ruido

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En el artículo Putting the ‘Neural’ Back in Sensorineural: Primary Cochlear Neurodegeneration in Noise and Aging. de los autores Kujawa, Sharon G. publicado en la revista Hearing Journal. November 2014; 67(11). doi: 10.1097/01.HJ.0000457006.94307.97 se analiza el proceso de neurodegeneración coclear primaria asociado a la exposición al ruido y el proceso de envejecimiento.

Para muchas formas de pérdida auditiva sensorineural las elevaciones permanentes del umbral se relacionan frecuentemente con daño o pérdida de las células ciliadas. Estas pérdidas han recibido mucha atención experimental y son el enfoque principal de los esfuerzos en la profilaxis y el tratamiento (Rubel et al. 2013, Hear Res. 2013, 297: 42–51). El reciente trabajo sobre el ruido y el envejecimiento, ha revelado un proceso mucho más insidioso que interrumpe de forma progresiva la comunicación entre células ciliadas sensoriales y las neuronas auditivas, resultando en última instancia en la muerte de estas neuronas. Estos cambios neurodegenerativos son probablemente muy comunes, ocurriendo incluso en oídos con una sensibilidad del umbral normal y una dotación de células ciliadas intactas; por lo tanto, esto representa desafíos a nuestros enfoques tradicionales para su diagnóstico y manejo.

La sinapsis de las fibras nerviosas de las células ciliadas de la cóclea, es el conducto principal a través del cual la información sobre el entorno acústico es transmitida al sistema nervioso auditivo. En oídos que envejecen normalmente, por ejemplo, sin exposición al ruido, las sinapsis se pierden gradualmente durante toda la vida y son vistas en toda la cóclea, mucho antes de la edad relacionada con la pérdida de la sensibilidad de umbral o de las células ciliadas (Sergeyenko et al 2013, J Neurosci. 33(34):13686-94). Los cuerpos celulares del nervio coclear (células del ganglio espiral, SGC) muestran una disminución proporcional, con pérdidas reportadas en ratones envejecidos, compatible con lo observado en huesos temporales humanos clasificados según la edad (Makary et al 2011, J Assoc Res Otolaryngol. 12(6):711)

El ruido origina pérdidas sinápticas similares, pero de forma inmediata y acelera el envejecimiento, incluso para exposiciones que originan cambios transitorios del umbral y no la pérdida de células ciliadas (Kujawa and Liberman 2006, J Neurosci. 26(7):2115-23; Kujawa and Liberman 2009, J Neurosci. 29(45):14077-85). Las pérdidas producidas por tiempos pos exposición cortos son restringidas a regiones de frecuencia de la cóclea con cambios agudos del umbral máximos y son seguidas por la pérdida de SGC proporcional en las mismas regiones de la cóclea. Cuando los animales envejecen, las pérdidas se extienden a regiones de la cóclea que inicialmente parecían desvinculadas del daño producido por el ruido. El ruido que induce neurodegeneration coclear ha sido observado actualmente en algunas especies mamíferas; no hay razón para suponer que el ser humano sea una excepción en este descubrimiento general.

Esta extendida neurodegeneración primaria ha permanecido oculta por años. Aunque los umbrales son sensibles a la métrica del daño de las células ciliadas, son relativamente insensibles a la pérdida difusa de sinapsis y neuronas cocleares: a) Las DPOAEs no son afectadas porque solamente requieren procesos pre sinápticos para su generación; b) Los umbrales de respuesta neurales (por ejemplo., ABR) no son afectados porque el ruido se centra en las neuronas de la cóclea con umbrales elevados (Furman et al 2013, J Neurophysiol. 110(3):577-86) y c) Los umbrales de la audiometría conductual no se afectan por la misma razón que (b) y porque la detección del estímulo requiere menos información neural que discriminación del estímulo. Aunque los umbrales dejan de captar el error de comunicación, Kujawa y colegas han identificado evidentes indicadores claves en la respuesta neural supraumbral.

Esta neurodegeneración coclear primaria es la principal contribución a la variedad de anomalías perceptuales auditivas, comunes en el envejecimiento y después de la exposición al ruido, incluyendo las dificultades para la comunicación en ambientes ruidosos (Bharadwaj et al 2014, Front Syst Neurosci. 8(26), el tinnitus y la hiperacusia (Gu et al 2010, J Neurophysiol. 104(6): 3361-70 Schaette et al 2011, J Neurosci. 31(38):13452-57).

Estos moderados hallazgos tienen importantes implicaciones para la salud pública. Una vez que el oído ha sido expuesto al ruido, una pregunta que puede ser hecha es si el daño que produce el ruido puede influenciar cambios futuros en el oído y la audición; por ejemplo, los que aumentan con la edad. El enfoque tradicional ha sido sobre los umbrales, y la ausencia de cambios retardados en el umbral después de exposición al ruido, pueden ser tomadas como evidencia de que los efectos retardados del ruido pueden no ocurrir. Trabajos recientes usando nuevas herramientas, proveen claras evidencias de que esto puede ocurrir. ¿Cómo pensamos ahora sobre el ruido como riesgo? Las guías federales de exposición al ruido aspiran a proteger contra los cambios permanentes del umbral, un objetivo de protección que asume que los cambios reversibles del umbral se asocian con la recuperación coclear y una exposición segura. Las evidencias acumuladas indican que esta suposición carece de bases.

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Protocolo de vigilancia de la salud específica: Ruido. El Real Decreto 286/2006, de 10 de marzo, sobre la protección de la salud y la seguridad de los trabajadores contra los riesgos relacionados con la exposición al ruido transpone al derecho español la Directiva 2003/10/CE, del Parlamento Europeo y del Consejo, sobre las disposiciones mínimas de seguridad y de salud relativas a la exposición de los trabajadores a los riesgos derivados de los agentes físicos (ruido). La norma establece una serie de disposiciones mínimas de protección de los trabajadores contra los riesgos para su seguridad y su salud derivados de la exposición al ruido, en particular los riesgos para la audición.

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Organización Mundial de la SaludLa Organización Mundial de la Salud en su nota descriptiva No 300. Sordera y defectos de la audición (febrero 2014), señala importantes elementos relacionados con la discapacidad auditiva que merecen ser conocidos :

  • 360 millones de personas padecen pérdida de audición discapacitante en todo el mundo.
  • Estos defectos pueden estar causados por enfermedades infecciosas como la meningitis, el sarampión, la parotiditis y las infecciones crónicas del oído. Otras causas frecuentes son la exposición al ruido excesivo, los traumatismos craneoencefálicos, el envejecimiento y el uso de medicamento ototóxicos.
  • La mitad de los casos de pérdida de audición se podría evitar a través de la prevención primaria.
  • La situación de las personas que padecen pérdida de audición puede mejorar con la utilización de aparatos, como audífonos, dispositivos de ayuda auditiva e implantes cocleares, y con el empleo de subtítulos, la formación en el lenguaje de signos y el apoyo educativo y social.
  • La producción actual de audífonos cubre menos del 10% de las necesidades a nivel mundial.
  • La OMS está ayudando a los países a desarrollar programas de atención primaria del oído y la audición integrados en los sistemas nacionales de atención primaria de salud.

 

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En el trabajo Evaluación del ruido producido por el transporte automotor en la calle Heredia del centro histórico de Santiago de Cuba. Alejandro Francisco Fajardo-Segarra. Ciencia en su PC. 2013; 2: 73-82, se exponen los resultados obtenidos en las mediciones de ruido realizadas en el Centro Histórico de la ciudad de Santiago de Cuba, específicamente en la calle Heredia. Se empleó el método de las mediciones para lo cual se utilizó como instrumento el sonómetro integrador. Se determinaron, además, los niveles de ruido por el método de pronóstico. Por último, se compararon los niveles de ruido obtenidos por ambos métodos y estos a su vez con la norma cubana NC 26:2007. Finalmente, se propone un número de medidas correctoras que permiten disminuir los niveles de ruido y por tanto mejorar la calidad de vida en la zona objeto de estudio.

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El artículo Prevalence of Noise-Induced Hearing-Threshold Shifts and Hearing Loss Among US Youths de los autores Elisabeth Henderson, Marcia A. Testa, Christopher Hartnick publicado en la revista Pediatrics. Vol. 127,  No. 1  January 1, 2011 pp. e39 -e46 destaca el estudio sobre la tendencia en los cambios del umbral inducido por ruido (NITSs), hipoacusia de altas frecuencias (HFHL), e hipoacusia en las bajas frecuencias (LFHL). El estudio concluye que la mayor exposición al ruido recreativo y el escaso empleo de protección auditiva podrían inducir a un aumento en la prevalencia de NITS entre mujeres jóvenes. Se añade a la evidencia del aumento de la prevalencia global de exposición a ruido intenso o escuchando música a través de auriculares entre adolescentes participantes en la encuesta nacional de salud y nutrición entre 2005-2006, en comparación con 1988-1994; además del aumento de la prevalencia de los cambios del umbral inducido por el ruido (NITS) entre la juventud femenina.

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El artículo Tuning Out the Noise: Limbic-Auditory Interactions in Tinnitus de los autores Josef P. Rauschecker, Amber M. Leaver, Mark Mühlau publicado en la revista Neuron. Vol 66, No 6, 24 June 2010, Pages 819-826 destaca que los acúfenos, el trastorno auditivo más común, afecta a cerca de 40 millones de personas solo en los Estados Unidos, y su incidencia está aumentando debido al envejecimiento de la población y el aumento de la exposición al ruido. Aunque existen varios enfoques para la mitigación del acúfeno, aún no existe cura. El presente artículo propone un modelo comprobable para acúfenos basado en hallazgos recientes en imágenes humanas y se centra en áreas de la corteza cerebral, tálamo y estría ventral. La señal del acúfeno originada por lesiones que inducen plasticidad de las vías auditivas, puede ser ajustado por conexiones de retroalimentación de las regiones límbicas, que bloquean la señal del acúfeno al alcanzar la corteza auditiva. Si las regiones límbicas están en peligro, este mecanismo de “cancelación de ruido” deja de funcionar y da origen al acúfeno crónico. Esperamos con optimismo que este modelo permita en última instancia el desarrollo de tratamientos efectivos.

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En el artículo de Mia Zaharna, Christian Guilleminault, Sleep, noise and health: Review, publicado en la revista noise and health se plantea que el sueño es un estado recuperativo fisiológico que puede ser afectado negativamente por factores tales como el estres psicosocial y de trabajo, así como también por estímulos externos como el ruido. La pérdida crónica del sueño es un problema común en la sociedad actual y puede tener repercusiones significativas sobre la salud como daño cognitivo, depresión y efectos negativos en la función cardiovascular, endocrina e inmune. Este artículo examina la definición del sueño desequilibrado contra deprivación del sueño, así como los efectos de ruido sobre el sueño. Examinamos varios efectos sobre la salud de la pérdida parcial del sueño crónica con enfoque sobre las repercusiones neuroendocrinas/hormonales, salud mental y cardiovasculares.

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El artículo Disminución auditiva de trabajadores expuestos a ruido en una empresa metalmecánica de los autores Benito Zamorano González, Víctor Parra Sierra, José Ignacio Vargas Martínez, Yolanda Castillo Muraira, Catalina Vargas Ramos publicado en la revista Ciencia & Trabajo. 2010; 35, destaca que el propósito del estudio fue determinar la prevalencia de la disminución auditiva entre 164 trabajadores expuestos a ruido en una empresa metalmecánica. Se analizaron variables relacionadas con la edad, antigüedad en el puesto, así como también el uso de equipo de protección personal y el haber sufrido golpes en la cabeza. En el estudio se incluyeron los resultados del estudio de audiometría practicado a los trabajadores, así también, el monitoreo de los niveles de ruido en las áreas de trabajo. El 53% de los trabajadores manifestó una audición normal, mientras que la disminución auditiva tuvo lugar en un 47% de los trabajadores, de los cuales un 25.01% presentó disminución auditiva leve. Las zonas de trabajo presentaron niveles de ruido en un rango de 83 a 102 decibeles. El contar con más edad y mayor antigüedad no influyó en la disminución de la capacidad auditiva. Se sugiere ampliar el estudio con más antecedentes personales y datos extra-laborales que permitan conocer mejor a la población.

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Ruido en los sectores de la música y el ocio (II). Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo. Nota Técnica de Prevención No 865, esta segunda parte contiene posibles pautas de conducta para minimizar la exposición y cita la bibliografía recomendada, que recoge, entre otras referencias, los Códigos de Conducta publicados por las instituciones competentes de diferentes países.

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En el artículo de Deepak Prasher, Is there evidence that environmental noise is immunotoxic?, publicado en la revista noise and health se plantea que el ruido es un estresor. El estres inducido por el ruido puede conducir a la liberación de hormonas de estres. El estres agudo físico o psicológico es necesario para la adaptación al cambio, sin embargo, el estres crónico puede conducir a la elevación persistente de hormonas hipotalamicas-pituitarias-adrenocorticales, que son perjudiciales para la salud y pueden llevar a estados de enfermedad. También se ha sugerido que pueden haber interacciones múltiples entre los sistemas simpático y de retroalimentación neuroendocrino, que se relacionan con el sistema inmunológico en la génesis de los efectos observados. Así el estres por ruido puede ser un factor contribuyente en los mecanismos de la pérdida auditiva inducida por ruido a través de modificaciones en la respuesta inmune mediada en la célula. Por otra parte el estres por ruido que actúa directamente, también puede tener un impacto en la función inmune mediante la deprivación del sueño inducida por el ruido. Además, pruebas recientes indican que la función inmune se puede modificar por técnicas de condicionamiento, control de percepción o la capacidad del individuo de enfrentarse con factores que inducen el estres. Esto sugiere un posible medio para aliviar los efectos inducidos por el estres. Esta revisión examinará los actuales datos disponibles de los efectos de la exposición crónica al ruido ambiental sobre la función inmune.