Es más fácil pensar sobre el futuro desde lo alto de la opulencia que desde el fondo de la miseria, desde aquí las necesidades te acosan, te acorralan; luego te despojan de todos tus sueños… Entonces, vienen ellos, con la euforia de los triunfadores, a decirnos cual es el futuro que nos conviene a todos, incluso a los que ya no vemos más allá de nuestra propia subsistencia diaria.
Por eso no es de extrañar la idea, hoy de moda, de un futuro luminoso donde la tecnología se convierte en nuestra protectora y nos libra de todos los males humanos, quizás estoy exagerando, pero más o menos esa es la idea.
Es que en verdad resulta difícil pensar el futuro cuando el presente sigue sin resolverse los grandes problemas de la humanidad, cuando gran parte de la humanidad vive niveles de pobreza insospechado, donde ganar más de un dólar diario es una proeza.
Hoy las tecnoutopías vienen a sustituir a la religión (para nadie es un secreto que la humanidad necesita cambiar su mentalidad individualista, consumista y egocentrista, por solo citar tres) y aspiran a lograr, ya no solo una nueva mentalidad sino a construir una mente mejorada por medio de las tecnologías y por sobre todas las cosas alcanzar la ansiada inmortalidad, paradójicamente en un mundo superpoblado incapaz de alimentar a la población actual. Todo lo cual es lógico, el ser humano es dependiente del contexto: así vives, así piensas. Por desgracia hay algunos que viven tan mal que no pueden ni pensar.
Veamos cómo piensa la sociedad civil. A continuación las 10 primeras respuestas de una encuesta realizada por las Naciones Unidas sobre “Mi mundo y los objetivos de desarrollo sostenible”
1. Mejores oportunidades de trabajo
2. Una buena educación
3. Mejor atención médica
4. Una alimentación adecuada y a un precio accesible
5. Medidas de apoyo para quienes no pueden trabajar
6. Acceso a la telefonía e internet
7. Acceso a agua potable y saneamiento
8. Acceso a energía fiable en los hogares
9. Protección de bosques, ríos y océanos
10. Un gobierno honesto y receptivo
Como es obvio la prioridad número 1 es mejores oportunidades de trabajo y mucho después, protección de bosques, ríos y océanos. Llama la atención que el punto acceso a la telefonía e internet, aparezca en la sexta posición; lo cual demuestra la importancia que se le está dando a las nuevas formas de comunicación y a la necesidad de estar conectados en un mundo global que cada vez se hace mas local donde la distancia ya no es limitante.
No podemos hablar del futuro sin haber cubierto las necesidades básicas de los individuos y aunque somos muchos los que soñamos con un futuro sostenible, el presente nos despierta de un porrazo. Entonces… ¿Debemos dejar de soñar?
Si entramos a los sitios dedicados al futuro y buscamos las sociedades y asociaciones futuristas, veremos que casi todas asumen posiciones transhumanista y el futuro que están diseñando es el de una poshumanidad feliz. Da la impresión que el futuro sostenible es cosa del presente, pero si queremos, además de sobrevivir, desarrollar todo nuestro potencial humano, la única opción es el transhumanismo.
¿Es la ideología transhumanista la mejor opción para el futuro? ¿Se ajustan las propuestas del desarrollo sostenible a un futuro sostenible? Podemos dejar de pensar, ser aplastados por los problemas de una realidad que solo nos exige subsistir. Y dejar que otros se hagan cargo. Pero… Todos estamos montados en la misma nave, el planeta Tierra, y todos navegamos hacia el mismo futuro. Ahora, ¿Cuál futuro? ¿Qué mundo queremos legarles a nuestros hijos y nietos? Sobre esto tenemos que pensar, debemos pensar…
Siempre que puedo salgo a caminar y dejo atrás las preocupaciones, siempre camino hacia el mar y sin dejar de avanzar, pienso… Porque a pesar de todo, no puedo dejar de soñar con un futuro sostenible en el que todos podremos ser verdaderamente humanos.
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