En el artículo de Deepak Prasher, Is there evidence that environmental noise is immunotoxic?, publicado en la revista noise and health se plantea que el ruido es un estresor. El estres inducido por el ruido puede conducir a la liberación de hormonas de estres. El estres agudo físico o psicológico es necesario para la adaptación al cambio, sin embargo, el estres crónico puede conducir a la elevación persistente de hormonas hipotalamicas-pituitarias-adrenocorticales, que son perjudiciales para la salud y pueden llevar a estados de enfermedad. También se ha sugerido que pueden haber interacciones múltiples entre los sistemas simpático y de retroalimentación neuroendocrino, que se relacionan con el sistema inmunológico en la génesis de los efectos observados. Así el estres por ruido puede ser un factor contribuyente en los mecanismos de la pérdida auditiva inducida por ruido a través de modificaciones en la respuesta inmune mediada en la célula. Por otra parte el estres por ruido que actúa directamente, también puede tener un impacto en la función inmune mediante la deprivación del sueño inducida por el ruido. Además, pruebas recientes indican que la función inmune se puede modificar por técnicas de condicionamiento, control de percepción o la capacidad del individuo de enfrentarse con factores que inducen el estres. Esto sugiere un posible medio para aliviar los efectos inducidos por el estres. Esta revisión examinará los actuales datos disponibles de los efectos de la exposición crónica al ruido ambiental sobre la función inmune.
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