Alfabetización Informacional

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Me uno a las felicitaciones al Comité editorial de  las revistas: Educación Médica Superior por encontrarse  en la posición 28 entre las publicaciones más citadas de habla hispana en Google, seguida por la Revista Cubana de Salud Pública en el puesto número 30 y la Revista Cubana de Medicina General Integral en el lugar 80,  y me permito un comentario a propósito del tema expuesto.

El mayor beneficio que necesita un investigador, es que su trabajo sea reconocido por la comunidad científica a la que va dirigida, por ello, antes de publicar sus resultados, pregunte al bibliotecario!!!, este le puede y debe orientar sobre las revistas de mayor impacto en su especialidad y sobre todo considerando los resultados alcanzados, si estos deben ser dados a conocer en una revista nacional o internacional.

A veces cometemos el error de publicar en revistas extranjeras que no son reconocidas internacionalmente, o que no se adquieren en el país sus versiones impresas, o a pesar de ser publicaciones electrónicas no permiten el acceso abierto. Esto sin duda disminuye el índice de citación de los trabajos científicos.

Un factor a considerar es si la revista científica está incluida en bases de datos bibliográficos, lo que es sin duda una alternativa valiosa que potencia la visibilidad del quehacer científico de los autores, pues estas populares fuentes de información referenciales coadyuvan a divulgar los artículos originales.

Estas tres revistas médicas están indizadas en la Base de Datos Bibliográficos CUMED que registra la Bibliografía Médica Cubana.

Esta Base de datos promueve a nivel internacional el quehacer científico de todos los cubanos, por lo que es una vía adicional que favorece el índice de citación de los autores.

Consultar la lista de las 100 publicaciones más citadas en español de Google, puede servirle además como un referente  en su especialidad.

Ir a la noticia:

Nota: Si usted no tiene acceso universal a internet  o no puede por alguna otra razón consultar esta lista, le aconsejo solicitar en su biblioteca un préstamo inter bibliotecario digital para obtenerla.

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Una máxima que cualquier persona necesita es la de recibir un servicio de salud de calidad. 

Todos deseamos que nuestros familiares o amigos, sean tratados por un personal de la salud altamente conocedor de su profesión,  actualizado con el estado del arte de su especialidad, que sepa sacarle provecho a los equipos de alta tecnología que el Estado cubano ha puesto en sus manos.

¿Estaremos todos los bibliotecarios vinculados al sector de la salud concientes de la alta responsabilidad que tenemos en esto? 

¿Las TICs – Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, pueden resolver por sí solas, este tema?  ¡NO!, éstas son los medios que tenemos para lograrlo.  Lo más importante, somos las personas que debemos aprender a utilizar principalmente esas  computadoras y medios técnicos, que llegaron para revolucionar la biblioteca tradicional. 

El bibliotecario en el sector de la salud requiere de competencias núcleos que le permitan elevar la calidad de los servicios informativos que brinda. 

Aunque la calidad de los servicios de salud, no sólo depende del bibliotecario, éstos deben estar suficientemente preparados para, en su área de acción, cumplir con eficiencia y calidad sus funciones.

Profesionalidad es la palabra de orden. Lo que se impone es  incorporar lo nuevo, pero sin abandonar las buenas prácticas de la especialidad.

Hay que decir NO al facilismo, al uso inadecuado de fuentes de información, a la falta de autosuperación, entre otras irregularidades .

Debemos decir  Si a  la investigación, a la alfabetización informacional nuestra y a la que estamos llamados a transmitir a los usuarios. 

¿Por qué utilizar, de entrada, la opción de búsquedas por palabras, al realizar  investigaciones bibliográficas, cuando somos expertos en el manejo de tesauros y podemos lograr una mayor pertinencia y precisión en los resultados?.

Un médico no acepta que el paciente le diga, doctor  recéteme tal medicamento, o yo quiero que me realice tal prueba. 

Entonces, cuando un médico  u otro especialista de la salud venga a dónde está usted para requerir algún servicio, actúe con la misma profesionalidad y no permita que ese usuario guie sus acciones,  usted está ahi para eso.

Recomiende la revista de mayor impacto, sugiera leer al autor más productivo en su tema, explíquele  las diversas fuentes de información que tiene a su disposición  y cuándo debe utilizar una u otra, en dependencia del propósito de su trabajo o la categoria de usuario, incorpore cada vez más valor agregado a sus servicios.    

Ofrezca detalles a sus usuarios de los servicios disponibles, ayúdelos a investigar y publicar trabajos científicos, y trate de que cada vez más, tome decisiones informadas en salud.

Evite que pierda información y que tenga que repetir la búsqueda para tomar los datos imprescindibles para asentar su bibliografía o referencias bibliográficas, enséñele a distinguir lo que es un servicio de otro, por ejemplo,  ¿qué es una bibliografía? o una copia de artículo, enseñe el valor que tiene cada uno de estos servicios. 

La mayor motivación que nos puede guiar,  en nuestro trabajo, es saber, que  puede contribuir a salvar la vida de nuestros seres queridos o mejorar su calidad de vida.

   Seamos abanderados de la calidad del servicio en la biblioteca, e influya -mucho más- para que los trabajadores de la salud, amplíen sus conocimientos sobre su profesión, haciéndolo usted también.

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