relaciones superficiales

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La tecnología como ideología que de alguna forma promete salvar a la humanidad para ello parte de supuestos tecnológicos que deben cumplirse. El que los supuestos tecnológicos sean realizable o  no, no quita que la tecnología se haya convertido en una de las ideologías más influyentes del siglo XXI y que el ignorarlas seria como haber ignorado el cristianismo en su época de ebullición. Los tiempos han cambiado y la tecnología está sustituyendo a la religión y está prometiendo un nuevo paraíso en la tierra.

El progreso individual
Las soluciones que dan las cosmovisiones al problema individual

La humanidad en su evolución individual ha ido pasando por diferentes etapas

La adoración a dios, un ser superior, perfecto, que todo lo sabe y todo lo puede, para los individuos, simples mortales, lo importante era alcanzar el paraíso después de la muerte, la inmortalidad espiritual, lo cual era la recompensa al individuo por su fe en dios más que por su propia perfección espiritual. Luego le sigue la institucionalización de ese dios y surgen los semi-dioses personas que eran los representantes de dios en la tierra, reyes, emperadores, sultanes, el papa, el ayatola, califas, etc. Los cuales asumían un poder absoluto el cual casi siempre era de carácter hereditario, mientras los simples mortales siguen sonando con alcanzar la felicidad después de la muerte. Y, por último, era actual, dios se convierte en algo secundario y lo sustituyen un pragmatismo orientado a las ganancias. La ley de la supervivencia es sustituida por la ley del mercado. La era de los dioses y semi-dioses, todo poderosos, es sustituida por la era terrenal, individuos cuyo poder se basa en el capital que poseen. Algunos simples mortales siguen creyendo en el paraíso, pero la mayoría aspira a ser ricos.

Donde el poder siempre ha venido de una fuerza externa que lo ratifica, un dios al que representa, o el capital que mientras más grande, mas poder tendrá. Pero no es por su propia valía como ser humano, sino por la existencia de fuerzas externas que le otorgan ese poder.

Las fuerzas externas

Por lo que (podemos ser absolutos) todas las formas de estructuras sociales y actuales y futuras llevan al sometimiento a fuerzas externas y a la perdida de la fe del individuo en su propia fuerza interior. Todas estas estructuras sociales llevan a que entre los humanos se establezcan relaciones superficiales en lugar de relaciones profundas. Y todas se basan en alguna forma de sometimiento a fuerzas externas.

La humanidad en lugar de relaciones profundas basadas en el amor, el altruismo, la empatía, la comprensión se ha formado sobre relaciones superficiales.

Tipos de relaciones superficiales

  • Mercantiles (se busca ganar algo)
  • Dominantes (de tener el control e imponerse a los demás)
  • Disipantes (de fiestas, borracheras, consumo de drogas)
  • Competitivas (se busca quitar del medio a todo aquello que sea un obstáculo)

Todas estas fuerzas desvían la fuerza interior del individuo hacia afuera y lo convierten en dependiente de esas fuerzas externas. En todas el ser humano espera la protección, la ayuda, mejorar su vida, etc.

No se puede negar la importancia de la religión, del estado, del mercado, etc. En la vida todo es un arma de doble filo, el problema que se han sostenido durante siglos sobre relaciones superficiales basadas en los intereses de unos pocos y en su imposición como fuerzas externas (ajenas a un verdadero progreso humano) capaces de someter al individuo y de anular su perfeccionamiento espiritual.

Se necesita de una acumulación de energía que permita el desarrollo de su fuerza interior, la cual,  de ser anulada por las fuerzas externas que lo obligan a alejarse de su crecimiento espiritual, el ser termina disipando su energía en gastos inútiles que le permiten liberarse de sus propias tensiones

El ser humano siempre ha estado dominado por fuerzas externa

  • La ley de la supervivencia
  • La ley del mercado
  • Los estados autoritarios de carácter populista
  • La religión
  • Un líder poderoso
  • Y ahora la tecnología (de la que el ser humano se hace cada vez más dependiente)

¿Por qué el ser humano no ha podido desarrollar su fuerza interior? Esto ha sido producto del gasto de energía ya sea para su supervivencia o por llevar una vida disipada.

El gasto de energía que tienen que realizar para sobrevivir en una sociedad en la que el ser humano solo es un medio para el enriquecimiento de unos pocos o para que se reafirmen en el poder (también unos pocos) le lleva al debilitamiento a la pérdida de su potencial como individuo que busca su propia realización

Fuerzas externas que desvían al individuo de su propio potencial

  • Cuando un individuo vive bajo una pobreza extrema tiene que gastar toda su energía en subsistir y no le queda tiempo para otra cosa y es que la pobreza no solo limita al ser humano socialmente, sino que también espiritualmente al dejarle una sola opción vivir para comer.
  • La competencia producto de la economía del mercado, donde ser humano viven enajenado y temeroso de perder su trabajo y ve en sus semejantes a un rival. La ley del mercado en sí misma, le roba al ser humano sus deseos de crecimiento espiritual por el de crecimiento económico y solo le importa ganar más
  • Los estados populistas que representan los intereses del pueblo y saben lo que necesitan y tienen siempre al pueblo enardecido y en constante marchas de ratificación del poder del estado y convierten a “las masas” en un rebano que mueven a su antojo. Lo cual lleva a que el ser humano pierda su capacidad de pensar por sí mismo y asuma que su única realización es a través de las exigencias del estado.
  • A la religión que solo le importa que los individuos se sometan a dios y que participen de sus actividades y estén comprometidos con la manutención de la iglesia.
  • El gasto disipado de energía, vivimos en una sociedad del placer como producto de la angustia existencial, solo le queda evadirse de sí mismo.

Existen muchos más casos, pero estamos destacando los más significativos.

La fuerza interior, una interpretación desde el enfoque sistémico-cibernetico

El autocontrol (control interno), es la forma que tiene el sistema para no caer en el desorden ante las reacciones al exterior que se producen en su interior como fuerzas internas. El autocontrol como retroalimentación negativa es capaz de producir orden dentro del desorden con lo cual puede lograr la emergencia necesaria para producir transformaciones en su interior.

Mientras más el individuo ejercite su autocontrol y no reacciones ciegamente a las fuerzas externas, disipará menos energía y podrá concentrar en sí mismo más energía (fuerza interior), esto le permitirá reabastecerse de su propia energía (negentropia) en lugar gastarla constante en dar respuestas al entorno (entropía). Si el entorno es agresivo puede provocar miedo, ansiedad, angustia, lo cual produce desorden en el sistema interno, de ahí la importancia del autocontrol para producir orden (emergencia) y con ello cambios en el interior del ser humano, de no existir el autocontrol y responder de manera directa al entorno el individuo será arrastrado por las condiciones externas (fuerzas externas) y se verá implicado en acciones no deseadas y en un gran gasto de energía y al final será sometido por esas fuerzas externas y perderá todo control sobre sí mismo.

Tipos de humanos

Lo que le ofrecen las cosmovisiones al ser humano. ¿Conservar al ser humano o evolucionar hacia un estadio superior?

Pienso que el gran aporte de la ideología tecnologista son las promesas de lograr un humano superior y es que en las cosmovisiones tecnologistas existe un renacimiento de las ideas religiosas con nuevas propuestas sobre el paraíso y sobre nuevos dioses. Veamos las promesas de las diferentes cosmovisiones

Tecno-optimismo (singularidad tecnológica)

  • Individuo posthumano: La religión cristiana aspiraba que el individuo después de muerto, su alma fuera a vivir en el paraíso. Ahora la idea es casi la misma, al ser humano se le puede extraer la mente (metáfora del computador) y cargarla en un entorno digital (nube, realidad virtual, matrix, etc.) en el que podrá vivir para siempre, como una superinteligencia omniciente, omnipotente,… No queda claro como esa mente recargada en un entorno digital que no es otra cosa que un programa puede seguir creciendo en ese entorno sino es fusionándose con otros programas o al menos reprogramándose desde otros programas, al final ¿Dónde queda la mente humana?

Tecno-liberalismo (transhumanismo liberal)

  • Individuo transhumano: Siempre ha existido el mito de logar la eterna juventud, de nunca enfermarse, de ser super inteligentes, de alcanzar una belleza suprema, etc. Ahora todo esto es posible por medio de las tecnologías. Algunos lo ven como una fusión entre humanos y tecnologías (ciborg) otros como la aplicación de las tecnologías de mejora sobre el individuo. En muchos casos el propio sistema capitalista forzara a muchas personas a mejorarse para poder no quedarse fuera del mercado laborar y estar a la altura de las versiones de humanos más avanzadas. Aquí sucede algo parecido a lo anterior, de dicha fusión surgirán nuevos componentes y si como muchos de ellos afirman la tecnología es superior al humano al final la fusión terminara en una maquina total.

Tecno-democrático (transhumanismo democrático)

  • Aunque es una forma de transhumanismo es menos radical que la anterior, ya que se aspira a mejorar al individuo pero teniendo en cuenta los riesgos, los problema sociales y los daños al planeta (al menos es la intención). Y aquí el objetivo no es la fusión, sino el mejoramiento del ser humano por medio de las tecnologías.

Eco-pesimismo (ecología profunda)

  • Humano ecológico. Somos parte del ecosistema y debemos vivir en armonía con la naturaleza. Es la única forma de lograr la supervivencia. ¿Estamos de acuerdo con dejar de ser el ombligo del mundo para convertirnos en una especie más?

Eco-socialismo (desarrollo sostenible)

  • Humano social. Somos seres sociales basados en la convivencia y por medio de la educación, políticas adecuadas, uso correcto de las tecnociencias podemos vivir mejor y preservar el planeta. ¿No es eso lo que se ha estado haciendo hasta ahora?

Eco-tecno-auto-organización (complejidad)

  • Humano pleno. Se busca la manifestación plena del ser, para ello, primero, hay que cambiar de mentalidad.

Hay que comenzar, simultáneamente, a cambiar nuestra forma de pensar (metamorfosis individual) y a transformar las estructuras sociales vigentes (metamorfosis social).

Para cambiar nuestra forma de pensar tenemos que tener claro hacia dónde queremos ir y que queremos ser. Para ello tenemos que tener claro cuál es nuestra cosmovisión y cuál es su posición ante las demás cosmovisiones (bioética transdisciplinar).

Morin ve como solución una metamorfosis social desde una auto-eco-organización y cree que esto es posible, porque a diferencia de Fukuyama que creía que la capacidad creadora de la evolución humana se había agotado, nos plantea que es la actual “historia la que está agotada, y no las capacidades creadoras de la humanidad”.

Y este es precisamente el error de los tecnologistas, asumir que la capacidad creadora de los humanos ya está agotada. Nuevos descubrimientos y teorías nos llevan a pensar que el ser humano no está agotado y que su potencial parece infinito: La conciencia holística, la psicología transpersonal, la filosofía oriental, la plasticidad del cerebro, el paradigma emergente, el constructivismo, etc.

En realidad, no es el potencial del ser humano y su crecimiento espiritual el que se agotó, sino el poder de las estructuras sociales y su control que se vuelven incapaces de crecer y de sostenerse por sí misma sin recurrir a una nueva fuerza externa (la tecnología) que las legitimase. Estamos ante la crisis de la que hablaba Morin y pareciera como si solo tuviéramos una opción: ¡Ir al abismo! Ahora la decisión es si cambiamos o si nos lanzamos al abismo.

En el próximo artículo, que será el último, tocaremos la cosmovisión de la complejidad y los diferentes enfoques que la componen.

Imagen: periodistadigital