entre humanos y tecnologías sino también entre las propias tecnologías, la llamada convergencia tecnológica. Queramos o nos acercamos a una simbiosis humano-tecnología, el problema consiste en si sabemos, en qué consiste esa simbiosis y si tenemos opciones.

Continuaremos con el tema…

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¿Cómo manejarnos con la tecnología?

Las tecnologías históricamente se han ido integrando al contexto humano. Sin embargo, ahora estamos asumiendo que la aceleración tecnológica se saldrá del control humano. Pensemos que los autos también han tenido un crecimiento acelerado con respecto a su velocidad. ¿Qué hubiera pasado si no se hubiese creado la infraestructura para su uso? Estamos hablando de semáforos, leyes de tránsito, policías, autopistas, puentes… Entonces, se estaría creando carros cada vez más veloces y al no estar creadas las condiciones, los accidentes también crecerían, por lo que estamos en presencia de un mal uso de las tecnologías

El peligro radica en que los esfuerzos transhumanstas están encaminados en crear la infraestructura para el crecimiento acelerado de la tecnología y no para crear una infraestructura social que permita manejarse con la tecnología desde nuestra condición de humanos.

La ilusión de alcanzar una superhumanidad ha llevado a muchos científicos geniales a creer que se puede crear una infraestructura independiente a las necesidades humanas más perentoria, desde la pobreza, el desempleo, la miseria humana, en aras de crear una superinteligencia que nos llevará al mejoramiento de algunos humanos, ya que no todos podrán o querrán pagar ese precio.

Desde hoy es necesario desarrollar sistemas cooperativos a nivel macro, micro y nano. Que permitan la cooperación entre humanos y máquinas, entre el cerebro y dispositivos, entre neuronas y nanomáquinas. Siempre bajo el principio de integración armónica al contexto humano, donde cualquier implante coopere con el sistema orgánico como un todo, respetando la no intromisión en su funciones vitales para con ello evitar la degradación de la naturaleza humana. Y no cometer el mismo error que se cometió con la Naturaleza.

Por lo que definimos a los sistemas cooperativos como: Tecnologías que permiten la cooperación entre sistemas vivos y artificiales de forma no invasiva así como el desarrollo de una inteligencia colectiva, que integra el conocimiento de toda la humanidad.

Y se hace necesario definir el espacio vital y el contexto de los humanos y las máquinas así como la forma de integración de las máquinas en el contexto social de los humanos como seres en crecimiento que aspiran a la manifestación plena del ser creador. Si la relación entre humanos y máquinas se da dentro del contexto actual que fomenta la competencia y la lucha por el poder, precedido por una relación con el planeta basada en el dominio (somos los dueños del planeta) que ha ido degradando a la naturaleza.

Hoy son muchos los tecnofuristas que ven una confrontación entre el hombre y la tecnología y aseguran que la tecnología terminará conquistando a los humanos, lo mismo que estos hicieron antes con la naturaleza. No podemos escapar del círculo de poder y de una relación entre dominantes y dominados. Por eso hay que romper con la estructura actual y visualizar una nueva etapa basada en la cooperación.

La tecnología nos obligará a repensar nuestra condición humana, obligándonos a conocer nuestras posibilidades de crecer como seres creadores desde una nueva visión del mundo donde dejamos de ser los amos de la naturaleza para convertirnos en los protectores de la naturaleza en alianza con la tecnología. Tal vez no debamos hablar de deshumanización porque nunca hemos llegado a ser verdaderamente humanos, seguimos luchando por un trozo de carne y matándonos por un pedazo de tierra.

Hay que estar consciente que nuestra importancia real está en la formación de las nuevas generaciones basado en un verdadero humanismo y contrariamente a cómo piensan muchos, nosotros no somos los que tenemos la solución final a los problemas del mundo, el estatus actual basado en el poder y la filosofía del tener, no podemos cambiarlo de un día para otro, es una arrogancia querer imponer soluciones e ideologías sin tener en cuenta las necesidades futuras. Es necesario saber que nos toca a nosotros y hasta donde podemos llegar, porque en verdad nuestra función más importante es preparar a las próximas generaciones para que sepan tomar las decisiones correctas, que nos conduzca a un mundo cada vez mejor.

Metas para la sostenibilidad tecnológica (temas para la educación de valores).
• Buscar la integración armónica (no invasiva) de la tecnología en el contexto humano, basado en la cooperación (en lugar de la fusión) entre humanos y tecnologías.
• Fomentar las formas cooperativas a nivel nano, micro y macro.
• Buscar alternativas que permitan lograr una sostenibilidad tecnológica (en lugar de una singularidad) que permitan formar generaciones cada vez mejores basadas en la manifestación plena del SER.
• Visión social humanista donde humanos y tecnología se complementan y se desarrollan en aras de un mundo mejor, que acepta la diversidad de seres y la armonía entre todos.
• Alcanzar una Inteligencia colectiva donde Humanos y tecnologías cooperan en la conservación del planeta.
• Trabajar en principios éticos universales que impidan el mal uso de la tecnología,
• Fomentar la cooperación entre los países en vías de desarrollo para evitar las extinciones directas e indirectas de la humanidad.
• Trabajar en la creación de proyectos de investigación abiertos y cooperativos.
• Diferenciar las actividades humanas basadas en la sensibilidad y la intuición y las actividades de las máquinas basadas en la inteligencia algorítmica y en el cálculo.
• Incrementar el espectro de las actividades humanas, en nuestra cultura prácticamente abandonadas, al desarrollo espiritual, como la meditación, la concentración y las técnicas del yoga y del Zen.
• Trabajar en la educación de las nuevas generaciones y en el uso del lenguaje basado en el humanismo sustentable que condicione formas de pensamientos humanista y de amor a la naturaleza y a la especie humana.
• Cooperar junto a la tecnología en la protección del planeta, dejar de ser los amos del planeta para convertirnos en los protectores del planeta, de todas las especies y de la solidaridad humana.

Es necesario dotar a las nuevas generaciones no solo de herramientas sino también de alternativas (escenarios alternos) para que puedan decidir un futuro mejor. En nuestros días se hace cada vez más difícil la toma de decisiones, sobre todo elegir aquellas que son correctas, esta es una época de crisis, donde los valores espirituales, son sólo un adorno más, que se usa según convenga. Una época en la que el hombre parece haber perdido toda esperanza de ser y solo aspira a tener, a coleccionar cada vez más objetos.

 

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¿Cuál será nuestro futuro común?

En el informe se plantea la necesidad de definir cuál será nuestro futuro común. Sin dudas necesitamos saber hacia qué futuro vamos ¿Cuál es el escenario futuro más probable: el futuro sostenible o el futuro poshumano? Y si son compatibles. Una vez determinado los escenarios futuros posibles podemos, entonces, definir nuestro futuro común y surge la pregunta: ¿Qué futuro queremos construir entre todos?

Estamos necesitados de una visión clara del mundo que queremos construir, lo objetivos que debemos cumplir y las acciones a llevar a cabo. De una ideología común y abarcadora de carácter transdisciplinar y proactiva, que permita un accionar no solo gubernamental sino también individual (sociedad civil). Por otra parte el problema no se va a resolver con rastrear los avances científicos sino estamos claro hacia donde queremos ir con respecto a la Ciencia y la Tecnología y si no sabemos qué escenario futuro queremos alcanzar y, desde hoy, aprender a manejarse con las tecnologías dentro de una superestructura tecnológica (superinteligencias) desde una relación colaborativa que nos lleve a una simbiosis con la tecnología donde la especie humana pueda seguir progresando como tal.

Hoy estamos ante el dilema de saber si vamos hacia un futuro sostenible o si vamos hacia un futuro poshumano. Cuestion que siguen sin aclararse. Los tecnologistas dan por sentado que vamos hacia un futuro poshumano y se debaten entre el transhumanismo y la singularidad tecnológica, que parecen lo mismo pero no son iguales, sin excluir variantes más blandas con el tecnoprogresismo; de la otra parte los ecologistas están convencidos de que vamos hacia un futuro sostenible y apuestan por un desarrollo sostenible menos radical que la ecología profunda, pero su debilidad radica en no ver el protagonismo de las tecnologías y creer que estas siempre estarán bajo el control humano, por lo que ambos casos vamos a ciegas hacia el futuro: o nos dejamos arrastrar por un optimismo tecnoutópico donde las tecnologías van a resolver todos los problemas que históricamente no se han podido resolver o asumimos que el problema solo lo pueden resolver los humanos y para ello solo hay que buscar una solución de compromiso entre el crecimiento económico, la justicia social y el deterioro del planeta, donde las tecnologías y la religión son relegadas a un segundo plano.

En mi opinión la tendencia actual dada la estructura social actual basada en el mercado y la competencia por las ganancias, nos dirigiremos inevitablemente hacia un futuro poshumano. Y es que mientras los que defienden el desarrollo sostenible siguen hablando de ponerse de acuerdo sobre el futuro; las transnacionales ya están construyendo el futuro sin previo aviso y pronto estaremos interactuando con inteligencias artificiales sin darnos cuenta, piensen en Watson de IBM, en las adquisiciones de Google en el tema de la IA, en Amazon y los Drones, en Apple, en Microsoft y la lista aumenta por día.

Los objetivos del desarrollo sostenible

El nuevo informe pone énfasis en el medio ambiente y el deterioro del planeta y destaca la importancia de los objetivos de desarrollo sostenible, siempre ha existido cierto divorcio entre los objetivos futuristas y los objetivos del desarrollo sostenible, incluso sus escenarios futuros son diferentes y lo peor es que uno no tiene en cuenta al otro, son dos futuros paralelos que se están gestando uno independiente del otro, de una parte el poshumano y de la otra el sostenible.

En qué consisten las divergencias entre los tecnologistas y los ecologistas. Freeman Dyson puso el dedo en la yaga cuando dice: “Los ambientalistas han concentrado su atención en los males que la tecnología ha producido más que en lo bueno que ha intentado hacer”. Observen que él no dice lo bueno que ha hecho sino como ha fallado en querer hacer cosas buenas, porque en realidad muchas de las malas consecuencias de las aplicaciones científicas fueron debido a causas bien intencionadas. Entonces, ¿Dónde se fallo? Todo apunta a la necesidad de una ética global (incluida como el desafío global No 15 en de Millennium Project) donde se tenga en cuenta cuales son los objetivos sobre el futuro queremos alcanzar y cómo podemos lograrlo entre todos.

Hoy vamos a ciegas al futuro, carecemos de objetivos comunes beneficiosos para todos y es que las tecnologías han fallado; al tener un enfoque local, predominantemente económico y desde una visión a corto plazo, sin tener en cuenta a la mayoría, ni las consecuencias ambientales, de ahí su carácter perjudicial en muchos casos. En la actualidad sigue existiendo una separación entre lo que es el progreso humano y lo que significa el progreso tecnológico para los seres humanos, y son muchos los que tienden a subordinar el progreso humano al progreso tecnológico, la singularidad tecnológica en su interpretación más radical, es una clara demostración de un futuro donde la tecnología viene a resolver todos los problemas humanos incluso a suplantar la limitada inteligencia humana por una superinteligencia artificial y que dado su carácter suprahumano será capaz de saberlo todo, sentirlo todo y hasta presenciarlo todo.

Lo que nos lleva a un enfoque transdisciplinar de los problemas, ya el desarrollo sostenible representa un cercamiento a un enfoque más global de los problemas, pero sigue ignorando el impacto que tendrán las tecnologías emergentes y los escenarios futuros que podrían suceder y para los cuales no estamos preparados.

De acuerdo al análisis del estado del futuro, tenemos más dinero (crecimiento económico) a costa de menos espacios naturales (deterioro del planeta). De ahí la importancia de los objetivos del desarrollo sostenible, en la actualidad el paradigma del desarrollo sostenible representa el compromiso más serio con un futuro sostenible: perpetuar la vida en la tierra. La debilidad del desarrollo sostenible consiste en que no tiene en cuenta el impacto de las tecnológicas emergentes ni la influencia de la religión (se necesita un cambio de mentalidad), Tampoco acepta la idea de que las tecnologías se conviertan en una superestructura capaz de compartir las decisiones con los humanos.

No se puede tapar el sol con un dedo

Si analizamos los problemas actuales captamos la gravedad de los mismos, y lo que es peor su incremento, tales como la degradación del planeta que amenaza con destruir a todas las especies sin excepción y el alarmante crecimiento del crimen organizado que pone en peligro a la sociedad y a la vida humana. Por más que se quiera tener una visión optimista del futuro es indudable que perdemos en temas que son vitales para la subsistencia humana y para garantizar un futuro mejor. La mayoría sigue esperando por que los gobiernos tomen las grandes decisiones, otros esperan que las tecnologías vengan a jugar ese papel por nosotros.

El análisis del estado del futuro apunta a que los disturbios y las revoluciones han seguido aumentando así como la delincuencia debido a las desigualdades, la escasez de recursos, la opulencia de unos pocos.

Las revoluciones en Latinoamérica son un ejemplo de la reacción de los pueblos ante las desigualdades, el injusto orden mundial y la explotación desmedida de los recursos naturales por parte de las transnacionales.

Surgimiento de nuevas formas de acción colaborativa.

Como bien dice el informe, el poder de comunicación, de decisiones y acciones aumentan por parte de los individuos tanto para crear como para destruir. El problema es ético, la complejidad del mundo actual nos lleva a buscar un enfoque más abarcador de la realidad y de nosotros mismos (ideología transdisciplinar).

Este es otro de los grandes desafíos en nuestra época crece el protagonismo de los actores sociales sin necesidad que estos sean parte de los centros de gobierno, hoy cualquiera puede convertirse en un mecanismo de propagación de información, de elaboración de software, crear comunidades virtuales, foros, etc. Y este poder trae en si grandes ventajas y grandes riesgos y dado el contexto actual de poder basado en la competencia y las ganancias, nos puede llevar a un aumento de la violencia y del delito en general, lo cual apunta a la necesidad de una ética global y la conformación de una visión comprometida con un verdadero progreso humano y con un futuro sostenible.

Y es que estamos en la era de la creación de herramientas de uso colectivo, que permitan nuevas formas de colaboración entre humanos (el software libre) y entre estos y las maquinas (IA distribuida) y las maquinas entre sí (cerebro global) lo que nos llevará al surgimiento de una superinteligencia colectiva donde humanos y máquinas se hacen cada vez más inteligentes.

De ahí que hoy estamos viviendo una explosión de aplicaciones basadas en la Inteligencia Artificial (IA) desde el paradigmático Watson de IBM, hasta los nuevos enfoques del aprendizaje profundo de moda en Google y para no quedarse atrás Amazon, Apple, Microsoft, entre otras grandes transnacionales de la información, también están investigando las técnicas de IA. Todo esto nos conduce, por primera vez en la historia, al sueño de construir una inteligencia artificial, fuera de los grandes centros de investigación. Hoy en Google se habla de construir una inteligencia artificial al estilo de la superinteligencia HAL

Tipos de superinteligencias
• Superinteligencia artificial (HAL)
• Superinteligencia hibrida (Cyborg)
• Superinteligencia colectiva (Cerebro global
• Superinteligencia biológica (Clon)

Estamos hablando de la necesidad de desarrollar una estrategia de cómo manejarnos con los nuevos conocimientos tecnológicos y con tecnologías cada vez más inteligentes y autónomas, y como se van integrando a la vida humana para entre ambos ir construyendo una superestructura tecno-social colaborativa que tenga como meta alcanzar un futuro sostenible.

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La inteligencia artificial (IA)

La IA durante sus primeros años se mantuvo fiel al paradigma simbolista, el cual a su vez se dividía en dos grupo, los que se apoyaban en la lógica para la representación de los conocimientos, un ejemplo de ello el el lenguaje Prolog y los que se apoyaban en la semántica y buscaban representar los conocimientos a través de estructuras semánticas como guiones, marcos (frames), redes semánticas, etc. Pero ambos se basaban en la presentación de los estados mentales en forma de algoritmos. Con el tiempo surgió un nuevo paradigma: el conexionista el cual más que representar los estados mentales buscaba la representación de las conexiones que se establecen entre las diferentes de una organismo, ya sean neuronas (redes neuronales), agentes (agentes inteligentes), genes (algoritmos genéticos) y como de estas conexiones se genera un accionar inteligente.

Hoy en día el enfoque más prometedor parece ser en de las redes neuronales, el cual está siendo adoptado actualmente por Google, en su aspiración de crear una inteligencia artificial. Las redes neuronales a diferencia de los sistemas simbolistas que obligaba a describir todo el conocimiento humano en forma de reglas, lo cual obligaba a tener en cuenta toda la experiencia humana, tarea imposible. Las redes neuronales permiten crear un núcleo de conexiones, que esta puedan sobre su propia experiencia ir ampliándose, similar a como funciona el cerebro.

Otro de los problemas era el aprendizaje automático, como lograr que la maquina fuera aprendiendo por sí misma, si era un sistema que estaba aislado de la realidad y había que estar suministrándole los datos del mundo exterior, era necesario que las máquinas estuvieran interactuando con el mundo real, lo cual llevo a un retorno a la cibernética y sus ciberanimalitos. Hoy Rodney Brooks, investigador del MIT, tiene deambulando por su oficina pequeñas arañas cibernéticas, cuyo único objetivo es aprender a desplazarse por el laboratorio.

En estos tiempos se ha puesto de moda el concepto de aprendizaje profundo, el cual consiste en comprender y profundizar sobre los conocimientos propios y obtener nuevos conocimientos. Lo cual requiere de la ya mencionada interacción con el mundo, un sistema aislado como se pretendía con los sistemas expertos, es imposible que aprende por sí mismo. La forma más utilizada ha sido, desde la cibernética hasta nuestros tiempos, el uso de pequeños robots con uno conocimientos mininos, pero que sus “cerebro electrónico” sea capaz de crear nuevas conexiones y nuevas interpretaciones de la realidad, la otra seria un sistema (software) que este en interacción con el medio, el caso del buscador de Google, que esta interactuando con los usuarios y puede aprender de ello, por eso no es de extrañar que Google este apostando al aprendizaje profundo y realizan enormes inversiones. Lo interesante en Google, es que esta combinando las ideas de las redes neuronales con las del aprendizaje profundo y para ello ha contratado a varios expertos en las dos ramas los que tiene trabajando en la creación de un buscador inteligente, lo que justifica porque el desinterés de Google en la web semántica, evidentemente su proyecto es otro.

Actualmente Google está utilizando el aprendizaje profundo para mejorar el sistema de reconocimiento de voz en su sistema operativo Android. Ray Kurzweil, conocido por sus ideas una singularidad tecnológica y de la posibilidad de crear una mente superior a la humana, ha vaticinado el surgimiento en Google de un amigo cibernético basado en el aprendizaje profundo que escucha adentro en su conversación telefónica, lee sus mensajes de correo electrónico y realiza un seguimiento de todos tus movimientos para que pueda saber las cosas que usted quiere saber, incluso antes de preguntar.

El mundo está cambiando y la idea que teníamos de una inteligencia artificial surgida de los grandes centros de investigaciones y que luego comenzaría a aplicarse lentamente en las grandes empresas, hoy no se cumple y todo indica que las grandes transnacionales encabezadas por Google van a in construyendo y aplicando su propia inteligencia artificial. Ahora la pregunta es: ¿Qué consecuencias tendrá para la humanidad? De esto hablaremos en el próximo artículo.