marzo 2008 Archives

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Hace algunos años fui convocada por el Ministerio de Salud Pública para participar en una comisión que elaboró lineamientos para la remodelación de las unidades de salud cubanas. Mi aporte en este caso estuvo dirigido al diseño estructural y funcional de las bibliotecas. Con anterioridad investigué el tema (Lazo Rodríguez BC. Estructura funcional y estructural para la construcción de la Biblioteca Médica Nacional. [Tesis] Gestión de Información de Salud. La Habana: ENSAP; 1999).

Cual no sería mi desilusión, cuando en el cumplimiento de mis funciones empecé a supervisar los procesos inversionistas y pude apreciar que de aquel documento sólo quedaron las buenas intenciones, pues específicamente en el caso de las bibliotecas (reparadas o construidas), ninguna cumplía con los requisitos mínimos de diseño, tales como:

  • los flujos de circulación (usuarios, empleados, carga y desperdicios)
  • niveles de ruido en relación con las áreas (lectores y empleados)
  • niveles de acceso (libre, controlado o limitado)
  • niveles de iluminación (salas de lectura, depósitos y oficinas)
  • niveles de climatización (salas de lectura, depósitos y oficinas)
  • prevención de desastres para la institución y las colecciones (riesgos provenientes del exterior del edificio, de la estructura y servicios del edificio y los ocasionados por la interferencia humana).

La IFLA – Federación Internacional de Asociación e Instituciones Bibliotecarias, refiere que en los casos de bibliotecas remodeladas o reubicadas en edificios ya existentes, pueden estar limitadas por factores arquitectónicos y de ingeniería y por consideraciones de índole financiera.

No obstante, expondré algunos aspectos planteados por la IFLA que en nuestro contexto no deberán ser obviados, tales como:

  • Circunstancias del edificio o áreas vecinas. Por ejemplo: las bibliotecas ubicadas en módulos docentes deberán situarse a cierta distancia de las aulas.
  • Sistemas de alarmas. Por ejemplo: contra intrusos (SACI) y de detección y extinción de incendios (SADI), -preferiblemente de humo que disparen alarma automática, de rocío potencialmente menos dañinos para los materiales.
  • Riesgos por condiciones climáticas o geológicas muy propias de nuestra región. Por ejemplo: tormenta e inundaciones, deberán tenerse en cuenta en la construcción de la biblioteca puntos débiles como: puertas, ventanas, techos, desagües, etcétera.
  • Riesgos por fuego. Por ejemplo: dispositivos de seguridad de circuitos eléctricos o de gas, cableado eléctrico protegido, falso techos de material poco combustible, puertas y barreras contra incendio.
  • Sistemas de transporte de agua. Por ejemplo: deberán tenerse en cuenta, llaves de paso o grifos que cierren automáticamente, evitar tuberías, lavamanos o fregaderos cerca de las colecciones.
  • Sistema estructural. Por ejemplo: estructuras más gruesas en pisos donde se almacenen colecciones.

Como sabemos las instituciones de salud, atienden diariamente a pacientes aquejados de enfermedades, y estos ambientes por supuesto generan estrés entre los profesionales de la salud.

¿Se ha puesto a pensar lo agradable que sería que su centro cuente con una buena instalación para la biblioteca, poseedora de confort suficiente, donde usted pueda extasiarse, por ejemplo: mirando una hermosa pintura o disfrutando de una buena lectura, donde prime un ambiente sin ruidos u otros elementos discordantes que afecten la lectura o estudio?

Qué bonito sería que la biblioteca estuviera diseñada con estética y buen gusto, con la práctica adecuada de una cultura del detalle, donde no se descuidara el orden, la limpieza, la climatización, la iluminación, la señalización y el mobiliario ergométrico, y que invite al trabajo creador en un ambiente de paz y relajamiento.

La biblioteca puede ser un oasis dentro de la institución de salud, parafraseando al profesor Calviño, diría… ¡créame vale la pena!

 

Sala de Lecturasala de InternetMuestra de exposicion transitoria.Sala de Lectura

 

 


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Una máxima que cualquier persona necesita es la de recibir un servicio de salud de calidad. 

Todos deseamos que nuestros familiares o amigos, sean tratados por un personal de la salud altamente conocedor de su profesión,  actualizado con el estado del arte de su especialidad, que sepa sacarle provecho a los equipos de alta tecnología que el Estado cubano ha puesto en sus manos.

¿Estaremos todos los bibliotecarios vinculados al sector de la salud concientes de la alta responsabilidad que tenemos en esto? 

¿Las TICs – Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, pueden resolver por sí solas, este tema?  ¡NO!, éstas son los medios que tenemos para lograrlo.  Lo más importante, somos las personas que debemos aprender a utilizar principalmente esas  computadoras y medios técnicos, que llegaron para revolucionar la biblioteca tradicional. 

El bibliotecario en el sector de la salud requiere de competencias núcleos que le permitan elevar la calidad de los servicios informativos que brinda. 

Aunque la calidad de los servicios de salud, no sólo depende del bibliotecario, éstos deben estar suficientemente preparados para, en su área de acción, cumplir con eficiencia y calidad sus funciones.

Profesionalidad es la palabra de orden. Lo que se impone es  incorporar lo nuevo, pero sin abandonar las buenas prácticas de la especialidad.

Hay que decir NO al facilismo, al uso inadecuado de fuentes de información, a la falta de autosuperación, entre otras irregularidades .

Debemos decir  Si a  la investigación, a la alfabetización informacional nuestra y a la que estamos llamados a transmitir a los usuarios. 

¿Por qué utilizar, de entrada, la opción de búsquedas por palabras, al realizar  investigaciones bibliográficas, cuando somos expertos en el manejo de tesauros y podemos lograr una mayor pertinencia y precisión en los resultados?.

Un médico no acepta que el paciente le diga, doctor  recéteme tal medicamento, o yo quiero que me realice tal prueba. 

Entonces, cuando un médico  u otro especialista de la salud venga a dónde está usted para requerir algún servicio, actúe con la misma profesionalidad y no permita que ese usuario guie sus acciones,  usted está ahi para eso.

Recomiende la revista de mayor impacto, sugiera leer al autor más productivo en su tema, explíquele  las diversas fuentes de información que tiene a su disposición  y cuándo debe utilizar una u otra, en dependencia del propósito de su trabajo o la categoria de usuario, incorpore cada vez más valor agregado a sus servicios.    

Ofrezca detalles a sus usuarios de los servicios disponibles, ayúdelos a investigar y publicar trabajos científicos, y trate de que cada vez más, tome decisiones informadas en salud.

Evite que pierda información y que tenga que repetir la búsqueda para tomar los datos imprescindibles para asentar su bibliografía o referencias bibliográficas, enséñele a distinguir lo que es un servicio de otro, por ejemplo,  ¿qué es una bibliografía? o una copia de artículo, enseñe el valor que tiene cada uno de estos servicios. 

La mayor motivación que nos puede guiar,  en nuestro trabajo, es saber, que  puede contribuir a salvar la vida de nuestros seres queridos o mejorar su calidad de vida.

   Seamos abanderados de la calidad del servicio en la biblioteca, e influya -mucho más- para que los trabajadores de la salud, amplíen sus conocimientos sobre su profesión, haciéndolo usted también.

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El Directorio de miembros de IFLA contiene información sobre éstos, organizada por:

• Asociaciones Nacionales e Internacionales

• Miembros Institucionales

• Afiliados personales

Para asistir a algún evento de IFLA, usted podrá utilizar la condición de miembro, siempre que esté asociado a la ASCUBI o la SOCIT, o sea miembro de alguna de las instituciones cubanas registradas.

Usted puede conocer a los miembros cubanos accediendo al directorio de la IFLA. 

Ejemplo: desde su caja de búsqueda, introduzca el término deseado: cuba


 

 

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