Metodología

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En la actual etapa, la Gestión de Información en Salud, se evalúa a partir de indicadores propuestos por la Dirección Nacional de Informática y por Infomed – Centro Nacional de Información de Ciencias Médicas.

Es cierto lo planteado por algunos compañeros en la recien finalizada Reunión Nacional de Directores y Administradores de Nodo, relacionado con los indicadores de informática en los que ellos están también implicados, porque tienen que ver con las bibliotecas y por tanto deben tributar en el empeño, tanto la Dirección de Informática como de Infomed en sus distintos niveles.

Para el Sistema Nacional de Información en Salud, tener un grupo de indicadores en la “Emulación 26 de julio que contribuyan a mejorar el trabajo de las bibliotecas, representa un elemento de importancia que se debe aprovechar, pues, si se logra aplicar bien el principio de la Dirección por objetivos (DPO), estaremos funcionando más allá de estructuras rígidas y muchos serán los actores que intervengan para fortalecer la Red de bibliotecas y centros de Información en todo el país.

A continuación relacionamos los indicadores, criterios y procedimientos de la etapa actual, de aquellos relacionados con Infomed.

1.- Indicador: Elevar el desempeño integral de los recursos humanos del sistema de información en ciencias de la Salud.

  • Criterio de medida: Personal de la biblioteca capacitado en cursos acreditados e impartidos en el acceso de la BVS del portal de Infomed (CUMED, MEDLINE, Hinari, Ebsco, Cochrane Library, SeCiMed y SCAD en relación con la plantilla cubierta en policlinicos. (50 puntos).

2.- Indicador: Perfeccionar el Sistema de Comunicación Científica en Ciencias de la Salud para contribuir a mejorar la calidad de la publicación científica.

  • Criterio de medida: Elevar el nivel de visibilidad de la ciencia cubana. Registrado en CUMED una cantidad de artículos publicados en los últimos 2 años. (50 puntos)

Procedimientos para evidenciar el cumplimiento de los indicadores.

Para la evaluación de los indicadores señalados anteriormente se tendran en cuenta los siguientes aspectos:

Para el indicador uno, se debió acreditar a nivel territorial los programas aprobados nacionalmente, actualizándose solamente los datos de los profesores que lo impartieron en cada área.

Presentar ante el inspector la evidencia del programa acreditado a nivel territorial (copia de la constancia que emite la institución docente que aprueba); y en esta ocasión que no vamos a las provincias, deben enviarlas a la dirección de correo: olema@infomed.sld.cu

Adicionalmente se digitalizarán y enviarán también los listados originales de asistencia (puño y letra) de los participantes en los cursos.

Para el segundo indicador se tomará como dato lo registrado en la base de datos CUMED a nivel de provincia.

Cada provincia deberá tener adicionalmete la información de los autores que han publicado en revistas nacionales, registrados en CUMED.

Para conocer el cumplimiento de cada indicador se realizará por cada CPICM un informe de autoevaluación, que será enviado a la siguiente dirección electrónica: olema@infomed.sld.cu.

Se adjuntan evidencias: Cierre octubre 2008.

Contribución a CUMED, artículos de los años 2008-2007.

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El control, un elemento significativo de la dirección, olvidado o poco sistematizado, es un elemento que influye negativamente para alcanzar metas superiores en el fortalecimiento de la red de bibliotecas especializadas en la salud.

Las dificultades aún presentes en muchos territorios del país con el transporte y carencia de combustibles, unido a otras prioridades en las provincias han contribuido a que se deteriore el servicio en las bibliotecas de la red.

Las inspecciones ministeriales han permitido que un grupo de funcionarios del Sistema Nacional de Información de Salud, puedan visitar bibliotecas en zonas intrincadas del país, y llegar a la mayoría de los municipios, que de otra manera no hubiera podido lograrse, por las limitaciones antes referidas. Pero desgraciadamente no siempre los directores de los CPICM están presentes en los recorridos.

La realidad dista mucho de los informes, es evidente, que lo que bien no se controla, no avanza. Se detectan a diario violaciones de políticas y normas técnicas.

Existen muchos ejemplos, a los que pudiéramos referirnos, algunos evidenciados en la conferencia que presentamos en la Reunión Virtual de Directores 2008, a partir de los resultados de la investigación sobre la marcha de la informatización de las bibliotecas en la Atención Primaria de Salud.

El descontrol, un arma que arrastra muchos males, entre ellos la desmotivación del trabajador. ¿De que sirve esforzarse si al final, evaluarán igual el resultado del que mucho, regular o poco realiza?.

Si el directivo no controla, como va a evaluar y distinguir al que más y mejor trabaja.

Sistematizar las inspecciones metodológicas, dejar las observaciones a los directivos, discutir y convencer siempre que sea necesario, debe ser una de las acciones sistemáticas de trabajo que no pueden dejar de ejecutar los distintos niveles de dirección del sistema, si queremos avanzar en la cooperación técnica e integración del sistema.

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Cada día se hace más necesario concluir el proceso de extensión de los CMI – Centros Municipales de Información en el Sistema Nacional de Información de Salud, tema analizado en la pasada reunión Nacional de directores de este sistema, efectuada en el mes de octubre de 2007.

En esa ocasión se acordó que en unión con las Direcciones de Salud se completara la acreditación de esas entidades como parte del objetivo de trabajo de Fortalecimiento Institucional de la red de bibliotecas.

Al cierre del año 2007 contábamos con 96 CMI acreditados funcionando en todo el país.

En ese sentido hay que señalar que las provincias que se han destacado por haber concluido en ese año el referido proceso son: Ciudad de La Habana, Matanzas, Cienfuegos, Villaclara, Ciego de Ávila y Camaguey, y el Municipio Especial Isla de la Juventud.

Al concluir el mes de julio del presente año, faltan aún por constituirse 57 CMI, distribuidos en las restantes provincias, y sólo Sancti Spiritus finalizó esa labor.

Dentro de las provincias que presentan situaciones más críticas se encuentran Pinar del Río con 10 pendientes, que representa el 71 % del total y Provincia La Habana con 17, lo que representa el 89 % del total sin acreditar.

Es importante que los directores de los CPICM envíen por la vía del Dpto. Metodológico los cronogramas y evidencias de constitución de los CMI pendientes y sigan el tema del nombramiento de los directores.

Y que también conozcan que por el proyecto de facilitadores se asignó una computadora para los bibliotecarios de los CMI y aquellos municipios pendientes de completar esa estructura no recibirán la misma.

Los retos crecen y no es posible continuar con la centralización de actividades desde los Centros Coordinadores, Nacional o Provinciales.

La descentralización de los esfuerzos puede resultar una estrategia acertada para mejorar el cumplimiento de los objetivos propuestos, pues la red de bibliotecas, debe tener un mayor protagonismo y los CMI deben desarrollar una actividad metodológica más directa con las bibliotecas en la base.

En la actualidad hay provincias donde la red no está estructurada en su totalidad, y los bibliotecarios o bibliotecarias de municipios distantes de la capital provincial, no pueden asistir a los encuentros metodológicos o cursos.

Se observa por ejemplo que en ocasiones, las personas que asisten a los cursos que se imparten en la capital o en las cabeceras provinciales no son las que directamente realizan la tarea, sino, las que menos dificultades personales tienen para poder asistir.

Cuando analizamos la eficiencia y efectividad de éstos encuentros, comprobamos por ejemplo: que los gastos en transportación, alimentos, tiempo y productividad son mayores cuando varias personas deben trasladarse a la capital provincial, que cuando lo hace un representante del municipio.

Existe un grave problema en la Red, por la escasa fuerza laboral especializada en Ciencias de la Información y Bibliotecología o sus otras denominaciones formativas, lo que se agudiza con la no existencia de profesores para extender la municipalización de la enseñanza de esta profesión.

Se dice que se aprende haciendo, y estamos convencidos de que esa es una realidad, pero para lograrlo hay que impulsar la preparación de los recursos humanos de los CMI y dejar en sus manos el reto de liderar el cambio a nivel de base, y sólo así estaremos desarrollando esos profesores que tanto se necesitan para el fortalecimiento del SNIS, al igual que completar la estructura planteada desde el inicio de éste comentario.

 

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A petición del Jefe Dpto. Docente del Hospital “Manuel Fajardo” Dr. Aquilino Santiago, el pasado viernes 5 de octubre de 2007 realicé una visita de trabajo a la nueva biblioteca de ese centro, que en breve comenzará a brindar sus servicios que serán extensivos a los usuarios del Instituto de Endocrinología y de la Facultad Fajardo y que cuenta con 44 puestos en la sala de lectura y aproximadamente 15 computadoras –aun sin llegar- en la sala de navegación ya cableada y equipada para ese fin.

La visita estuvo dirigida a definir las funciones de ésta biblioteca, que tendrá diferentes misiones en su carácter de biblioteca hospitalaria, universitaria y de investigación, lo que la convertirá en un centro que tendrá doble subordinación -nacional y provincial- y deberá mantener un estándar de servicios a la altura de centros de investigación y de educación superior, sin perder la particularidad de servicios para pacientes y familiares, tan propios de los hospitales.

Con el propósito de resolver estos aspectos le fueron entregados al Dr. Aquilino, los documentos normativos vigentes para el Sistema Nacional de Información de Salud, donde se plasman las funciones de las bibliotecas de hospitales y las funciones de las bibliotecas universitarias y de investigación. También los modelos de servicios para bibliotecas de hospitales y modelo de servicios para bibliotecas universitarias y de investigación.

Atendiendo al nivel administrativo que mantendrán los trabajadores – unos subordinados al hospital y otros al Instituto- se evaluó con el colectivo sus opiniones para enfrentar dichos servicios. La mayoría coinciden en que deben funcionar colectivamente aunque pretenden mantener algunas divisiones principalmente con las colecciones, es por ello que se les sugirió que establezcan algún mecanismo para no duplicar colecciones ni procesos técnicos.

Pensamientos coincidentes:Como parte del intercambio con todas las partes interesadas se llegó a la conclusión de que la nueva biblioteca debe resultar buena para todos, – tanto para bibliotecarios (as) como para usuarios- y se debe trabajar de manera mancomunada para que se pueda unir en ese empeño a esos colectivos de trabajo, independientemente de los aspectos relacionados con la subordinación, pues el propósito de que puedan ofrecer un servicio más eficiente con la utilización plena de las modernas tecnologías puestas a su disposición guiará el empeño.

Entre los aspectos analizados con los trabajadores se coincidió también en que las ideas no deberán ser impuestas sino discutidas en equipo, y la práctica dirá si se optó por la mejor solución, y permitirá adoptar las medidas necesarias para introducir las mejoras que sean pertinentes.

En tal sentido, ambas direcciones deberán ponerse de acuerdo para efectuar un proceso de cambio en tiempo y forma, para que sea lo más fácil posible.

El recorrido por la instalación nos permitió apreciar la señalización de computación que aparece dentro de la biblioteca y que no es más que la sala de navegación, desde donde se accederá a las fuentes de información disponibles en línea o en disco compacto.

Denominadas hace unos años como puntos de presencias y más recientemente, estaciones BVS, y que yo identifico como sala de navegación, y a través de estas líneas les invito al debate para que se adopte un término que se explique por si sólo y que defina de manera clara y precisa este tipo de servicio.

En nuestro recorrido recibimos la impresión de que las computadoras se han asociado a centros de cómputos e informáticos y no a lo que verdaderamente tienen que ser en estos casos: modernos medios de trabajo para el perfeccionamiento de la labor eficiente y efectiva del quehacer bibliotecario.

Tal como llega el nuevo equipo de Rayos X, ultrasonido, etc., que no tiene que ser operado por expertos en equipos médicos, estamos necesitados de que no se confunda, lo que los bibliotecarios (as) deberán asumir, al utilizar las tecnologías de telecomunicaciones, en función de cumplir su misión.

La biblioteca con facilidades de telecomunicaciones se convierte en un centro que rompe sus muros y sale más allá de su espacio físico. Por ejemplo, puede automatizar sus catálogos y disponerlos en línea para el beneficio de todos, y propiciar la cooperación técnica entre todos los miembros de una o varias redes, – nacionales o internacionales- y mostrará sus catálogos ya no en fichas colocadas en gavetas ordenadas por autor, título o materia como tradicionalmente se hacia, sino utilizando computadoras para acceder a sus catálogos, e ir más allá de estas opciones de búsquedas.

Concluimos nuestra visita con el convencimiento de que esta biblioteca y sus especialistas estarán a la altura de los tiempos modernos, que les impondrán a algunos dedicar un mayor esfuerzo para capacitarse en el uso de las tecnologías, y con la recomendación de que no se desaproveche la experiencia de cada miembro del equipo a la hora de conducir el cambio. Nuestro compromiso individual es seguir junto a ellos para ayudarlos y apoyarlos en ese empeño…

pict1455.JPG Otras áreas de la bibliotecaSala de navegación Sala de lectura

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Imágenes del proceso inversionista